Lo que vivió la otra tarde Maria Dolores Pradera fue un acto de amor. Sus amigos, cantantes, actores, poetas…se reunieron en el Instituto Cervantes para decirle lo que más desea escuchar: que la quieren. Ella misma dijo que prefería que la quisieran al éxito y ambos objetivos se han cumplido en su larga vida. Iñaki Gabilondo, Ana Belén, Victor Manuel, Maria Barranco, Concha Velasco, Rosa León y otros muchos desgranaron un rosario de anécdotas que troncharon al personal.
Sólo una muestra de su ironía, de su finísimo sentido del humor: A la salida de un concierto le piden un autógrafo y ella con toda amabilidad lo firma y al extender el papel le suelta: tómese dos después de comer y dos después de cenar… y es que no para de reírse de sí misma. Contaba también Natalia Figueroa que compartieron siendo muy jóvenes una recepción de multimillonarios en La Moraleja , recibían en la puerta los señores Ford y Chrysler y ella, con la chispa que la caracteriza soltó: Srta.Seat, encantada.
Tiene mirada de niña asombrada y una rapidez mental que exhibe con naturalidad. Bromeando sobre los Goya , siempre lastrados por los plastas que recuerdan a toda su familia, dijo: deberían dárselo sólo a huérfanos…unas carcajadas después recordamos su famosa frase estando en un restaurante : ¿te puedes creer que no me acuerdo por qué me separé de Fernán Gómez? Y es que, como dijo alguien, era una conjunción de talento imposible. Una bomba como esta deliciosa flor de la canela que no
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s da siempre, con su mirada sobre el mundo y sus miserias, una impagable lección de vida.