¡Tés veraniegos!
Es muy importante mantenernos hidratados durante todo el año pero especialmente en verano que con el calor se suda y tenemos que reponer líquidos más a menudo. Yo ando con una botella de arriba para abajo todo el día. Y ¿llena de qué? Os estaréis preguntando.
Pues a mí en verano me encanta beber tés fríos y agua con alguna verdura o fruta. Os voy a contar mis favoritos y, como siempre, algunas de sus propiedades.
Mis dos tés favoritos son el de hinojo y el rooibos. Para hacer té frio se puede hacer de varias maneras. Hacerte el té y ponerle hielo (ahora os doy un truco sobre esto) o, una versión menos rápida pero creo que mejor, prepararlo y refrigerarlo.
El truco del hielo: para que no se nos agüe nuestro té, podemos o bien tener ya hecho hielos con los tés que tomamos más a menudo, para que no resten sabor al añadirlos, o hacer el té más concentrado. Para hacer el té más concentrado lo que tenemos que hacer es poner menos agua y más hierbas, pero nunca dejar las hierbas más tiempo del indicado. Si lo dejamos sobrecocinar, el sabor cambiará. Y evitar usar recipientes de aluminio a la hora de preparar infusiones.
Vamos con mi parte preferida, ¡las propiedades! Empecemos con las del hinojo. Es perfecto para reducir y prevenir la hinchazón del vientre. Gracias a que favorece la digestión y ayuda a prevenir los gases. Además, es diurético y por ello ayuda a depurarnos eliminando las toxinas por la orina. Aparte tiene más propiedades, aunque esas son quizá las más significativas y las que a más gente repercuten, y como el saber no ocupa lugar, sabed que también es antiespasmódico, expectorante y mucolítico, ayuda a regular la menstruación, se supone que potencia la producción de leche materna,…
El rooibos, que en realidad no es un té como tal, es una infusión, no tiene teína. Para no cambiar mucho de tema, esta tisana también ayuda en los procesos digestivos, y para no repetirnos con el tema de los gases, os cuento que calma las náuseas y los vómitos. He leído que ayuda a perder peso, pero en realidad lo que hace es prevenir y eliminar la retención de líquidos. Que sí, con eso se pierde peso, pero la retención de líquidos como que está en otro saco. Deshincha. Tiene un montón de antioxidantes, tiene beneficios directos en los dientes y en los huesos (por el contenido en magnesio, flúor y calcio), es bueno para las personas con diabetes, puede ayudar a regular la tensión si la tienes alta, ayuda a reducir los efectos comunes de alergias leves, inhibe la producción de cortisol así que ayuda con el estrés, etc. La verdad es que todas las cosas naturales tienen beneficios fantásticos y tenemos que aprovecharnos de ellos en vez de acudir a remedios “artificiales”. ¡Ojo!, que si te han recetado algo, hay que seguir las indicaciones de los especialistas, me refiero a que ayudan a prevenir y con cosas leves.
Además de los tés fríos, yo suelo tener en la nevera agua de pepino o agua de limón. Esta es la forma más sencilla que hay de darle vidilla al agua que nos vamos a beber. Aparte de ser más refrescante, es más saciante y más nutritiva que el agua sola. Y es sencillísima de preparar y se puede hacer con un montón de frutas y verduras más.
El agua de pepino nos aporta vitaminas y minerales. Además, ayuda a eliminar toxinas, depura nuestro organismo, y a regular la temperatura corporal, lo que es perfecto para esta época. La preparación es tan simple como lavar un pepino, hacer rodajas y meterlas en una jarra (botella o el recipiente que queráis) con agua y a la nevera. Lo ideal es dejarlo reposar durante 20 minutos para que pase a ser “agua de pepino” y no “agua con pepino”. Se le puede dar un toque más de vidilla añadiendo unas rodajas de limón, o un poco del jugo, y unas hojitas de menta.
El limón es conocido por sus propiedades antioxidantes y es remineralizante. Da un toque de frescura a todos los platos o bebidas a los que se lo añadamos. Se puede poner piel de limón, fresca o desecada, o un chorrito de su jugo a las infusiones también y le da ese toque diferente y delicioso. Pero también lo podemos disfrutar solo. En forma de limonada de toda la vida o, de la misma forma que se hace el agua de pepino, hacer agua de limón.
A vosotros ¿qué os gusta beber en verano?