Llevo sin escribir una eternidad, si por eternidad se entiende el haber dado un paso al vacío, zambullirme en un caos, en el cual todavía estoy, para ir a lo desconocido. Totalmente desubicada estoy en estos momentos, pero en medio del caos he encontrado mi espacio mágico para poder crear algo que os llegue, y de esa manera cambiar un poco el chip de lo que supone un cambio de vivienda.
La verdad es que me estoy haciendo mayor. He contado los lugares en los que he vivido en Madrid, y en los últimos 15 años me he cambiado 10 veces. Siempre hacía lo mismo, regalaba todo, excepto mi cama, una cómoda de mi madre y papeles, libros y algo de ropa, pero poca. Y tenía la casa de mis padres, donde vivía mi madre, y allí se acumulaban en mi habitación de niña todo lo que no podía transportar. Así era muy fácil cambiarme. Era regenerarse, como un cambio de piel, con sábanas nuevas y toallas nuevas. Pero esta vez he recalado demasiados años en el mismo lugar y he vivido demasiadas emociones de dolor y felicidad que se han quedado impregnados en las paredes. Antes de marcharme me despedí de la casa. Cada día dormía en una habitación y me dejaba embargar por imágenes, recuerdos, vivencias… algunas me hacían sonreír y otras llorar, pero todo muy vivo, muy auténtico.
Y esta vez seguí con la misma dinámica, regalar todo, hasta la cama. Pero la casa de mis padres ya no existían, se acabó mi punto de referencia, y me fui con la mochila demasiado repleta, no podía dejar las cosas que estaban tan impregnadas de mi vida, así que me encuentro en una casa que parece un almacén, repleto de cajas, cajas y más cajas… así que entre tantas cajas ha sido imposible encontrar nada, por eso os escribo, para encontrarme yo. Ahora entiendo cuando a los ancianitos se los llevan a otro lugar y los primeros días se demencian… camino he estado, tengo surcos de cansancio en la cara que han desembocado en arrugas que me cruzan el rostro…, espero que esa locura sea fructífera.
Este año el Sol ingresó en el signo de Piscis el día 18, no quiso hacerse esperar, ahora vienen las dudas de siempre, el preguntar las personas que han nacido un día cúspide, entre un signo y otro, a qué signo realmente pertenecen.
Ha sido el cumpleaños el día 19 de Yusan Acha, el director de Que tiempo tan feliz, uno de mis queridísimos Piscis, se petó twitter, y no fue TT por muy poquito. Cuantos años hemos estado juntos, cuántos sueños y cúantas emociones hemos vivido en esta casa de Telecinco…
Con la energía de la entrada del Sol en el signo de Piscis, nos toca compartir emociones, abrir el corazón, sentir el calor humano que nos transmite este signo, y nos impulsará a echar una manita a quien lo necesite.
Piscis es el tercer signo de agua, y su energía nos ayudará a manejar mejor nuestras emociones, a sentirlas y a compartirlas. Y sobre todo, nos invita a soñar. Sentiremos que somos capaces de ir más allá de los límites impuestos, nos reinventaremos, disfrutaremos, nos atraerán las tentaciones, amaremos hasta el éxtasis en una pasión frenética de una persona que conoces una noche y que puede durar toda una vida. Felicidades a todos mis queridísimos Piscis, especialmente a Leni, Yusan, Luis Rollan, Eduardo Blanco.