Ya que mi último post trataba entre otros problemas de la soledad, una de las mejores formas de combatirla es con los que no nos fallan nunca, los animales.
Mis abuelos murieron cuando yo era pequeña, así que me regalaron un perrito para que no estuviese sola mientras mi madre trabajaba, se llama Baloo, aunque no es de raza y es un viejecito cascarrabias para mí es el mejor del mundo porque se convirtió en un miembro más de mi familia. Cada vez que vuelvo a casa, a pesar de sus 15 años, viene corriendo al rellano de la escalera para recibirme.
Llega el verano y muchos desconsiderados abandonan a sus mascotas en cualquier cuneta, estando así predestinados a morir solos y desamparados en la carretera. Si os animáis a adoptar, la mejor opción es sacarlos de las protectoras en las que los animales tienen "fecha de caducidad".
Por favor, en un país donde por desgracia la "fiesta nacional" consiste en torturar a un animal hasta la muerte a ver si poco a poco vamos ganando terreno y podemos sensibilizarnos en este tema.
Como la famosa campaña televisiva de hace años, "ellos nunca lo harían"...