Si la competencia del Ministro de Justicia va pareja con su capacidad y sensatez para explicar cuestiones de sentido común, estamos de enhorabuena. Le acabo de oír en el programa de Ana Rosa , mientras se iba comentando el juicio de Santiago del Valle y se criticaba La Ley del Menor, que las familias de las víctimas reclaman más dura.
Ha aportado Caamaño datos elocuentes: España tiene unas cifras impresionantes de reclusos con un menor número de delitos cometidos en relación al resto de países europeos, luego no existe el grado de permisividad que se presume. Pero lo más notable a mi juicio ha sido la respuesta a la pregunta sobre las garantías procesales a los menores.
Se ha dicho muchas veces que el menor imputado en el asesinato de Marta del Castillo, el Cuco, se derrumbó ante la policía que le detuvo pero que, una vez entró en escena su abogado, se contuvo, evitando una esclarecedora primera versión. ¿No sería mejor dejarle solo? A lo que el ministro respondió que todos tenemos derecho a una defensa y que las garantías procesales están para protegernos de los poderes del Estado, de los abusos policiales… en definitiva una pequeña y contundente lección de principios básicos del Estado democrático y de derecho. Todo demasiado obvio, pero…no lo olvidemos.