Siempre se habla de la importancia de reducir las arrugas para quitarnos años de encima. Después de las arrugas, parece que lo más importante siempre es el contorno de ojos, los labios… Pero, digo yo, ¿nos hemos parado a pensar lo suficiente en lo importante que es para nuestro aspecto el tener o no papada? Aunque es cierto que, muchas veces, la papada o doble mentón aparece como consecuencia del sobrepeso o, incluso, de fluctuaciones rápidas y seguidas en nuestro peso, lo cierto es que también puede aparecer como consecuencia de la edad, los malos hábitos… O, también, como indicador de que algo no va del todo bien en nuestro organismo.
De la misma manera, es importante aprender a diferenciar si lo que tenemos es papada como consecuencia de una acumulación de grasa en la zona, si nuestro rostro no tiene unos ángulos demasiado marcados o si, simplemente, el paso de los años ha provocado que la piel se haya ido descolgando. A partir de los 30 nuestro cuerpo deja de producir colágeno de la misma forma que lo hacía anteriormente, por lo que la piel deja de tener esa barrera de sujeción, comienza a perder agua y aparecen las primeras arrugas y a descolgarse poco a poco.
Por todo esto, creo que es enormemente importante que no perdamos de vista la zona de la papada y que la cuidemos e hidratemos de la misma manera que nos cuidamos el rostro y el cuerpo. De hecho, podemos hacer ejercicios muy simples que nos ayudarán a perfilar el mentón y a prevenir que con el paso de los años aparezca la temida acumulación de grasa en esta zona.
Como en cualquier otra zona del cuerpo, en la papada hay músculos que se pueden ejercitar. Una manera muy sencilla, por ejemplo, es recitar el alfabeto vocalizando lo más posible y abriendo mucho la boca. Otra buena manera, por ejemplo, es tensar los músculos del cuello y hacer como que tragas. También es aconsejable mantener la cabeza lo menos agachada posible. Si estás todo el día trabajando delante de un ordenador, lo ideal es que la pantalla esté a la altura de los ojos para que no tengas que pasar horas y horas con la cabeza agachada.
Por otra parte, también es aconsejable limitar el consumo de alimentos que fomenten la retención de líquidos, ya que esta es una zona en la que se suelen acumular con muchísima facilidad. Por lo demás, has de tener el mismo cuidado que con otras partes del cuerpo: hidratación y protección del sol. Si a pesar de todo esto continuas llega un punto en el que aparece el doble mentón o ya lo tienes, hay algunos productos que pueden ayudarte a reducirlo. Los más efectivos que existen ahora mismo en el mercado son los de la gama Lipolift, ya que no son precisamente productos nuevos pero han demostrado una gran eficacia. Si en tu caso tienes un doble mentón formado por la acumulación de grasa, te aconsejo Lipolift Estructura. Contiene fosfatidilcolina, un componente altamente eficaz en la destrucción de las células adiposas, facilitando su eliminación por los canales linfáticos. Además, tiene propiedades reafirmantes que ayudan a que, una vez perdida la grasa de la zona, la piel vuelca a estar tersa. Si en tu caso lo que hay es un descolgamiento de la piel debido a la edad o a cambios de peso, Lipolift Sottomento es ideal, ya que es menos reductor que el anterior pero altamente reafirmante, por lo que ayuda a la piel a volver a estar tensa, suave y rejuvenecida.