La quiero, la adoro, reconozco que es mi debilidad… Desde el primer momento que la vi en los pasillos de Telecinco me fascinó. Y me ha seguido impresionando toda ella, su trayectoria, su lucha, su generosidad hacia los suyos, su amor a todos los que la rodean… Ella es Tamara Gorro. Bella por fuera y más aún por dentro. Tiene esa edad en la que los sueños invaden tu alcoba y dibujan una sonrisa en tu rostro cuando cierras los ojos y esperas el momento mágico en el que ese sueño se haga realidad…
Y para momento mágico el que ha vivido el pasado 12 de octubre, cuando su hija Shaila llegó al mundo… Sé de sus lágrimas, de su dolor, de su impotencia, de su lucha ante la adversidad… y de su esperanza, porque nunca la perdió. Y lo consiguió. Conocí a Shaila en esas ecografías que me enviaba Tamara mes a mes. Y rezaba, suplicaba a Dios, al Cosmos, al santo de mi devoción, a todas las deidades que me ayudan en los momentos difíciles, con una única plegaria: que Shaila nazca… Y Shaila nació. Y lo hizo con el Sol en el signo de Libra, signo de su padre, lo que le confiere una personalidad dulce, sensual, inteligente, amorosa, seductora… que sabe bien lo que quiere. A mí me fascinan los Libras porque tienen la sonrisa más bella del Zodiaco. Son tan elegantes y armoniosos, y te aportan tanto equilibrio y serenidad… aunque en su interior bulla un mundo de contradicciones y de deseos que chocan con su mente racional y analítica. Pero ése es uno de sus mayores encantos: sus dudas, sus indecisiones… Con ellos nunca sabes qué va a suceder.
Capricornio, signo de Tamara, es resolutivo, luchador, tenaz, constante, trabajador… No conoce las dudas ni los titubeos, persigue sus objetivos hasta lograrlos y nunca abandona. Esta semana el Cosmos está a su lado. Bueno, esta semana y muchas más…
En fin, mi querida Tamara y su marido, Ezequiel, han hecho realidad su sueño, y es que a veces los milagros existen. Sólo hay que creer en ellos…
¡Feliz semana!