Acabo de pasar una temporada de mucho estrés y de mucho trabajo: problemas familiares, horarios imposibles, una agenda saturada de cosas que hacer… De repente, un día me senté y me dije: ¿cuánto tiempo hace que no te dedicas unas horas a ti misma, sin nadie más? ¿Cuándo fue la última vez que pasó más de una hora sin que miraras el reloj? Y me di cuenta de que nos pasamos la vida dedicados a todo menos a nosotros mismos.
Así que hoy quiero animaros a que os reencontréis. Sí, de vez en cuando merece la pena hacerlo en soledad y disfrutando de un momento placentero como puede ser una tarde de spa. Venga, no es tan difícil. Solo tienes que marcar la tarde en rojo en tu agenda (ese día no puedes comprometerte con nada ni con nadie), desconectar tu teléfono móvil y buscar el spa donde quieras olvidarte del mundo.
Hay varios que me encantan y que he probado ¿Qué nunca has estado en uno? ¿Nunca te has dado unos chorros? ¿No has disfrutado de una sauna? ¿De un pediluvio? ¿De un masaje descontracturante? No me lo puedo creer. Coge papel y lápiz y apunta el que te venga mejor. Solo hay que tener ganas.
Los aromas, las texturas y las sensaciones te trasladarán a otra dimensión y aunque sea por un momento te olvidarás de lo malo que te atormenta y del estrés y las prisas. Creo que como terapia para cualquier estado vital, un spa siempre va de maravilla.
Yo soy mucho del Spa médico de la clínica Sha Wellness, que está en Alicante y es un lugar donde realmente no me falta nada. Para los que sois de mi tierra, os lo recomiendo por la cercanía, y a los que no, pues merece la pena que os acerquéis.
También por mi tierra, y también en Alicante, está el Asia Garden Thai Spa. El concepto es muy parecido al de la clínica Sha, pero más placentero que médico. Este último se trata de un hotel de lujo con tratamientos relajantes, también de lujo.
Otro spa realmente maravilloso es el del Hotel Abama de Tenerife con unos tratamientos de hidroterapia y relajantes que son para morir de placer. Te los hacen a medida según tu estado de ánimo, así que como para no salir felices de allí. Yo siempre salgo nueva.
El spa del Gran Hotel Bahía del Duque, en Tenerife, también es uno de mis preferidos. Sus zonas de relaz entre sus jardines aromáticos rodeados de piedra volcánica son absolutamente exquisitos para olvidarse de todo. O sus tratamientos nutritivos de karité. Es el primer spa L’Occitane en Provence de España.
Quiero probar también el Claustro termal Burgo de Osma en Soria, que creo que es un sitio único donde la piscina medicinal se halla bajo el patio de columnas renacentistas.
Si os cuento todo esto es porque hace unas semanas pasé unos días inolvidables en Royal Garden Villas & Spa, en Tenerife, un sitio que me hizo reencontrarme a mi misma y relajarme hasta que recargué todas las pilas y me puse a tope de energía. Sobre todo de energía positiva porque no sé qué le pasa a estos lugares, que transmiten una energía siempre buena.
La experiencia, en un momento en el que yo no me sentía del todo bien, fue genial, por eso quiero recomendaros algo así, porque de verdad que ayuda muchísimo, porque creo que un lugar para relajarte y para dedicarse a uno mismo en un momento adecuado y necesario, puede salvarte la vida. Eso sí, nunca olvidéis un buen masaje, uno de los detalles que hará que realmente la experiencia merezca la pena. Da igual el que sea, con tal de que os haga sentir un placer que no habéis sentido desde hace tiempo.
¡Hasta pronto!