Decir Benidorm es decir turismo, decir playa, decir kilómetros de arena fina y dorada.
Decir Terra Mítica es decir adrenalina, es decir aventura, diversión y sensaciones fuertes.
Decir Benidorm es decir ambiente, descanso, ocio. Es decir luz y fiesta.
Decir Terra Mítica es decir espectáculos, es decir experiencias inolvidables, es decir fuerza y decir relax.
¡Así que toma aire porque este post te va a dejar sin aliento!
He pasado un fin se semana de infarto. Lo que en principio se planteaba como unos días tranquilos en la Costa Blanca gozando de los últimos días de este alargado “veroño”, se ha convertido en un fin de semana emocionante.
Ya sabéis como son los niños y más sabiendo que tienen un parque de diversión cerca. Mi hijo se empeñó en ir a Terra Mítica y allá que nos fuimos a pasar la noche de Halloween.
Claro, una está acostumbrada al glamour de las fiestas y no al glamour de Halloween: La corte infernal de Egipto, El secreto de la pirámide, Requiem… ¡Increíble!
Para que os hagáis una idea, no hizo falta peinarme para la ocasión, porque con los sustos ya se me quedaron los pelitos como a la novia de Frankenstein.
¡Y no es que lo diga yo, es que Terra Mítica es un lugar lleno de sorpresas!
El día siguiente no fue menos espectacular. Me sorprendió mucho la apuesta que ha hecho el parque por la zona de aguas, un área enorme acuática inspirada en la cultura egipcia.
Hay tres espacios: Río Nilo, Jacuzzi del Nilo y La Laguna pensados para la diversión y el relax de toda la familia.
Vamos, que te puedes refrescar en el mismísimo río Nilo con sus estupendas piscinas y jacuzzis...
Cuando ya tienes las pulsaciones a un ritmo normal, llega Nerón, el emperador de Roma, y decide quemar la ciudad embriagado de poder. ¡Madre mía! Una impresionante producción circense que te deja con la boca abierta.
¡Y es que todo es así!
Una comitiva de guerreras sacerdotisas te hipnotiza con su danza oriental, momias que te atrapan en la mismísima pirámide del terror…
Y el cine… yo que creía que el cine en 3D era lo más… pues no, la tercera dimensión es cosa del pasado, ahora ya ha llegado la quinta dimensión, el cine 5D.
La verdad es que cuando vas con niños a un parque de diversión aflora también el niño que hay en ti, y eso me pasó a mí. Llego un momento que no se sabía quién era más niño, si mi hijo o yo… porque yo no me quería ir de allí sin montarme en una de las atracciones… ¡Y lo conseguí! Pero no sin antes advertirnos que eso era para profesionales de la diversión y las emociones fuertes.
Y así fue, todavía tengo el nudo en la garganta.
Pero ha merecido la pena.
Fiesta, espectáculos, sol, diversión y relax para un fin de semana en familia que ha dado mucho de sí.
¡Espectacular!