Reconozco que me he quedado muy “tocada” al saber que han suprimido la emisión de los domingos del programa Qué tiempo tan feliz, y a partir de ahora solo se emitirá los sábados. Dicho así parece que no pasa nada. Los telespectadores se acostumbraran a ello y, aunque la audiencia castiga los cambios, al final se olvida. Sin embargo, detrás de este cambio hay muchas lágrimas contenidas, mucha preocupación, incertidumbre, vacío… Ocho personas se han quedado sin trabajo de la noche a la mañana. Y no será que no estoy acostumbrada a que finalicen los programas y con ello mucha gente pierda su trabajo, pero esta vez me ha llegado más hondo porque el día anterior al despido, cuando nadie intuía que era su último día de trabajo, celebré con toda la redacción del programa el cumple del director, Javier González Contera. Alrededor de la tarta todo eran risas y buen rollito. Jóvenes con ideas, ilusiones, esperanzas, sonrisas… Con ganas de darlo todo.
Cuando perdemos el trabajo el mundo se desmorona a nuestros pies, pero yo siempre digo que hay que hacer un gran esfuerzo para verlo como una oportunidad, y sobre todo hay que luchar para que la desesperanza no se apodere de nosotros y evitar ese pensamiento de “no voy a encontrar nada” que nos hunde y nos paraliza, y que dificulta mucho encontrar un nuevo trabajo porque, lamentablemente, esa sensación de inseguridad, de incertidumbre, la transmitimos cuando hacemos alguna entrevista y entramos en una dolorosa espiral de la que es difícil salir. Por esta razón, a todos los que acuden a mí en esta situación yo siempre les digo que mantengan bien alta su autoestima, que si han perdido un trabajo, vendrá otro, que lo importante es estar alerta y evitar pensamientos negativos paralizantes que te derrumban y te impiden transmitir lo que deseas, que es trabajar y darlo todo.
En cierta medida, los jóvenes lo tienen algo más fácil y para ellos no hay barreras geográficas, pero cuando ya tienes una edad, una familia que depende de ti, unas responsabilidades económicas que no puedes eludir, es terrible. Me rompo en mil pedazos y recurro a la magia y a todos los santos del mundo rogándoles que encuentren la forma de conseguir un empleo. Y tengo que deciros, así entre nosotros, que muchas veces con buenos resultados.
Me sentí muy aliviada cuando una de mis grandes amigas, redactora, se fue a engrosar las listas del paro y me dijo: “No te preocupes que ya saldrá algo. Ya sabes que ahora esto es así”. Ésa es la actitud que hay que mantener, y también es cierto que, lamentablemente, esto es así. Éste es un problema del que no nos liberaremos tan fácilmente. En el mundo de hoy, tenemos que estar preparados para enfrentarnos a estas situaciones que van y vienen, bailar con la vida y sacar lo más positivo de cada experiencia. No venirnos abajo, mantener la cabeza muy alta y la llama de la esperanza más viva que nunca porque en cualquier momento la vida da un quiebro y todo puede cambiar de pronto… Para bien. Para mejor.
Y ahora que el Sol está en Piscis, y todos estamos más generosos y solidarios, seguro que el Cosmos nos echa una mano para que los oscuros y desesperantes datos del paro se suavicen un poco…
Ánimo a todos, que la primavera traerá sonrisas y oportunidades a nuestra vida…
¡Feliz semana!