Hace casi cuatro décadas (1972) yo trabajaba en la Base Americana de Torrejón, y fue la primera vez que tuve contacto con la fiesta de Halloween. Los niños, disfrazados, visitaban las casas en las que había una calabaza encendida (que según la tradición anglosajona alumbra el camino de los difuntos) y pronunciaban la frase Trick-or-Treat, el truco o trato, y a cambio les daban todo tipo de golosinas.
Después comencé en Televisión Española, allá por el año 1989, a divulgar algo de esta misteriosa noche y a explicar cómo nos podíamos aprovechar de esa energía tan especial para nosotros mismos y para que actuara de bálsamo por la pérdida de nuestros seres queridos.
En casa de mis padres, siempre había visto lamparitas encendidas esa noche para que, según me explicaba mi madre, iluminasen y ayudaran a mis abuelos fallecidos allí donde se encontraran… Yo he seguido esa tradición. Pongo unas las lamparitas en un recipiente con agua y un poco de aceite, y las coloco cerca de la foto de mis padres. Pero ya no es sencillo encontrar esas lamparitas y por ello las sustituyo por velas blancas y flores blancas (*).
Samhaim Sabbat es una fiesta cada vez más popular, pero no olvidemos que es el inicio del año celta y el día de la diosa Hécate, la diosa anciana y de los poderes del principio oscuro femenino. el espíritu de los muertos visita a los vivos para darles consuelo.
Como os digo esta misteriosa noche se mueve una energía muy especial que debemos aprovechar… Podemos escribir en un papel las cosas negativas que queremos apartar de nuestra vida (como la enfermedad, la tristeza, la melancolía...) encender una vela roja y tirar los restos. En otro papel escribimos lo bueno que queremos que venga a nuestra vida y lo cubrimos con un trozo de calabaza. A la mañana siguiente tiramos la calabaza y el papel lo guardamos durante un año en un lugar cercano al sitio donde dormimos, dentro de una cajita.
Y si queremos hacernos con un poderoso talismán, debemos colocar en un plato castañas, una por cada miembro de la familia, y dibujar en cada una de ellas (con un rotulador o pintura blanca) la inicial de la persona para la que vas a ritualizar el amuleto. Hay que dejar las castañas toda la noche cubiertas con hojas de laurel y a la mañana siguiente retirar el laurel y entregar a cada una de las personas de la casa su castaña con su inicial para que la deje durante todo el año cerca del lugar donde duerme. Si tenemos que asistir a un juicio, examen, entrevista de trabajo o en cualquier circunstancia en la que necesitemos que la suerte nos sonría llevarla consigo será de gran ayuda.
*Las velas encendidas deben estar siempre en un lugar donde no haya riesgo de incendio y controladas.