Recetas para aprovechar las ventajas del kale
Parece que en los últimos años estamos viviendo un gran auge por la cocina sana, buscando nuevos productos y técnicas para cocinarlos de una manera en la que no solo extraigamos todo su sabor sino que también favorezca al máximo el aporte nutritivo de los alimentos. En esta búsqueda los expertos en vida sana parece que han dado con el Santo Grial de las verduras: el kale. Vamos, la col rizada (o berza) de toda la vida, tan fácil de encontrar y tan olvidada a la vez, resulta que es un alimento completísimo. Gwyneth Paltrow, Jeniffer Aniston y otras muchas celebrities se han declarado fans absolutas de este vegetal por su sabor, su versatilidad, su contenido nutritivo y, sobre todo, por su bajísimo aporte calórico, lo que lo hace un alimento perfecto para dietas de adelgazamiento o simplemente si te gusta cuidarte.
El kale tiene ácido fólico y más hierro que la carne de vacuno, por lo que es perfecto en momentos de anemia. Además, tiene más calcio que la leche, es rico en fibra, magnesio, fósforo, vitaminas, potasio, lo que permite que sea muy fácil de digerir y que contenga propiedades antioxidantes.
Creo que resulta muy importante fijarnos en qué comemos y si podemos sustituir o incluir en nuestros platos productos como este, que nos van a ayudar a estar mucho más sanos y controlar nuestro peso. Por eso, aquí os dejo algunas ideas de cómo consumir este alimento tan nutritivo y que introducirlo en nuestra dieta habitual sea tan fácil como delicioso:
Sopa depurativa. Perfecta para desintoxicar el organismo, eliminar líquidos y deshinchar el abdomen. Además del kale, necesitarás cebolla, pimiento verde, tomate rallado, apio, un poco de perejil y un poco de ajo. Solo tienes que cortar los ingredientes en trozos pequeños y ponerlos a hervir. Añade el kale al final, que no quede demasiado suave ya que cuanto más cueza, más nutrientes perderá. Si quieres que sea un poco más consistente y que te sirva como plato único añádele unos pocos garbanzos.
En ensalada es una de las mejores formas de aprovechar sus nutrientes ya que se come cruda. Puedes preparar una ensalada deliciosa de kale y quinoa con granada y un poco de queso feta. Para el aliño te recomiendo una vinagreta de balsámico o vinagre de manzana si te gusta un sabor un poco más suave. También puedes añadirle unas semillas de lino o de calabaza tostadas para terminar de conseguir un plato redondo nutricionalmente y muy sano. Eso si, ten en cuenta que tienes que retirarle el tallo y dejar solo las hojas, que tendrás que trocear.
Chips de kale. En verano estamos acostumbrados a tomar algo con los amigos o a tener que sufrir mucho por no picar nada entre horas. Por eso, ingeniárselas para calmar un poco el hambre a media mañana o a media tarde puede ser nuestra mejor opción para mantener a raya la báscula y no llegar con tanta hambre a la cena. Os propongo unos chips buenísimos de kale. Solo tenéis que cortar las hojas separándolas del tallo y mezclar en un bol un poco de aceite de oliva con las especias que más os gusten y una pizca de sal. Después hay que impregnar las hojas con la mezcla de especias y repartirlas en una bandeja de horno sin que queden unas encima de las otras, y dejar que se hagan unos 8 minutos a 180 grados o hasta que estén crujientes. Tenéis que tener en cuenta que el tiempo depende de cada horno, así que mejor que las vigiléis constantemente porque se queman con mucha facilidad. Yo os propongo que las hagáis con pimentón, con ajo en polvo, cúrcuma, curry… y que luego las mezcléis para que cada una que comáis sea diferente.
Batido verde. Si lo que necesitas es depurar y perder líquidos, solo tienes que poner un poco de hielo en la batidora, kale, jengibre, manzana y limón. Tendrás un batido verde delicioso y fresquito para el verano. También puedes añadir otras frutas, como la piña.