Parece que siempre que comemos algo con azúcar, tomamos café, bebemos vino… nos preocupamos por cómo le va a afectar a nuestro cuerpo pero, admitámoslo, ¿cuántos de nosotros nos paramos a pensar cómo le afectará a nuestros dientes? La boca es una parte de nuestro cuerpo que es esencial para nuestra autoestima pero, muchas veces, pasamos por alto sus cuidados ¡porque empiezan por algo tan sencillo como la alimentación! No somos conscientes de lo terriblemente dañinos que pueden resultar algunas de las cosas que comemos, ya no solo para los dientes, sino para nuestras encías también.
He hablado con el doctor Jaime Jimenez, director del Máster en Implantología de la Universidad Europea de Madrid y director médico de la clínica Ciro, para saber un poco más sobre cómo afectan los hábitos que tenemos a nuestra salud dental. “En materia de prevención, España ha evolucionado mucho, sobre todo porque en los colegios se está haciendo mucho énfasis durante los últimos años en lo más fundamental, la higiene y la dieta. Esto es algo que los niños asimilan y que resulta muy importante a la hora de prevenir las caries, que es un problema del que desencadenan otros muchos”. Pero claro, no podemos esperar a que sea absolutamente necesario ir al dentista por tener un problema “sería necesario hacer revisiones cada seis meses, para limpiar en profundidad y comprobar que todo está bien”.
Lo cierto es que, hablando con el doctor, me ha dejado bastante impresionada lo mucho que ha evolucionado el campo de la odontología, sobre todo, en materia digital. Según me cuenta, casi el 85% de los tratamientos se hacen de manera digital. Una pista: la famosa pasta para hacer moldes de los dientes casi podemos decir que no es necesaria. “Ha habido una auténtica revolución en los tratamientos, y España es un país puntero en el mundo a la hora de implantar la tecnología digital al ámbito de la odontología”, explica “de hecho, uno de las empresas pioneras en este campo, Digital Smile Design, tiene su sede en Madrid”.
Está claro que esto cambia muchas cosas, porque si hay algo que a todos nos ha dado respeto en la vida es la hora de ir al dentista. “Ahora mismo un paciente puede venir a la consulta y haciéndole dos fotos podemos comenzar con su tratamiento, superponiendo una imagen de la que sería su sonrisa ideal, diseñada en un ordenador”, dice el doctor, que hace énfasis, además, en que esta tecnología “no solo permite que los tratamientos sean menos traumáticos para el paciente porque son menos invasivos, sino que duren menos tiempo y que podamos aprovechar mucho mejor los materiales con los que trabajamos”.
Todos sabemos lo mucho que podemos expresar simplemente sonriendo, y lo mucho que nos afecta cualquier molestia en la boca. Por eso es tan importante que la cuidemos tanto como lo hacemos con cualquier otra parte de nuestro cuerpo y más con todas las facilidades que nos está dando la tecnología para que cada vez vayamos perdiéndole mas el miedo al dentista.