¡Anoche finalmente Sofía Galdeano era elegida por el 60,7% de la audiencia como la ganadora de Gran Hermano 16! Una victoria justa, merecida y esperada por aquellos que anoche nos regodeábamos mientras algunos se echaban las manos a la cabeza al haberse dado cuenta, tarde y mal, del personaje oscuro al que apoyaban e intentaban vendernos como el concursante más auténtico de esta edición.
Y es que, a su llegada a plató, Aritz puso todo su empeño para quedar peor que Cagancho en Albacete, dejando al descubierto esa personalidad tan radicalmente opuesta con la que pretendía identificarse en un principio, y que tantas veces ha sacado a relucir durante su estancia en el concurso.
A pesar de que Mercedes Milá intentó por todos los medios hacer una entrevista en profundidad y basada en el respeto –muchísimo más del que merecía- Aritz se mostraba a la defensiva desde el minuto cero y regalaba todo tipo de respuestas evasivas y maleducadas con tono condescendiente y, en ocasiones, con esos tintes de agresividad que ya nos son conocidos.
En definitiva, sus declaraciones se resumieron en que él hace lo que le da la gana cuando le da la gana y que no tiene que dar explicaciones de nada. Asco-pena que a estas alturas de la historia del reality tengamos que seguir encontrándonos con personajes de esta calaña. Si no te apetece dar explicaciones de lo que has dicho y hecho en una casa repleta de cámaras enfocándote las 24 horas del día, muy sencillo, quédate en tu casa porque, una vez allí, lo que hagas con tu vida no nos importa un bledo, ¡cómo si te das gustillo con tu tocadiscos! Allá tú, pero qué menos que mostrar un mínimo respeto a la organización que te ha brindado una oportunidad de oro y a todos aquellos que decidieron rascarse el bolsillo para que tú pudieras seguir disfrutando de una estancia a gastos pagados en la casa más famosa de España.
La defensa de Aritz me resultó igual de vomitiva que ver a Bertín Osborne desnudo. Uff qué pereza... ¡Ambos, y ya es decir! Y es que la imagen de alopecia y barriga de uno me produce arcadas casi de la misma intensidad que las que me ocasionó tener que ver a un personaje tan sumamente desagradable como este concursante.
Una de las cosas que más me chirriaron de sus declaraciones fue ese ímpetu por intentar gritar a los cuatro vientos que él es libre y que vive exento de etiquetas, mientras defendía con uñas y dientes que él nunca había chupado el rollito de primavera de Han. ¿Se puede ser más hipócrita? Txapeldun, ¿por qué no afirmaste con el mismo ahínco que el chino no te había comido a ti el garrote vasco? Hay que ser corto y cerrado de mente para pensar que existe alguna diferencia entre dar y recibir...
¿Y eso de intentar vendernos al final del concurso que Han te tocaba en la entrepierna y te relajaba? ¿Y qué te acariciaba el vello púbico y que tú sólo sentías cosquillitas? ¿Qué es eso de acariciarse el vello púbico como amigos? ¿Una nueva moda que va a desbancar el darse dos besos o un apretón de manos? ¡Lo del vasco es de traca! ¿Sólo cosquillitas? ¿En serio? ¿Cogemos con unas pinzas su edredón y le hacemos un PoliDeluxe a las manchas al estilo Caras de Bélmez con las que decoraban la ropa de cama?
Patético hasta decir basta él y aquellos que defendían sus "lo que me sale del nardo" dándose golpes en el pecho con la bandera multicolor y asegurando que sólo se formulaban ese tipo de preguntas a Aritz porque se trató de una relación entre dos hombres. Parece que sus seguidores han cogido el mismo gusto por las mentiras absurdas que su adorado Aritz porque, hasta donde yo sé, cada uno de los concursantes que hemos pasado por esa casa hemos tenido que enfrentarnos a todo lo que hemos hecho dentro del reality, ya fuera bajo el edredón, bajo las mantas, bajo la ducha o durante una hora sin cámaras. Se ha preguntado a todos por igual, a Arturo sobre Indhira, a Omar sobre Paula, a Ricky y Suso sobre Sofía...
Pero, para rizar el rizo, tras varios shows en los que a Aritz parecía que se le iba la vida peleando con Maite y Marta, el vasco tuvo la desfachatez de asegurar que lo mismo él no había estado tan protegido como Sofía. ¡En este grupito, los síntomas de reventado se manifiestan cada vez con mayor brevedad! Querido Aritz, da gracias por el resto de tus días a la organización de Gran Hermano por todo lo que te han cuidado, porque si todos hubieran visto y oído algunas de las cosas de las que hemos sido testigos mediante el 24 horas, te hubiera hecho falta algo más que tu sombrero para seguir ocultando el tipo de persona que se escondía tras tu pésimo personaje.
Y si hay algo de lo que me arrepiento es de haber defendido a Han durante parte del concurso porque, una vez fuera, la decepción ha sido apoteósica. Mentiroso, cobarde y mendigo de polígrafos. Esperábamos más de ti, pero está claro lo que te atrajo de Aritz. Y es que, al final, Dios los cría y ellos se juntan.
Por su parte, Sofía entraba en plató arropada por los suyos y con la inmensa alegría de Marta y Niedziela. Si algo eché de menos de esta concursante fue que mostraba algo más de emoción al saberse ganadora. Aunque, después de haberse dejado la piel durante el concurso, mostrando sin tapujos su mejor y su peor cara, hasta eso se perdona a la Galdeano Junior.
Sofía dio paso a una entrevista relajada en la que se tomó todo a risa, no queriendo dejar al descubierto a Han y demostrando que, para ella, la palabra lealtad tiene un significado real aunque el chino no lo merezca.
Una concursante sincera hasta la médula, sin filtros, sin personaje de por medio, que ha dicho y hecho lo que le dictaba el corazón sin esconderse, que no ha tenido ningún problema en admitir y reconocer cada uno de los errores que ha ido cometiendo, analizándose a sí misma con máxima dureza y haciendo partícipe al espectador de todos sus miedos, defectos e inseguridades.
Todo esto sin gorro, sin llave, sin persona especial fuera, sin absurdeces como "me tomo las uvas como yo quiero", sin un pasado basado en la ficción, sin ir de única ni de especial por la vida creyéndose en un nivel superior al de aquellos que están a su alrededor, sin mentiras encadenadas, y sin intentar hacernos creer que es alguien que no es.
Sólo una chica de 19 años que, a pesar de sus niñerías típicas de su edad, ha dado un buen repaso a la mayoría de sus compañeros y ha sabido leer entre las líneas de esta edición con un acierto asombroso sin necesidad de autoproclamarse ninguna experta en el reality. Por todo ello, sin duda alguna, Sofía ha sido la ganadora de Gran Hermano 16.
Para cualquier información de interés sobre los temas que tratamos, podéis dirigiros al siguiente correo o visitar mi página web