El aumento de peso durante estos meses de cuarentena es algo que se ha generalizado en la sociedad debido a la falta de movimiento, el exceso de tiempo libre y la incertidumbre acerca de nuestro futuro más cercano. Se han cambiado los hábitos de compra y de comidas a los que estábamos acostumbrados. Esto, sumado a las situaciones de estrés e inactividad se ha convertido, además de en un problema estético, en un problema sistémico que nos lleva a una constante preocupación por adelgazar.
Más de 7 millones de búsquedas en Google sobre “cómo adelgazar” es el resultado que nos dejan estas semanas de confinamiento. Los datos parecen indicar que los españoles hemos engordado una media de 3 kilos.
Este cambio en la manera de alimentarnos podría agudizar otro de los retos globales a los que nos enfrentamos, el aumento de la obesidad.
La ciencia sigue avanzando para encontrar los mejores métodos y tratamientos para acabar y dejar K.O a la obesidad y uno de los más novedosos y efectivos para combatirla es la Endomanga Gástrica, una reducción de estómago sin cirugía con la que el estómago queda como con una manga gástrica.
Yo no había oído hablar de este tratamiento hasta que lo escuché en las Clínicas Dorsia. En otras ocasiones os he hablado del balón gástrico y otros métodos para reducir el estómago, pero la Endomanga es muy diferente.
Para los que no lo conocéis, las Clínicas Dorsia cuentan con “Minerva”, la Unidad de Nutrición y Obesidad número 1 en tratamientos de obesidad. Ellos ofrecen este tratamiento de reducción de estómago sin cirugía, que hace que el estómago se reduzca, convirtiéndose en una solución para perder peso. Además, gracias a su programa de seguimiento y reeducación alimentaria se consigue cambiar eficazmente no solo el cuerpo, también el estilo de vida.
“Si el paciente cambia su estilo de vida a través de una reeducación alimentaria y un hábito deportivo no se recuperan los kilos perdidos. Desde Clínicas Dorsia damos mucha importancia a este proceso de reeducación alimentaria y ponemos a disposición de nuestros pacientes a nuestros nutricionistas”, afirma Javier Nebreda, Médico Endoscopista Bariátrico en Clínicas Dorsia.
La Endomanga es una revolucionaria técnica, diferente a la cirugía bariátrica tradicional, que se realiza enteramente por vía oral y cuya recuperación es muy rápida. Además, los riesgos que presenta son mínimos. Mediante un dispositivo endoscópico específico se estrecha y acorta el estómago, reduciendo su capacidad hasta conseguir una verdadera tubulización del mismo. Se introducen unos instrumentos hasta el estómago con los que se realizan pliegues a lo largo de todo el cuerpo gástrico, simulando una manga gástrica. La consecuencia: una mayor sensación de saciedad en las comidas y un mejor reparto de la ingesta calórica diaria.
El tratamiento se realiza bajo anestesia general y dura aproximadamente entre 30-35 minutos. El postoperatorio es muy rápido, ya que se trata de una técnica poco invasiva. A los pocos días de la operación se realiza un control médico para comprobar que el paciente evoluciona de forma correcta y, a partir de ahí, se comienza el programa de seguimiento. Se puede conseguir, como media, que el paciente pierda 25 kilogramos.
Se trata de la opción ideal para todos aquellos pacientes que no son candidatos a una cirugía bariátrica, porque su exceso de peso es moderado, pero buscan una solución también muy efectiva para poner punto final a su problema de sobrepeso.
Según Javier Nebreda, “el paciente indicado para este tratamiento debe tener un IMC entre 35 y 40.”
Parece que la Endomanga ofrece, por fin, un sistema perfeccionado capaz de soportar las contracciones musculares del estómago, manteniendo los resultados a largo plazo. La pérdida de peso comienza desde el día siguiente a la intervención. Pero para conseguir los resultados deseados, el paciente debe seguir las pautas alimentarias de los profesionales, gracias a esto se evita el efecto rebote. Una vez se realiza la intervención, el paciente comenzará un programa de reeducación alimentaria y un seguimiento médico y psicológico para adquirir unos hábitos saludables, supervisado en todo momento por los profesionales de Minerva.
“La Endomanga gástrica no deja cicatrices y es un tratamiento mínimamente invasivo con una recuperación rápida. ¿La ventaja más importante? Los pacientes notarán desde el primer momento mayor sensación de saciedad”- afirma Javier Nebreda- “En las primeras horas del postoperatorio puedes sentir molestias en la parte alta del estómago, pero las controlamos muy bien gracias a la medicación. Conforme pasan estas horas el dolor cede completamente. Los primeros días hay que empezar una dieta líquida, ya que el cuerpo no tolera más. Poco a poco irás añadiendo alimentos con mayor consistencia hasta que finalmente puedas comer cualquier alimento.”
Querer es poder y cada vez hay más soluciones para ganar el combate al sobrepeso. ¡Este ring está ganado!