Con la llegada del buen tiempo y el calorcito cada vez me apetecen más los zumos de frutas naturales, es como que me lo pide el cuerpo, algo fresquito, ligero y sano.
Las frutas no solo nos ayudan en nuestra dieta, sino que tienen muchísimas propiedades cosméticas que ayudan a nuestra piel y la cuidan desde el exterior. Así que no solo mi cuerpo, mi piel también me pide frutas para estar más joven y luminosa.
Los beneficios de las frutas en dermocosmética son múltiples, así que vamos a conocer algunos de ellos:
Todos sabemos que una alimentación equilibrada, rica en frutas y verduras, es uno de los principales aspectos que contribuye a que disfrutemos de buena salud y más belleza en nuestra piel.
Cada vez se valora más la utilización de productos naturales en cosmética y cada vez es más fácil extraer los principios activos que interesen de cualquier producto.
¿No os parece que los productos naturales a base de frutas tienen un cierto exotismo?
Los beneficios que pueden aportar a nuestra piel son realmente muy importantes:
Hay dos frutas que me encantan por todos sus principios activos y que intento que estén muy presentes entre mis rituales habituales de belleza:
Una de las primeras frutas que se introdujo en cosmética fue el Melocotón, la fruta que rejuvenece.
¡Dicen que es la fruta de la eterna juventud!
Tiene vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. Es rico en fibra y agua y tiene un alto contenido en carotenos. Es una gran fuente de vitaminas B, C Y E por lo que ayuda a mantener una buena salud. Contiene minerales como calcio, potasio, fósforo, azufre, hierro, magnesio, manganeso y cobre. Es un gran antioxidante, como fuente de vitamina C nos ayuda a combatir la formación de radicales libres y es un gran aliado para la piel ya que ayuda a la formación de colágeno.
Contiene mucha fibra lo que lo hace apto para los diabéticos ya que las personas con diabetes que consumen alimentos con fibra tienen un nivel menor de glucosa en sangre. Además protege la salud del corazón gracias a su alto contenido en fibra, potasio y vitamina C que reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Esto a nivel alimentación, pero a nivel cosmético es muy utilizado también por su gran cantidad de antioxidantes y el betacaroteno que previenen la aparición de arrugas y flacidez en la piel.
Las mascarillas son el producto estrella del melocotón ya que su pulpa es usada como remedio natural en el tratamiento de piel seca, sus hojas sirven para reducir las impurezas de la piel como los granos o espinillas y además, elimina las manchas.
Pero sin lugar a dudas, y por eso la dejo para el final, mi fruta favorita es la granada, que para mí es y será siempre la “súper fruta”.
Yo resaltaría tres características que hacen tan especial a esta fruta; su gran poder antioxidante, sus propiedades antiinflamatorias y sus efectos sobre el sistema inmunitario.
1. Antioxidante y protectora
La granada protege a las células de los daños producidos por los radicales libres, que provocan el estrés oxidativo y que dan lugar de forma directa al envejecimiento.
La granada posee una capacidad antioxidante superior a la de cualquier otra fruta, incluyendo arándanos, naranjas o moras. Hasta un 20% más que cualquier otra fruta.
2. Mejora procesos inflamatorios
Por un lado, la granada estimula y regula el sistema inmunitario disminuyendo los procesos inflamatorios. Y a su vez, reduce la presencia de enzimas inflamatorias. Gracias a sus numerosos principios activos como la punicalagina, es capaz de retrasar y reducir la aparición de artritis.
3. Regenerador Celular de la piel
Estimula la regeneración de la piel y la producción de colágeno.
La granada puede hacer maravillas sobre la piel seca o castigada ya que actúa como un agente restaurador y antiarrugas, atenuando y previniendo los signos de envejecimiento:
Esta primavera-verano tenemos garantizada la belleza y la salud gracias a las increíbles propiedades de las frutas.