Productos light: No es dietético todo lo que reluce
Estamos en plena temporada de uso (y también de abuso) de productos light, bajos en calorías, bajos en grasa, bajos en azúcares y bajos, en definitiva, en todo lo que creemos que nos va a hacer engordar.
Todos nos quedamos con la conciencia más que tranquila cuando, en lugar de tomarnos un café con azúcar, nos pedimos sacarina. Podemos excedernos tomando patatas fritas, pero siempre las acompañaremos de una bebida light, convencidos de que eso no nos engorda nada…
Yo, lo reconozco, lo he hecho con mucha frecuencia. Y es verdad que siempre pienso que mejor será tomar una bebida sin azúcar que otra con ella, si es que voy a comer algo que me engorde después. La cosa es ir equilibrando el consumo.
Pero, chicas y chicos, hombres y mujeres, no nos engañemos. A estas alturas de la película y con la cantidad de información que tenemos siempre a nuestro alcance, debemos tener muy claro que lo light, lo ligero, lo sin sal o lo sin azúcar ni engorda siempre menos ni es siempre sano. De hecho, el exceso de consumo de productos light puede hacernos (¡oh, sí!) aumentar de peso.
¿Por qué? Pues porque puede ser que un chocolate no tenga azúcar, pero tiene grasas, por ejemplo. O que una galleta sea integral, pero tiene azúcar. O que no la tenga, pero contiene harina.
Sí. Sé que a lo mejor no te lo esperabas, pero es así. Porque ni el azúcar es tan malo, ni los edulcorantes tan buenos como los pintan.
Muchos productos que denominamos light contienen por ejemplo, un endulzante que se llama aspartamo, y que recomiendan en algunas dietas proteinadas. Pues bien, consumido de manera muy frecuente puede agravar las enfermedades de hígado. La fructosa es otro ejemplo. Se usa como alternativa al azúcar natural, pero casi aporta las mismas calorías que esta. Por eso, es una buena alternativa, pero para los diabéticos.
Además, el abuso de muchos de los productos que supuestamente son “sin azúcar” producen unos gases y unos problemas digestivos más complicados que el propio exceso de peso en sí (cuando no hay obesidad, claro).
Los alimentos light son aquellos que tienen baja cantidad de algún nutriente como los azúcares o la grasa, por lo general un 30 por ciento inferior al producto convencional. Pero siempre tiene que haber un producto convencional del que parta el light. Lo que no debemos confundir nunca son los productos dietéticos y los light, ya que los primeros no es que tengan uno de esos nutrientes en menor cantidad, sino que hay alguno que directamente no lo tiene. Y esto, os lo digo desde ya, es fundamental saberlo a la hora de planificarse una dieta.
Ah, y otra cosa muy importante: el etiquetado. Siempre debe estar indicado el porcentaje de reducción de las calorías, del valor energético o lo que tenga reducido.
Personalmente, soy mucho más amiga de hacerme mis propios productos light que de comprarlos. Prefiero comer un filete de pollo a la plancha que unas salchichas bajas en grasa, una hamburguesa desgrasada o una compota de manzana en lugar de una mermelada light, que es posible que no contenga azúcar, pero tiene muchas otras cosas que no son buenas como los conservantes, colorantes.
Cuidado, por ejemplo, con algunos alimentos denominados “ligeros”, porque puede que lo sean porque tienen mucha fibra o porque llevan fructosa, pero también es posible que contengan algo de azúcar.
Yo, por eso, reconozco que a veces paso en el supermercado mucho más tiempo que el necesario, pero es que ya solo me falta llevarme una lupa para que no me den gato por liebre. Hay que leer las etiquetas y estar completamente seguros de que lo que estamos comprando no nos va a engordar, si es ese nuestro objetivo. Porque si nos engorda, mejor para eso comernos un trozo de bizcocho casero, que seguro que es más ligero de verdad.
No es necesario demonizar, ni huir de los productos light, pero sí hacer un poco de memoria cuando no adelgaces y te preguntes por qué. ¿Será tal vez porque lo que consumiste no tenía azúcar, pero sí harinas y féculas? Esa podría ser la respuesta.
Lo mejor, es bajar la sensación de ansiedad y no tener que recurrir a productos light, y eso se consigue con complementos como el Green Cofee de Biocol o las Raspberry Ketone. Con ellos no vas a necesitar preocuparte por tener a mano más que lo necesario para una dieta equilibrada porque de los caprichos, hasta te vas a olvidar.
¡Feliz semana!