Un conocido me contaba que se ha muerto la madre de un amigo suyo y que le dio el pésame diciéndole que sentía no poder ponerse en su lugar porque no había vivido eso. Me sorprendió su humildad, esa sencillez.
A veces leo a Elvira Lindo y siento no poder relacionar temas de la vida cotidiana con los mil libros que probablemente haya leído esta señora, a veces escucho a Ángel Herrero y admiro la contundencia de sus palabras, veo programas de viajes y me sorprende la valentía de comenzar de cero a miles de kilómetros del punto de partida, se me cae la baba con lo bonito que habla Antonio Banderas, su acento de andaluz que ha vivido en mil lugares y se ha relacionado con personas de todo tipo, me sigue emocionando la luz del amanecer, el cariño de la gente, las bachatas del verano, el olor a césped mojado, paso miedo en el cine, sonrío cuando mi amiga de toda la vida pone la misma frase en el móvil cuando yo la estoy escribiendo, disfruto durmiendo abrazada (esto para que tengáis algún buclecillo), me encanta el olor a pan tostado y café por las mañanas, el sonido de las gaviotas, comerme un costillar con alguna amiga cuando ambas estamos a dieta porque la trastada nos sabe mejor que la salsa barbacoa, comprarme una pulsera cara y sentirme la Tablada, le digo "¡anda y cállate!" a la tele cuando algún pretendiente me nombra, me satisface la adrenalina de llegar al tren 1 minuto antes de que salga, andar descalza por el pasillo tras una noche de fiesta sobre mis taconazos dorados...
Me habéis pedido por Twitter que os escribiese algún post ya que el mes de agosto me lo he tomado de medias vacaciones. Aunque no sea la más culta, la que ha viajado más, la que mejor habla o la más guapa, me alegra aprender, sentir, sorprenderme y compartirlo con vosotros.
Nunca me han gustado las películas de ciencia ficción, probablemente porque me es más fácil empatizar con la chica de la peli de humor, romántica o con la heroína de la película de acción, que con un superhéroe. Sin embargo, esta semana sí que os recomiendo "El Origen del Planeta de los Simios". ¡Ya las malas lenguas diréis que me siento una mona!
Entré a la sala casi obligada, refunfuñando con mi típica frase de..."esto no tiene argumento...", algo que llevo repitiendo desde el trauma que pillé con "Blade II" , de la que no me salí por no tenerme que ir sola... Por el contrario, César, un "monillo inteligente" de ojos verdes ha conseguido que me alegre de que los simios nos invadan poniendo fin a su esclavitud, a servirnos de conejillos de indias en los laboratorios. Pensé que la película estaría enfocada a monos malvados e indomables que se apoderan del mundo, estilo a lo que hacían siempre los indios en las películas del Oeste americanas, que atacaban con flechas al "pobre hombre blanco" sin venir a cuento, la historia al revés...Sin embargo en este caso se muestra al espectador el lado humano del mono y el salvaje del hombre.
Sé que muchos de vosotros estáis de vacaciones, os agradezco a los que seguís ahí siempre y a los que sacáis un hueco para escribir o leerme aunque sólo sea por curiosidad.
Un besote a tod@s!