Semana Santa, puentes, días de fiesta, fines de semana… El buen tiempo ha llegado y los días de sol, playa y montaña, también. Cogemos con ansia los primeros rayos, no solo por salud y para levantar el ánimo, más apagado durante el invierno, si no porque estamos deseando alegrar un poquito también el tono de nuestra piel…
Después de unos meses en los que hemos pasado del blanco leche al cetrino y algunos hasta al grisáceo, muchos nos volvemos locos para que nuestro tono sea más doradito.
Pero, claro, no estamos en verano, ni de vacaciones. El tiempo que tenemos para disfrutar del sol es limitado, pero queremos que nuestro bronceado dure y dure. Prentendemos estirar el bronceado de un fin de semana de mayo hasta julio y eso es complicado.
Complicado, pero no imposible. Porque aunque no puedas tumbarte en una hamaca y disfrutar a diario de un ratito de sol (eso sí, siempre con protección), sí puedes “maquillar” ese morenito para que parezca que dura más.
Y en este post te voy a contar como hacerlo. Pero desde el principio, desde los previos al sol hasta lo que debes hacer después.
Para empezar, quítate de encima todas las células muertas con una buena exfoliante y así prepararás tu piel para el sol. Hidratala muy bien para que no se te reseque a la primera de cambio con el calor, el agua y el aire. Una opción que a mi me encanta es la de hacerme una exfoliación general, pero de la mano de un especialista como es el doctor Jesús Sierra, de la clínica Deam. Él recomienda exfoliarse como preparación previa al sol del verano. Pero es que además aplica después de la exfoliación una rehidratación intradérmica cutánea que nutre muchísimo la piel.
Tan importante como exfoliar e hidratar es empezar ya a comer alimentos que potencien el bronceado como las zanahorias, que tienen betacaroteno, los tomates y el pescado azul. Ya sabes: mucha ensaladita de atún con tomate, zumos también de tomate y zanahoria como guarnición.
¿Ya tienes un tono doradito? Pues entonces has recorrido ya la mitad del camino. Ahora solo tienes que mantenerlo y, sobre todo, potenciarlo, es decir, que parezca más de lo que realmente es.
Eso se consigue con un poco de crema autobronceadora, aunque sin pasarse. Me encanta la marca St. Tropez. Tiene muchísimos productos para cubrir todas las necesidades, desde el rostro, el cuerpo, hidrantante con algo de color, autobronceador más intenso, menos… Me gusta porque puedo elegir en función del estado y del tono de mi piel en ese momento.
Con los autobronceadores, ya lo sabes, hay que tener mucho cuidado porque si no los aplicas con muchísimo cuidado, acaban dejando manchas. Hay que asegurarse de que lo hemos aplicado de manera muy uniforme (para eso es muy importante exfoliarse antes) por toda la piel, por detrás de las piernas, en la cara interna de los brazos, en las arrugas de las articulaciones, de los dedos, las rodillas…
Las toallitas de Comodines funcionan también fenomenal, sobre todo para la cara, porque dan un tono muy natural si eres capaz de extender el producto de una manera muy homogénea y en una capa muy fina.
Pero hay una línea de productos de Tegoder que me fascinan, que son la Crema Inteligente y la DD Cream. La primera actúa a nivel interno, activando los melanocitos, igual que sucede por la acción del sol y, por tanto, produciendo un tono natural característico de cada piel. La evolución del color de la piel es gradual y homogénea. La segunda, es la siguiente generación a la BB Cream que no contiene pigmentos y que proporciona una progresiva reactivación del bronceado.
Sin embargo, si no te atreves con el autobronceador en la cara de Comodines, algo que os pasa a muchos, están los polvos de sol aplicados en nariz, párpados y pómulos. Y siempre con un colorete anaranjado. Los maquilladores recomiendan para el maquillaje de ojos, pómulos y labios los colores de las frutas de temporada: cítricos, melocotón, sandía…
Para el cuerpo, tienes el aceite corporal de oro Sun Touch de Armonía, maravilloso para aportar un acabado satinado al tono de la piel, gracias a sus finísimas partículas de oro. Ayuda a potenciar el bronceado de manera espectacular. Para mi, este producto ha sido todo un descubrimiento.
No obstante, lo más importante a la hora de tomar el sol es la protección. Sabes que no paro de advertirte sobre los peligros que tiene el sol para la piel y lo rápido que envejece esta cuando no la protegemos convenientemente. Usa cremas protectoras de calidad, no una cualquiera que encuentres en unos grandes almacenes. Se trata de tu salud y no puedes ponerle precio. Yo te recomiendo las de Histomer y la Crema Solar Armonía Sport Line, ideal para todo el año, especialmente cuando salimos a la calle a practicar un deporte al aire libre o, simplemente, a dar un paseo bajo el sol. Me parece que son dos productos fantásticos y de altísima calidad.
Así que, ya sabes: el sol nos pone guapísimos, nos cambia la cara y nos alegra la vida. Potencia tu bronceado todo lo que puedas, porque tienes todas las armas para conseguirlo pero, lo más importante, tómalo con precaución y con mucha protección. Más vale que nuestro bronceado lo mantengamos de forma artificial que envejecer de forma prematura o llevarnos un susto que ninguno queremos tener.
¡Hasta el próximo post!