Ponemos cara a Juan Manuel, el nuevo novio de Miriam, de Gran Hermano 14
Desde el primer minuto en el que Miriam pisó la casa de Guadalix de la Sierra, la polémica estuvo pegada a su espalda. Su duelo con Dobromira acuñando como alegato “ser española” empezó a generar multitud de críticas hacia esta alicantina que parecía haberse tragado el espíritu de Mauricio Colmenero.
Pero, sin lugar a dudas, su traumática experiencia como superviviente del Concordia o, más bien, su forma de utilizar y explotar hasta la saciedad ese momento de su pasado del que logró salir ilesa gracias a haber visto la película Titanic, chirrió en nuestras mentes, poniéndonos alerta sobre la forma en la que esta concursante intentaría llamar nuestra atención.
Igual que sucedió con Ochoa Gh12+1, Miriam Gh14 decidía entrar al reality con novio, fecha de boda cercana y vestido de novia comprado pero, a diferencia de la primera que siguió sus planes establecidos y pasó felizmente por el altar, el romance de Miriam con su adorado Mai terminó como el Rosario de la Aurora.
Mimi pasó de ser una cansina en potencia que nos repetía cada dos segundos lo mucho que quería a “su Mai” a comenzar un jugar con fuego y entregarse en cuerpo y alma en un coqueteo extremo con Igor, con el que no tardaría mucho en salir chamuscada.
Con cada baile del “gangnam style” Miriam dejaba a sus compañeros y a todos los espectadores del 24 horas totalmente boquiabiertos, y ella, absorbida por completo por el ritmo de la canción, comenzaba a comportarse cada vez más cuan potrillo desbocado.
Retozarse con Igor se convirtió en el pan nuestro de cada día hasta que, una noche, su mano desaparecía por arte de magia debajo del edredón acudiendo a la llamada del vigor de Igor. Pero, aunque su comportamiento dejaba mucho que desear, sus actos quedaban en el mínimo establecido en comparación con sus palabras.
Miriam estaba tan ensimismada con Igor que no podía parar de alabar cada una de sus características como una auténtica enamorada hasta las trancas. Le solicitaba constantemente que expresara públicamente ser la persona más importante para él dentro de la casa, mientras ella dejaba volar su imaginación y visualizaba cada detalle de sus vidas fuera de Guadalix, los viajes que realizarían juntos…
Eso sí, pasando por alto un pequeñísimo detalle, que ella se encontraba comprometida, que Igor pretendía recuperar a su mujer a su salida del reality y que, para el vasco, por la noche todos los gatos son pardos, y que a falta de pan, buenas son tortas.
En consecuencia, su hasta entonces prometido, tras aguantar estoicamente el dolor de cervicales debido al peso de su cornamenta, decidió anular la boda. Al terminar Gran Hermano, Igor puso en marcha la maquinaria necesaria para recuperar a su familia y mientras, Miriam, despechada y víctima de sí misma se quedaba compuesta, sin novio y con un vestido de boda colgado en el armario de su casa para alimento de las polillas.
Pero como a rey muerto, rey puesto, Miriam siguió adelante con su vida. Protagonizó una portada de Interviú como la excelente modelo que ya nos había demostrado ser en sus anteriores trabajos, eso sí, en esta ocasión tuvieron a bien mostrar su cara al completo…
Y ahora, tras el sonado culebrón venezolano que se empeñó en interpretar en Gran Hermano 14, Miriam parece haber abierto de nuevo su corazón al amor, haber encontrado sustituto a Mai e Igor, y encontrarse feliz como una perdiz y pletórica como un caballo con cascos nuevos.
Una relación a voces que la misma Miriam insiste en proclamar a los cuatro vientos como si tuviera mono de sentirse observada las 24 horas del día. Así pues, a falta de un equipo de producción y realización, Mimi hace las veces del ojo que todo lo ve, y hace partícipes a todos los seguidores de cada una de las palabras que dirige a su nuevo churri:
“Empieza octubre a tu lado… Y yo? Soy feliz! :) Qué gusto da que tu chico te limpie el coche! Es el mejor!
Abrir los ojos y verte a mi lado me hace feliz! Acabo de dejarte y ya te tengo ganas! Xq siempre lo tengo ahí, xq me hace reír como nadie, y simplemente xq me hace feliz.
Todo empieza a ir viento en popa. Lo mejor? Tu sin duda...cada día disfrutando a tu vera… Sólo digo q gracias por todo!
Bandido me haces fotos durmiendo!! :) me chifla levantarme, verte a mi lado y ver estos twits! Eres el mejor
Me desperté con sueño! Xq será cariño? Jajaja”
Un sinfín de mensajes que derrochan ñoñería en estado puro y un melodrama romántico hasta el empacho que reciben contestación de su churri a la altura de sus expectativas:
“Es más fácil cuando abres lo ojos y ves q lo q soñabas, está junto a ti. No necesito dormir para soñar… Vivo cada día a tu lado.
No me culpes de llegar a tu corazón, cuando estar dentro de ti es el mayor placer d este mundo.
Lo nuestro, amor, es palpable y escuchable! Se me ocurren varias formas d escucharlo, poniendo la oreja en mi pecho, siendo vecino nuestro… Jojo muerto estoy madrugando sin dormir”
En definitiva, una serie de mensajes encadenados enfocados a exponerse públicamente de manera patética y soez.
Conocemos las noches en las que rematan la faena, la cara con la que se levantan después de haber cabalgado hasta el amanecer… Si todo este material está a nuestra disposición a tan sólo un mes de que supiéramos de la existencia de este chico en la vida de Miriam, espero que lo próximo no sea mostrarnos un remix del making off de sus tomas falsas entre las sábanas, porque uno no se encuentra preparado para semejantes imágenes.
Si la nueva moda en demostraciones de amor es tirar fotos a tu pareja en la cama cuando se encuentra dormido, y subirlas a internet para que sean de dominio público, hoy más que nunca los que aún gozamos de la soltería debemos sentirnos afortunados hasta decir basta. ¡De traca!
Querido Juan Manuel, nuevo churri de Mimi, sólo espero por tu bien mental que la que hasta ahora duerme a tu vera no sea una de las candidatas para participar en un nuevo reality de Telecinco porque, entonces, hacer el canelo se quedará corto para el ridículo que harás delante de toda España viendo como tu novia se emociona pensando en moverse al ritmo del baile del caballo con el primero que se cruce en su camino.
Espero que tengas bien seguros los amarres porque está más que demostrado que para Miriam ni los años de relación, ni una fecha de boda, ni un vestido de novia comprado y ni una lista de invitados son obstáculos suficientes para comportarse como la típica descocada de despedida de solteras más que dispuesta a hacer un striptease ante millones de miradas atentas a aquel que se precie.
A partir de ahí, lo que te venga es poco ¡valiente!
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