El amor de Teresa Campos y Edmundo
Conozco a Teresa Campos desde hace casi treinta años. Comencé con ella en Televisión Española y he permanecido a su lado hasta que finalizó mi colaboración en 'Qué tiempo tan feliz'. En todo este tiempo se han ido sucediendo las alegrías, las historias, los momentos duros, la desesperanza, las ilusiones, las lágrimas, las sonrisas, el adiós a personas queridas que ya no están entre nosotros… Y lo último, el tremendo impacto que me causó la noticia de la isquemia cerebral que la apartó de su trabajo y de la que, afortunadamente, se va recuperando. El miedo y el temor iniciales fueron dando paso a la esperanza de verla otra vez sonreír. Y mientras tanto, Edmundo vivía su sueño de 'Supervivientes'. No se le dijo nada hasta que regresó y se enteró por Teresa, y es entonces cuando a él le tocó sufrir momentos de zozobra y estupor… Pero todo va recuperando su ritmo y vuelve la normalidad a sus vidas.
Desde el principio me gustó esta relación y nunca compartí que se especulara sobre los intereses materiales que podrían mover a Edmundo. A ver, yo me rijo por mi intuición y por los astros. Él es Sagitario: aventurero, jovial, con un gran corazón y siempre dispuesto a echar una mano donde haga falta. Si está con Teresa es porque la quiere. ¿Que esa relación le ha devuelto el protagonismo perdido y ahora vuelve a estar en el candelero? Sí, de acuerdo, pero ¿y qué? Teresa es feliz, no esperaba que en esta época de su vida fuese a vivir lo que está viviendo, y eso es lo importante.
Ambos son completamente distintos. Teresa es Géminis, el signo opuesto al de Edmundo en la rueda zodiacal, pero se complementan divinamente. Teresa sabe que Edmundo adora sentirse libre, que no soporta los agobios y que va a su aire, pero si ella lo necesita está el primero. Y en este momento Teresa precisa de ese amor, comprensión, dulzura y cariño que él le entrega. Si la pareja está funcionando en este momento delicado de ella es porque tiene unos sólidos cimientos que se han ido forjando a lo largo de estos años. La mirada de él es clara, transmite luz, no esconde nada. Me gusta. Y me gusta más todavía lo feliz que veo a Teresa, su alegría, el brillo de sus ojos cuando habla de Edmundo. Hay una complicidad y un cariño entre ellos que salta a la vista. Yo apuesto por esta relación. No importa lo que dure. Lo más importante no es el tiempo, lo eterna que pueda llegar a ser una relación, sino las vivencias, las experiencias, las emociones que se han disfrutado juntos… Feliz verano a ambos. Este año su destino no será Marbella, este verano será diferente. Y yo echaré mano de la magia y haré todos los hechizos que sé para que pueda vender su casa y comenzar en otro lugar, distinto, sin recuerdos, emergiendo una nueva etapa…
¡Feliz semana!