Lo que yo le pido a un centro de belleza
Una de las cosas que considero significativas a la hora de someterme a tratamientos de belleza es saber dónde realizarlos, ya que el tener que contároslo hace que exija mucho más, para que tanto vosotras como yo tengamos lo mejor para nuestro bienestar, salud y estética. Como siempre os cuento, es importante, ya que ante cualquier descuido, un tratamiento de belleza puede convertirse en la peor pesadilla de cualquiera o en algo completamente inútil y muchas veces no sé cuál de las dos es peor.
Con lo cual, vamos a buscar en este artículo salir de un lugar y darnos cuenta de que hemos elegido la opción más acertada. Hay miles de recomendaciones al respecto y muchísimos centros, para mí la experiencia y el tiempo de recorrido que nos ofrecen estos centros es importante, a la par que os ofrezca una gama amplia de resultados.
Tenemos que exigir tratamientos de calidad, que sean buenos y funcionen de verdad. Pero esto, no siempre depende en exclusiva del tratamiento, también influyen otros factores, como el profesional que nos lo aplica, la tecnología con que se lleva a cabo y si es el adecuado para nuestra piel.
A la hora de elegir el centro, yo elijo centros que tienen una amplia gama de tratamientos, de forma en la que según la necesidad que tengo en el momento y el estado de mi piel, se pueda adaptar de la mejor forma posible para conseguir los mejores resultados. Esto tiene mucho peso, ya que a veces, por ejemplo, queremos un tratamiento en concreto, no nos lo podemos quitar de la cabeza y lo deseamos muchísimo, pero tal vez nuestra piel no esté en condiciones para recibirlo, o no sea un tipo de piel indicado para el mismo. Es importante que tengamos la opción de recibir algo apropiado a nosotros.
Esto me lleva a mencionaros que el centro tiene que estar formado por los mejores profesionales del campo, que sepan detectar si un tratamiento es el indicado o no. Es importante también que realicen un diagnóstico previo de cada persona, ya que no todos recibimos de igual manera los tratamientos. Una vez elegido, tienen que saber llevarlo a cabo de la mejor manera que exista.
Es destacable también que el centro debe estar correctamente acondicionado para que nos sintamos a gusto en él y recibamos de la mejor manera posible todos los beneficios de lo que nos vamos a realizar.
Los productos con los que se realizan los tratamientos tienen que ser cuidadosamente elegidos, no me vale cualquier cosa, ya que en una gran cantidad de ocasiones es la base de todo el proceso. Tienen que ser de buena calidad, novedosos y en resumen, lo mejor del mercado.
Uno de mis tratamientos corporales favoritos es el Reset Massage. Lo que consigue es acabar con la grasa, celulitis, retención de líquidos y flacidez, desbloqueando el cuerpo y reabriendo las zonas por las que fluye la energía, ya que estas, con el estrés, la mala alimentación, excesos… se nos endurece y no recibimos de manera correcta los nutrientes. Se devuelve la normalidad al tejido.
Otro que también me encanta es el R-200, un tratamiento que trata el acné, la rosácea, difumina cicatrices, estrías y marcas, combate la celulitis… incluso trata dolores. Se trabaja con radiofrecuencia y prepara el cuerpo aportando ATP, además prepara los tejidos para las siguientes intervenciones. El efecto es una piel tonificada, remodelada y uniforme. Se produce un efecto lifting y se regeneran las fibras de colágeno.
Uno de los centros que más gusta y más recomendable donde yo me siento como en mi casa y que me encantaría que probarais es el centro de Monte Esquinza de Carmen Navarro, el más reciente de los siete centros que llevan este nombre. Es una pequeña Boutique donde se cumplen todas estas exigencias y donde se encuentran los mejores tratamientos dedicados a la belleza integral.
Además de la garantía que ofrece el nombre, cuentan con la experiencia de décadas dedicadas a la investigación, estudio y búsqueda de la excelencia en cuanto a este tipo de tratamientos se refiere. Ofreciendo un menú de posibilidades para quienes exigimos los mejor para nosotros mismos.