El signo de Cáncer… ¡que apueste alto!
El planeta Júpiter abandonará el signo de Géminis e ingresará en el signo de Cáncer (suceso que ocurre una vez cada doce años aproximadamente), abriéndose para los Cáncer un periodo lleno de esperanzas y de confianza en el futuro. Les llega el momento de conocerse a sí mismos y valorar la capacidad que tienen de adaptación a las circunstancias. Y es que este signo, regido por la Luna, ante las adversidades se vuelven pequeños, desaparecen, siguiendo los ciclos lunares, para recuperar fuerzas hacerse grandes, inmensos, con todo su potencial en expansión.
Tengo a dos compañeros pertenecientes a este signo en Qué tiempo tan feliz: Cristina Fernández, que despista un poco su forma de ser con su signo solar, y Jon Allende, de los supersingles. Para conocer sin lugar a dudas el estado de ánimo de éste sólo tienes que mirar la Luna. Los nativos de este signo tienen una personalidad compleja, misteriosa, atractiva y siempre sorprendente. Su intuición está muy acusada y si hicieran caso de ella no se equivocarían nunca.
Existe una gran compatibilidad con los otros signos de agua -Escorpio y Piscis-, pero para tener una relación estable, que les aporte ese punto de seguridad que necesitan los más adecuados serían los signos de tierra - Tauro, Virgo y Capricornio-
Con los signo de fuego -Aries, Leo y Sagitario- se quedan fascinados… Por su fuerza, su seguridad, su optimismo, pero lo cierto es que también se sienten un poco intimidados antes tanto fogonazo de luz y color. Eso si, su encuentro no deja de ser fascinante…
Con los signos de aire -Géminis, Libra y Acuario-, divertidos y chispeantes, se pierden totalmente. Sucumben ante tanta razón, tanta inteligencia, tan fabulosa comunicación… y no pueden sustraerse a su encanto.
Así que creo que todos los signos, por una u otra razón, pueden ser una buena pareja para Cáncer, que inició su reinado el día 21, cuando el Sol ingresó en su signo, anunciándonos el solsticio de verano. Su energía nos acercará más a la familia, a los valores tradicionales, al hogar, a la necesidad de rebuscar en nuestro pasado el hallazgo de cosas que permanecían ocultas y que ahora pueden salir a la luz.
Es un periodo muy favorable para buscar la seguridad en nuestro interior, para cultivar más el ser y menos el tener. Es el momento de estructurarnos interiormente, fortalecernos, manifestar nuestras emociones, y abrirnos a las intuiciones, premoniciones, dejándonos llevar por nuestro sexto sentido…
¡Y ha llegado el momento de disfrutar de unas merecidas vacaciones!