Vallisoletana de nacimiento y de orígenes jordanos, entró a Gran Hermano a sus 28 años. Su paso por la casa no dejó indiferente a nadie. Tras ser nominada a la unanimidad por sus compañeros, se convirtió en la primera expulsada de la quinta edición de Gran Hermano por un 60% de los votos.
Ha sido colaboradora en programas de gran éxito como “Crónicas Marcianas”, “TNT” o “A tu lado”; e indudablemente su imagen siempre ha estado rodeada de polémica.
Hoy, Aída Nízar se sienta en nuestro confesionario:
¿Qué razones te movieron a presentarte a Gran Hermano?
Quería demostrar a la gente, que parte de la juventud no queremos vivir del cuento, que podemos aportar muchas cosas positivas a esta sociedad.
En resumen, quise dignificar un poco Gran Hermano con mi presencia, que la gente al pensar en el programa no se quedara únicamente con la imagen del edredoning.
¿Te arrepientes de algún suceso dentro de la casa?
Aída nunca se arrepiente de nada.
Aída, ¿ni siquiera cuando arrojaste un vaso de agua a la cara de tu compañera Carla?
¡¡Qué va!! ¡No se duchaba! Lo hice para explicarla para que se utiliza el agua…y no fue en absoluto un gesto racista, es asqueroso que alguien no se duche independientemente de su raza.
¿Qué te aporto la experiencia a nivel personal?
Sin duda descubrir habilidades innatas que yo misma desconocía. Gran hermano me enseñó que podía dedicarme a comunicar, y gracias a mi Dios es la profesión que estoy desarrollando.
¿Y a nivel profesional?
He trabajado en los programas con mayor éxito de Telecinco, con las ventajas que conlleva esa situación: unas nóminas cuantiosas, teníamos las mejores audiencias, el buen rollo entre nosotros…El éxito conjunto era el éxito de todos.
Económicamente he ganado mucho, ten en cuenta que por cada noche que me sentaba en Crónicas Marcianas cobraba un millón y medio de pesetas.
Actualmente tengo tanto desparpajo, audacia, rapidez e ilusión gracias a todos estos años compartiendo plató con grandes profesionales de los que guardo excelentes recuerdos.
¿Qué destacarías de cada uno de ellos?
De Javier Sardá la ilusión por el programa, de Jordi González la profesionalidad y el rigor, de Cantizano la dulzura con la que aprendes a ser noble frente a la cámara, de Cristina Tárrega el descaro con elegancia.
De Emma García simplemente “terrific”, no encuentro palabra en castellano para poder definirla. Era la primera en llegar, se preocupaba de todos los temas que íbamos a tratar en ese día, su gran dulzura frente a la cámara, y ante todo, es una magnífica compañera.
He podido trabajar con los mejores aunque me hubiera gustado trabajar con María Teresa Campos.
¿Consideras que hoy en día se puede vivir de Gran Hermano?
En esta vida quien vale, vale y los demás sólo sirven para vivir del cuento.
En Gran Hermano ha entrado mucha chusma y hay que demostrar lo que se vale, por eso ninguno sobrevive en el mundo de la televisión, hay muchos culos para pocas sillas…
Si tuvieras la oportunidad, ¿volverías a entrar?
Sí, por supuesto, espero ansiosa a las mentes más revolucionarias que pongan en marcha una edición especial de Gran Hermano que reúna a los ex-grandes hermanos más carismáticos. Sin ninguna duda sería un éxito de audiencia, hay que dar a la gente lo que quiere y nosotros podemos hacerlo.
En ese caso, ¿con qué grandes hermanos te gustaría compartir esa experiencia?
Elegiría en primer lugar a Aída Nízar, como cabeza pensante; a ti Kiko como quisquilloso y cotilla, a Marta López como punto de clase, y a Matías como el “bien queda”.
¿Volverías a ser tan polémica?
El problema es que yo nunca fui polémica, la gente creaba polémica en torno a mí, y los resúmenes no fueron fieles a la realidad. Yo volvería ser como es Aída, auténtica.
Mucha gente considera que ciertos comportamientos tuyos, como verte hablar con Dios de tú a tú, no son muy normales…
Kiko, me niego rotundamente a ser protagonista de una sociedad donde hacer lo que todo el mundo hace sea lo normal.
¿Qué aconsejarías a los próximos concursantes de Gran hermano 11?
A diario recibo miles de e-mails de personas pidiéndome consejo para ser seleccionados en los castings, y mi repuesta siempre es la misma: ¡hay que ser auténtico! Buscan personalidades que sepan lo que quieren. Sin duda la mejor estrategia es ser uno mismo.
En tu paso por la televisión te has ganado muchos enemigos…
Kiko, ¿sabes qué pasa? Que cuando eres una mujer de éxito, eres feliz diciendo lo que piensas, tienes la gran oportunidad de comunicar….suscitas lo peor de la gente. Por desgracia la envidia es la psoriasis del mundo, no tiene cura. Hay que trabajar mucho y muy duro en esta vida para demostrar lo que valemos y no siempre es apreciado por los demás.
¿Podemos decir que Aida Nízar hoy en día está alejada de las polémicas?
Considero que el nombre de Aída está desvinculado de ese mundo desde hace mucho tiempo. Ahora no tengo tiempo en mi vida personal para desperdiciarlo en criticar a los demás. Muchos podrán decirme que es justo lo que hacía antes, pero en un plató, porque formaba parte de mi trabajo. Pero hace ya un año y medio que estoy fuera de esas polémicas…
¿A qué te dedicas actualmente?
Soy presentadora de un Call tv, reparto dinero en época de crisis, ¿qué hay mejor que eso? Agradezco enormemente al señor Nicola por brindarme esta oportunidad.
Hay que tener mucho arte y desparpajo para estar durante 4 horas hablando sin parar delante de una cámara, sin ningún tema que debatir, sin colaboradores...es muy duro, pero me encanta mi trabajo, me encanta comunicar.
Mi libro va por la tercera edición, y estoy más que orgullosa. Mientras estoy terminando mis estudios de Derecho, imparto cursos de liderazgo, escribo una novela y me ocupo de mi blog: http://www.aida-nizar.com/
El otro día en tu programa Call tv recibiste una respuesta algo inesperada…
La gente tenía que llamar diciendo un nombre de mujer de terminara en –na, y un hombre de Málaga llamó diciendo “putona” a lo que contesté que sería un bonito nombre para su madre o su hija…No considero que me faltara al respeto en ningún momento ya que él se limitó a contestar a la pregunta. Además que en esta vida ofende quien puede, no quien quiere, y no puedo darme por ofendida por algo que por supuesto no soy. Luego volvió a llamar para decirme lo guapa que estoy en la tele, ¡es que al haber perdido 14 kilos la gente no deja de decirme que estoy fantástica!
Has tenido que hacer frente a acusaciones como la prostitución, ¿cómo lo has afrontado?
He visto a mucho famoso quejarse porque le reconozcan por la calle, y es una actitud tan sumamente poco grata, tan poco agradecida…Reconozco que a veces me gustaría observar sin ser observada, ¡pero me siento tan privilegiada!
Todo en la vida conlleva ciertos inconvenientes, y algunos bulos vertidos sobre mi persona duelen mucho, por supuesto, pero hay tantas cosas buenas, que procuro dejar lo malo de lado.
¿Mantienes alguna relación?
Actualmente Aída tiene un hombre en su mente y en su corazón, el tiempo dirá si en un futuro podremos compartir nuestros corazones.
¿Cuál ha sido el resultado del juicio con belén Esteban?
De momento no hay nada definitivo, mi abogado ha recurrido la sentencia. Me alegra que Belén Esteban me tenga miedo, porque sabe que la destruiría con muchas verdades, porque a mí no me causa pena ni compasión, lo único que me suscita es indignación.
Me han ofrecido plantarla cara, pero nunca he aceptado porque sacaría lo peor de mí y no estoy dispuesta a ello.
¿Qué opinas sobre la relación Pipi y Miriam?
No puedo evitar echar un capote a Pipi, para mí es un ejemplo de persona. Miriam vale mucho, pero tiene que darse cuenta que si hoy es una señora es gracias a Pipi, que apostó por ella y por su relación dándolo todo desde el principio.
Hay que tener en cuenta que desgraciadamente seguimos en un país machista y ser actriz porno no es una profesión para nada bien vista, y ciertos periodistas hipócritas, que hoy critican a Pipi, en su día no vieron con buenos ojos esa relación.
Aún recuerdo cuando únicamente querían a Miriam en programas para reírse de ella, cuando el único interés que producía era que enseñara las tetas en plató; y ahora si está trabajando como colaboradora es gracias a Pipi, que es el rey de la comunicación y está claro, que no hay mejor sitio para aprender que la cama.
Para finalizar, Aída, ¿cómo te definirías?
Aída es luchadora, tremendamente ágil delante de una cámara, alguien a quien todo el mundo debería conocer o por lo menos cruzarse un día por la calle; con muchísimas ganas de aprender y enseñar.
Tengo la intuición de que moriré joven y me gustaría que fuera con el cariño de España. No quiero ser como Michael Jackson, a quien se le reconocen sus éxitos ya fallecido. Tampoco pido morir con media hora de aplausos como Pavarotti pero sí que todo el mundo recordara a Aída como una luchadora.
Única, así es Aída Nízar. Gracias por tus confesiones.
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