Jacinto Gh3: "Estoy muerto, no tengo dinero ni para dar de comer a mis hijos"
Jacinto Garbayo, segundo expulsado de Gran Hermano 3, siempre será recordado por su carácter y rusticidad, pero sin duda alguna, este navarro logró ganarse el corazón del público con su naturalidad y buen fondo.
Desde que Jacinto decidiera despedirse de los ruedos, son muy pocos los detalles que nos han llegado acerca de la vida de este ex-concursante, pero lo que nunca pensamos es que la ausencia de noticias escondiera tras de sí esta desesperada situación.
Hoy Jacinto se sienta en este Confesionario para relatarnos, a corazón abierto, cómo sobrelleva el estar sufriendo los peores momentos de su vida en los que no cuenta ni con el suficiente dinero para poder dar de comer a sus dos hijos, a los que consiguió adoptar después luchar durante años con uñas y dientes.
Os aseguro que es realmente tremendo comprobar que tras esa fachada de hombre duro de campo se encuentra un hombre totalmente desesperado y hundido, al que le es imposible contener las lágrimas durante la mayor parte de esta entrevista…
Jacinto, ¿cómo te encuentras actualmente?
Kiko, estoy muerto, me estoy volviendo loco con esta situación… No veo solución por ningún lado.
¿Cómo era tu vida antes de tu paso por Gran Hermano 3?
Yo era una persona bastante normal en Cintruénigo, tenía un bar que me funcionaba muy bien, e incluso era presidente de la sociedad de pescadores y vicepresidente de la de cazadores.
¿En qué cambió tu vida tu estancia en el reality?
En el momento que entré en Gran Hermano 3 mi vida cambió, monté un bar restaurante “Chass” y me iba muy bien, ¡llegaba a vender 20 bidones de cerveza al día! Pero de repente se empezó a formar una bola contra mí y ahora doy gracias si hago 150 euros al día porque cada día que abro pierdo más dinero.
¿En qué te gastaste el dinero que ganaste en Gh3 y en tu paso por los programas?
De mi paso por Gran Hermano y por las televisiones recaudé 40 y tantos millones, e invertí todo el dinero en el negocio. Y ahora estoy en la puta ruina….
¿No contaste con nadie que te asesorara económicamente para haber evitado llegar a esta situación?
Tuve unos asesores en el banco en los que confiaba, que a cualquier cosa que les proponía si podía pagarlo no me pusieron ningún problema, su repuesta siempre era “¿cuánto dinero necesitas? Pues vamos a tomarnos un gin-tonic”. Y ahora me siento estafado.
¿Te consideras un juguete roto de la televisión?
Yo era la persona más feliz del mundo antes de meterme en Gran Hermano, pero no me considero para nada un juguete roto de la televisión porque la tele me ha dado mucho.
Es mi pueblo el que me ha quitado mucho… esa es la puta verdad, como no soy el hijo de ningún secretario sino que soy el hijo de un agricultor que regaba con el sudor de su frente, pues me estoy llevando hostias por todos lados.
¿Hasta qué punto es grave tu situación económica?
Kiko, ya no tengo ni para comer, ¿sabes lo que es no tener ni para poder dar de comer a tus hijos? Pues eso es lo que me está pasando…
Me quieren embargar el bar y la casa. Y el bar me da igual, sinceramente me toca los cojones, aposté y me he equivocado; pero no puedo consentir que me quiten la casa de mi madre, que lleva 33 años inválida en silla de ruedas y se la tengo totalmente preparada para ella.
¿A qué cifra ascienden tus deudas?
Debo un montón de dinero a proveedores, a alguno de ellos les debo hasta 20.000 euros; a la Seguridad Social, a los bancos como 300.000 euros, a todo el mundo… ¡Y yo ya no sé qué hacer!
Me imagino que tu familia y amigos te habrán ayudado en la medida de lo posible, ¿no?
Estoy que tengo que vivir de mi madre, que ya me ha dado todo el dinero que tenía, de mi pobre hermana que ya no sabría decirte ni lo que me ha dejado y que ya ni puede porque su marido también ha entrado en el paro, y de 3 amigos, que son los que me han avalado cada vez que el banco ha venido a quitármelo todo.
¿Sientes el apoyo de la gente de tu pueblo en estos momentos?
¡Mi pueblo me está escacharrando! Yo tengo un pueblo que es muy trabajador y muy bueno, y estoy enamorado de él, pero es un pueblo muy envidioso, y en el momento que haces algo fuera de lo normal van a por ti. Tengo un boicot total, aquí no me dejan torear o por ejemplo yo no puedo ir a la televisión local… Pero es salir de aquí y todo el mundo me demuestra muchísimo cariño.
¿Cuál es el motivo de ese boicot?
¡Por defender a los minusválidos! Yo fui a sacar el carnet de identidad a mi madre, y me encontré con que era un segundo piso con un montón de escaleras y estábamos a 3 grados bajo cero, y a mi pobre madre le dio algo y tuvimos que ir al hospital.
Eso lo sabe la policía municipal y todo el pueblo. Pero por decir que el alcalde no valía nada y que es mala persona, estoy vetado… Por expresarme y defender a mi madre y a todas las personas que están en su situación estoy muerto en este pueblo.
¿Cómo te sientes ante esta situación? ¿Qué se te pasa por la cabeza?
Me siento muy humillado…
¿Tú sabes cómo me siento cuando mi madre que lleva toda su vida luchando, que tiene ya 71 años, inválida, viuda y con una pensión de 500 euros, sea la que me tiene que dar de comer a mis 47 años? ¿Qué pensará mi madre de mí?
Y sobre todo, ¿mis hijos qué pensarán? Seguro que dicen “¿este hijo puta para qué los ha traído aquí?
Me imagino que tus hijos serán lo que más te duela de todo, y más aún después de todo lo que tuvisteis que luchar para conseguir adoptar.
Eso es lo peor, tengo a mis dos niños adoptados que pensarán que su padre es un cobarde.
Mi mujer sufrió 4 abortos y una operación, hasta que me planté y le dije que su vida era lo más importante, y entonces decidimos a adoptar.
Y nos costó 7 años y 7 millones traernos a mis hijos de Perú, ¡y yo les prometí que desde ese momento venían con un pan debajo del brazo! Y ahora míralos…
¿Tus hijos son conscientes del momento que está atravesando la familia?
Claro, mi niña tiene 12 y el niño 14, una edad muy difícil, y ni siquiera puedo comprarles nada. Tendrías que verlos cómo van, llevan unas ropas que las sacamos de donde podemos…
Y Kiko, yo no puedo ver así a mis hijos, que no tienen nada… ¡Qué ni siquiera puedo darles de comer! siempre tengo que ir ratoneando cosas para darles algo…
¿Tú sabes lo que es que llegue su cumpleaños o los Reyes y ver su cara porque no tienen absolutamente nada? Me pasa como ahora mismo, que no puedo evitar que se me caigan dos lágrimas por la cara…
Te juro que yo pensaba que mis hijos iban a ser los más felices de este mundo, pero ellos están bastante peor que yo… Tanto que les decía a mis hijos que iban con un pan debajo del brazo ¿y sabes lo que llevan ahora? ¡mierda!
¿Cuál crees que sería una posible solución para mejorar un poco vuestra situación?
Yo no quiero dar pena, porque ya lo único que doy es asco... Y tampoco puedo pedir que me ayuden, sólo que no me jodan ni me entorpezcan los que tengo a mi alrededor.
Lo único que pido es poder vender o alquilar el bar y poder irme de aquí, poder irme al campo, y trabajar de la naturaleza, que es lo mío, y conseguir que mis hijos sean felices y que mi madre pueda llevar una vida digna.
Porque yo me tengo que buscar la vida de cualquier manera, con un tractor, matando toros o yéndome al campo, pero tengo que hacer algo, me tienen que dejar salir de esta situación porque mis hijos tienen que comer y mi madre está en silla de ruedas, y así estoy muerto Kiko…
Jacinto, gracias por tus confesiones. Espero de todo corazón que esta situación se solucione en la medida de lo posible, y que consigas aquello por lo que llevas luchando tantísimos años: hacer felices a tus dos hijos.
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