Este periodo entre finales de septiembre y principios de octubre es como el tiempo de descuento. Ya nos hemos reincorporado todos a la rutina y hemos asimilado que las vacaciones ya se han ido, así que ha llegado la hora de ponerse en marcha de nuevo retomando hábitos saludables o, tal vez, adquiriendo otros nuevos.
Seguramente a muchos nos ha ocurrido lo mismo y durante el verano hemos perdido de vista cosas tan simples como el no picar entre horas, se nos ha ido la mano más de la cuenta con la sal y las grasas, hemos tomado más alcohol o fumado más… Es normal, cuando estamos relajados es mucho más fácil caer en pequeñas tentaciones. Sobre todo en el picoteo entre horas, el gran enemigo de las dietas.
Así que, como estamos en el momento óptimo para retomar nuestra dieta saludable, esta semana he decidido tomármelo realmente en serio y comenzar a cuidarme. Pero claro, he estado pensando: ¿por qué parece que cuidarse es siempre sinónimo de sacrificio? ¿No debería ser al contrario? Porque tenemos unos hábitos saludables para sentirnos mejor. Si nos sentimos bien con nuestro cuerpo y estamos más sanos, somos más felices. Pero, la verdad, es muy difícil estar a gusto con nuestra rutina si prácticamente todo lo que nos gusta se convierte en una prohibición.
Con todas estas ideas en la cabeza fue como me encontré con las nuevas barritas biManán Komplett. Han desarrollado unos sabores nuevos que están tan buenos que no sabría decir cuál es mi favorito: chocolate negro con naranja, chocolate blanco con coco y limón y cheesecake con fresas. Todas tienen 170 kcal o menos, son espectaculares y, la verdad, encontrar algo así me ha reafirmado la idea de que cuidarse no tiene por qué estar reñido con disfrutar.
Además de lo buenas que están, contienen vitaminas, minerales, fibra y son ricas en proteínas, por lo que es un snack perfecto. Sobre todo porque lo metes en el bolso y te olvidas de la tentación de bajar a la máquina en la oficina o de pensar todas las mañanas en qué te llevas. Con meter una barrita y una pieza de fruta por si también pasas la tarde fuera de casa, tienes la media mañana y la merienda listas.
Otro factor que me parece muy importante destacar es el hecho de que deberíamos ser un poco más inteligentes con lo que comemos. Muchas veces desechamos de nuestra dieta ciertos alimentos porque solo nos fijamos en las calorías que tienen, olvidándonos en el resto de beneficios que nos aportan. Los frutos secos, por ejemplo, muchas veces son los grandes olvidados de nuestra alimentación, pero en realidad son muy ricos en grasas saludables, proteínas y vitaminas. Por eso, observando siempre que no sean fritos y no tengan sal o azúcar añadido, son una opción muy deseable también para las medias mañanas y meriendas.