Alejandro Sanz y la sencillez
Se mascaba la tensión antes de entrar en el plató. La energía que se origina en las personas que trabajan en un programa en directo, como es Qué tiempo tan feliz, cuando viene alguien tan especial como Alejandro Sanz, es algo que no se puede definir con palabras.
En el plató había sillas adicionales para los cientos de invitados y no cabía ni un alfiler… El programa empezó a las 17.45h. Llegó mi turno y pedí al Cosmos entero que Teresa no me preguntara nada de su signo porque se encontraba en la última posición del ranking. La “culpa” la tuvo el eclipse que se produjo el día 25 justo en el signo de Sagitario, al cual pertenece Alejandro Sanz. Pues me lo preguntó y sonreí cambiando de tema.
Pero a vosotros sí que os digo cómo veo su futuro… Tiene por delante unos meses de cambios espectaculares en su vida. Lo que antes le atraía ahora dejará de hacerlo y necesitará moverse, contactar con otras gentes, volver a sus orígenes, cerrar puertas del pasado, abrir otras nuevas… Aburrimiento, ninguno; oportunidades, todas, pero seleccionará las que más le interesen y le permitan disfrutar de los suyos el mayor tiempo posible.
Tuve un instante para hacerme una foto que parece sacada de otra galaxia… Pero ese instante fue suficiente para darme cuenta de que ese chico sencillo, que vivía en Moratalaz, y que triunfa a lo grande en todo el mundo, conserva el encanto de la sencillez. “No me lo puedo creer –le dije-. Sigues siendo el Sagitario optimista, emprendedor, divertido, un pelín tímido y nada divo”. A lo que él, con su encantadora sonrisa, me respondió: “Es que ser divo es muy pesado”
Y luego, la entrevista de la Campos, que en mi opinión es una número uno entrevistando. Jamás se le ha ido el entrevistado sin hacerle aflorar todo lo que en ninguna entrevista anterior hubiera dicho. Los envuelve, los seduce, sabe qué preguntar, cómo y cuándo hacerlo, utiliza su lenguaje no verbal, la palabra adecuada, el gesto, la emoción…
Llevo veinticuatro años en este medio televisivo, y he comprobado que el divismo es algo que aflora a la primera de cambio. Hay divismos graciosos y tiernos, que te encantan, como el que acompañó siempre a una de mis queridísimas Piscis, Sara Montiel. Hay, en cambio, otros divismos patéticos, como el de algunos personajes que alcanzan notoriedad al pasar por algún programa televisivo. Al principio, entran en maquillaje y peluquería tímidos y sin saber qué hacer ni dónde sentarse, pero a la semana los ves mandando a las peluqueras y a las maquilladoras con unos aires… Y ellas, profesionales donde las haya, permanecen inalterables, en su sitio, sabiendo lo efímero de esa “fama”…
Y finalizamos el mes con los planetas concediéndonos una tregua después de los dos eclipses que nos han machacado el mes de mayo, el mes de las bonitas flores.
El día 31 se producen dos movimientos importantes: Marte ingresa en Géminis, en armonía a Júpiter y el Sol. Y esta energía tan fuerte va a contribuir a que nos sintamos combativos e inquietos. Los signos de aire -Géminis, Libra y Acuario- expresarán sus ideas con fuerza y convicción. Sagitario se verá envuelto en esa corriente de fuerza y vitalidad, y sabrá muy bien cómo debe dirigir sus objetivos. El otro movimiento que también tiene lugar el día 31 es el ingreso de Mercurio en Cáncer, que nos ofrece una magnífica ocasión para dejarse guiar por la intuición y las premoniciones. Intensamente emocionales tendremos los sentimientos. Lo más positivo de este día es que podremos sacar partido a la inspiración y a la creatividad. Los signos de agua –Cáncer, Escorpio y Piscis- se mostrarán sumamente afectivos, siendo un momento ideal para fomentar las relaciones familiares y estrechar lazos fraternales.
Esta semana, las fantasías y los sueños pueden interferir en nuestro día a día, evitando que consigamos objetivos reales. Nos costará poner los pies en el suelo, y es posible que nuestros sueños aleteen y se posen en el techo de nuestro dormitorio. Pero es tan bello soñar…