La vida sería muy aburrida si día tras día tuviéramos en el cielo los mismos colores, las mismas nubes, los mismos atardeceres y amaneceres… Y es que hay un principio hermético que dice “como es arriba, es abajo”, y ya veis que estos meses estamos marcados por lo imprevisible, viviendo acontecimientos tremendos como el drama de los refugiados o la zozobra política que tiene sumido al país en la incertidumbre y casi paralizado… Este mes de marzo recién iniciado será muy singular astronómica y astrológicamente. Está teniendo lugar una danza cósmica en el cielo que puede poner “patas arriba” la Tierra… El primer acontecimiento tendrá lugar el día 8. Todos tenemos una cita con el cielo porque Júpiter, el segundo planeta más brillante del universo, considerado como el gran benefactor, el planeta de la suerte, podrá ser contemplado desde cualquier punto de la Tierra, un acontecimiento que ocurre cada trece meses y por el que nuestro planeta, la Tierra, se sitúa en línea recta entre Júpiter y el Sol, alineándose al mismo tiempo. El mejor momento para ver el brillante planeta será a medianoche, cuando se posicione en su punto más alto del cielo. El maravilloso espectáculo de poder contemplar al planeta Júpiter, que rige al signo de Sagitario (recordemos que España es Sagitario) nos traerá luz, esperanza y golpes de suerte que repartirá como un maná sobre las cabecitas deseosas de recibir un soplo de aire fresco, renovador, no contaminado, como una lluvia de sueños casi ya cumplidos… Será un instante mágico para pedir al Cosmos suerte y protección.
Y el otro gran acontecimiento que tendrá lugar en este mes que acabamos de iniciar será el día 9: un eclipse total de Sol en el signo de mi queridísimo Piscis. Ahora, con el revuelo político que sufrimos, asocio los cambios a los signos de los dirigentes. Pedro Sánchez es Piscis. Y el eclipse, que tiene lugar en su signo, momentáneamente puede borrar su estela, desdibujarlo, pero a medida que se vayan suavizando los efectos del eclipse recuperará su luz. Así que puede tener un bajón de energías y sentirse agobiado para emerger luego con más fuerza. Y algo similar les ocurrirá a los demás signos del zodiaco.
Lo cierto es que los eclipses parecen poner el dedo en heridas que no han cicatrizado, forzándonos a tomar decisiones, para intentar curarlas para siempre. Y su poderosa energía nos ayuda a apartarnos de aquellas personas o situaciones que nos cortan las alas para que no podamos levantar el vuelo en la búsqueda de nuestra felicidad.
¡Feliz semana!