El tiempo vuela
Dicen que al cumplir los cuarenta años el tiempo corre, a los cincuenta más aún, y a mi edad, ya no es que corra sino que vuela… O no existe, según se mire, que a veces también lo he pensado. Abril se me fue como un suspiro y eso que estuvo lleno de grandes emociones y con unas expectativas de futuro totalmente sorprendentes. Pero cuando me di cuenta ya estábamos en el mes de las flores, ese mes que tantos recuerdos me trae de mi infancia, cuando iba al cole y teníamos que llevar un ramo de flores a la Virgen… Era todo un acontecimiento subir al altar, ese trono prohibido para nosotras y solo reservado para los curas, y con una vocecita de niña que conserva la magia de la inocencia le recitaba a la Virgen algo quizá cursi, pero lleno de emoción, y luego le hacía la ofrenda.
Pues se nos acaba también este mes… Y yo, que he estado currando mucho, no he podido escribir en mi blog. Pero a cambio os voy a compensar con una revista que saldrá muy pronto, que espero os sirva de ayuda este verano.
Se fue Tauro y ya tenemos a los inquietos Géminis como reyes del Cosmos. Me fascina su simbolismo porque es la primera figura humana del horóscopo zodiacal. Se les asemeja a Cástor y Pólux, los dos hermanos… El primero mortal y el segundo inmortal, que son las estrellas más brillantes de la constelación.
Atento, Géminis, que una ola de cambios está por llegar… Que se lo digan a Teresa Campos con su Edmundo, o a Mar Flores y su sorprendente ruptura… A los políticos no los nombro porque me tienen muy despistada. Cuando le pregunto a mi bola se oscurece y no contesta, así que estamos buenos con el futuro de este país…
Anoche estuve en una recepción que dio la embajada de Jordania y los que me conocían me dejaron sorprendidos con sus preguntas… Nadie me preguntó quién iba a ganar las elecciones… Estaban más interesados en saber quién iba a ganar la Champions. Y eso, qué queréis que os diga, me hace sonreír interiormente, haciendo que las nubes de mis temores se disipen…
¡Feliz semana!