Hay gente que toma plátanos para prevenir los calambres, pero yo he descubierto algo mucho más completo, la remolacha roja, un tubérculo rico en minerales como el potasio y el hierro, que además previene las molestias musculares tras un esfuerzo intenso.
La remolacha es esa gran desconocida para muchos, es una extraordinaria fuente de potasio, mineral imprescindible para el equilibrio de las células y para el correcto funcionamiento neuromuscular. De ahí que sea tan importante para los deportistas. El déficit de potasio en el organismo genera fatiga, debilidad, diarrea y calambres y dolores musculares.
Os voy a dar un dato, esta raíz contiene 400 mg de potasio por cada 100 gr. Y al ser rica en hierro es muy recomendable durante el embarazo y el ciclo menstrual.
Además es un alimento especialmente rico en vitamina C, con interesantes propiedades para la salud por su contenido en folatos, antioxidantes y fibra.
Es rico en flavonoides, unos antioxidantes que destacan por ser un potente anticancerígeno, por lo que su ingestión regular dentro de una alimentación equilibrada ayuda a prevenir la aparición de cáncer.
Aunque originalmente sea poco conocida por este beneficio, la remolacha roja también es interesante como protector frente a enfermedades cardiovasculares, sobretodo enfermedades del corazón. Este importante beneficio se lo debemos a su contenido en folatos.
Tampoco podemos menospreciar su contenido en fibra, lo que ayuda a prevenir el estreñimiento, uno de los trastornos intestinales y digestivos más comunes.
Es también un vegetal muy apropiado para las personas que sufren retención de líquidos o quieren desprenderse de esos kilos de más
Tenemos la suerte de encontrarla en el mercado en cualquier época del año y se puede tomar cruda o cocida, como guarnición o en sopas, cremas y ensaladas, sobre todo en verano por su sabor y su poder refrescante.
A mí me gusta tomarla en zumo (ya sabéis que adoro los zumos). Podéis mezclarla con manzana o alguna otra fruta y con alguna hortaliza dulce como la zanahoria.
Este zumo, al contener manzana, zanahoria y remolacha se convierte en una excelente bebida desintoxicante y depurativa. Para su elaboración necesitas 3 remolachas pequeñas, 2 zanahorias grandes y 1 manzana.
En primer lugar lava bien todos los ingredientes. Corta la remolacha, la zanahoria y la manzana en trozos y ponlo todo en la licuadora. Finalmente remueve bien y ¡listo para beber!.
Si después de tomar el zumo de remolacha o comerla cruda orinas rosa o naranja no te preocupes, es debido al contenido en betacianina, el pigmento de la remolacha. No causa ningún daño ni problema en la salud.
Mi nuevo lema: Dieta sana, ejercicio y remolacha. A partir de ahora va a endulzar mucho mi vida.