El mágico poder de la linaza para la salud
Hoy quiero hablaros de una semilla a la que le prestamos muy poca atención. Una semilla muy desconocida pero que, os confieso, se ha convertido en parte fundamental de mi dieta desde hace un tiempo. No os imaginais lo bien que me sienta, el bien que le hace a mi organismo y todo lo que puede hacer por el vuestro.
Es pequeña, pero sumamente poderosa… Tanto, que ayuda a reducir el colesterol, a estabilizar el azúcar en la sangre, a reducir la pérdida ósea, a promover la pérdida de peso y hasta ayuda a prevenir el cáncer.
En fin, ahí es nada. Ya con este comienzo espero que os pique la curiosidad y os animéis a descubirla.
La linaza se puede encontrar en algunos mercados y en herboristerías en diferentes formas: semillas de lino molidas, semillas enteras o en forma líquida, en aceite. Precisamente el aceite es más rico en ácido alfa linoléico que la propia linaza entera.
Desde que la empecé a tomar he notado cómo mi sistema digestivo ha mejorado y ahora va como la seda. Hace mucho más fácil el tránsito intestinal. Lubrica y regeneral la flora intestinal y es un laxante por excelencia. Además, ayuda a eliminar toxinas porque contiene más fibra que ningún otro grano.
Como os contaba al principio, la fibra soluble de la linaza reduce el colesterol, ayudando a prevenir la acumulación de placa que obstruye las arterias. Además, ayuda muchísimo a reducir los niveles de azúcar en sangre.
Seguro que a estas alturas del post te estás preguntando cómo se come esta semilla, que no has visto jamás. Pues te cuento, porque esa pregunta también me la hacía yo antes de conocer más en profundidad la linaza. Hay varias fórmulas. Por un lado, puedes tomarla en pastillas por la mañana y por la noche, pero también puedes consumirla molida en cucharaditas o mezclada en alguna bebida que te guste: un zumo, una infusión, un batido… Y, cómo no, también puedes comer directamente la semilla si lo prefieres así. Es recomendable hacerlo de esta manera si tienes problemas de estreñimiento.
Uno de los usos más frecuentes que se le da a la linaza es el de ayuda para perder peso. ¿Sorprendido? Pues sí, porque es muy saciante y contiene, además, cinco veces más fibra que otros cereales como la avena. Y no creáis que es apta solo para unos pocos. No, de niños a mayores, todos la podemos consumir, incluso las embarazadas.
Otra de las propiedades que se le da a la linaza y que creo que es la más importante de todas es la de tener un papel fundamental a la hora de prevenir el cáncer de colon y de mama, gracias a su alta concentración en lignanos, que podrían inhibir el crecimiento del tumor.
Pero es que aún hay más, y por eso es que me he vuelto loca con la linaza: con su consumo regular, la piel se vuelve más suave y es ideal para pieles sensibles al sol. Dicen también que es maravillosa para la calvicie y como tratamiento para prevenir la caspa.
En fin, ¿qué más os puedo decir para convenceros de que la introduzcais en vuestra dieta por vuestra propia salud? Es buena para todo. Un producto de esos que merece la pena tomar a diario. Yo, de hecho, he empezado a comer pan de lino y a tomar unas cuantas semillas al día.
Eso sí, dicen que el aceite de linaza es bueno también hasta para el sexo y que desbloquea la circulación sanguínea de las arterias de la pelvis, una de las causas de la disfunción erectil. En fin, no te puedo dar fe en este aspecto porque nunca he probado el aceite, pero si tienes problemas de este tipo ¡nunca estará de más que lo pruebes!
Espero que este producto te seduzca tanto como a mi. Ya verás que es muy fácil de tomar y que todo lo que te va a aportar es buenísimo.
¡Ya me contarás!