Adara y Meri transforman la información que reciben en broncas
Anoche los concursantes pudieron disfrutar de la tan esperada visita de sus familiares y amigos y, desde entonces, sus palabras y sus gestos han sido analizados al milímetro en un eterno bucle que sigue sin llegar a su fin.
Cualquier información del exterior tiene repercusión en los concursantes. Cada cual la utiliza para su beneficio. Es inevitable. Están luchando por el maletín de los 300.000 euros y nadie lo olvida. Es lo que esperamos. Pero en el caso de Meri y Adara, su respuesta está perjudicando la salud mental del espectador.
Como las amigas de Meri dejaron claro que no estaban a favor de Alain, la rubia no ha perdido la oportunidad de explotar esa información para seguir dando vueltas a la peonza. Y es que Meri estaba realmente preocupada por la reacción que tendría parte de su familia por sus actuaciones debajo de las sábanas. Creía que sus padres estarían escandalizados y que no le brindarían su apoyo. Pero ahora que puede respirar tranquila su incansable monotema lacrimógeno protagonista de sus incontables monólogos infumables se han transformado en duras acusaciones hacia el francés, con el que no ha parado de tener broncas desde anoche.
Antes le criticaba a su espalda para, más tarde, acercarse a Alain mendigando segundos de atención. Pero ahora, curiosamente, cuando se encuentra nominada junto a Adara y Alain, Meri ha optado por el enfrentamiento cara a cara perdiendo toda posibilidad de disfrutar de un cuarto asalto nocturno. No hay más salida. Si Adara es la favorita y ella no quiere abandonar el concurso, o carga contra su amor platónico explotando al máximo su vena fatalista o puede peligrar su permanencia en el concurso.
Aunque, llegados a este punto. ¿Para qué alargar lo inevitable? Porque si hay algo que se ha repetido como un mantra desde que comenzó esta edición de 'GH', es que para convertirse en ganador de 'GH 17' es necesario haber sido miembro del Club. Y Meri es la única concursante que nunca ha conseguido gozar de ese privilegio… ¿Entonces? ¿Damos por hecho que la catalana no tiene opciones para hacerse con el maletín?
Por su parte, Adara regresaba a la casa esta mañana tras haber pasado la noche con Pol en el apartamento. Se mostraba tranquila y feliz contando lo contenta que estaba al encontrar a su cuchu como un corderito bien amaestrado “Me gusta porque Pol se ha dado cuenta de todo”. Pero la calma ha durado poco.
Desde esta mañana Adara está más subida que nunca. Y ya es decir, Se cree en posesión de la verdad absoluta y cuenta con el apoyo mediático como vengadora de las víctimas. Por ello, no dudó incluso en anunciar su próxima bronca.
Su objetivo: Miguel. El motivo -aunque es su caso es innecesario-: que a Miguel le molestaran las palabras malintencionadas que le había dedicado la tía de Adara.
Y allí, en el baño, en compañía de Meri, Adara se adelantaba a los acontecimientos asegurando que se iba a enfrentar a Miguel mientras utilizaba como principal razón que este no se lo hubiese dicho a ella y hubiera hablado a su espalda. Es decir, ¿Miguel debería haber pedido permiso al súper para unirse a la fiesta para dos del apartamento y que así Adara hubiera escuchado en primera persona cada una de sus opiniones? La absurdez de rizar el rizo.
Así Adara comenzaba a preparar su cargamento para la guerra. Pero según ella, obligada a ello. Porque ella quiere tener buena relación con sus compañeros. Lo intenta y lo desea con todas sus fuerzas ¡pero no la dejan! Siempre están igual. Siempre quieren hundirla. Se meten con ella sin razón. Mienten sin medida. Acusan a Adara de ser egoísta con sus compañeros y de no hacer nada cuando son falsedades. Tachan a la pobre Adara de irrespetuosa cuando ella lo único que hace es defenderse de los ataques. Y es que, tal y como dice Adara, son unos pesados que se repiten más que el chorizo y que no dicen más que tonterías. Por eso mismo, esta pobre niña de corazón limpio a la que sacan de sus casillas no tiene más opción que gritar a pleno pulmón que son unos “falsos, sinvergüenzas, pelotas y malas personas”. No es Adara contra el mundo, es el mundo contra Adara.
¿Vosotros lo compráis? Yo lo tengo claro.
Pero, sea como sea, lo que tengo por seguro es que no perderé la siguiente apuesta con todos vosotros. Durante las próximas horas podremos ver una gran bronca entre Miguel y Adara en la que esta se mostrará altiva e implacable. Y no sé si durante o después, Adara romperá a llorar como alma en pena y se aislará del resto de la casa, e excepción de Meri, quien encontrará algún motivo para unirse al duelo. ¿Apostamos?
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