El frío puede ser tu gran aliado
En esta época, todos nos quejamos del frío y a todos nos cuesta salir a la calle. Si bien es cierto que el frío es causante de nuestros resfriados y de que salgamos con un montón de capas de ropa, también puede ser la causa de muchos beneficios para nuestro cuerpo.
Aunque con bajas temperaturas lo que más nos suele apetecer es quedarnos en casa, realmente el frío nos permite estar más activos, ya que provoca que nuestro cuerpo una crecida en la cantidad de energía, despertándonos y haciendo que estemos más rápidos tanto física como mentalmente, permitiendo incluso que pensemos de manera más clara, siendo esto muy beneficioso para nosotros mismos.
Utilizamos el frío sobre todo a la hora de tratar los esguinces, algún golpe o contusiones, ya que ayuda a que la sangre circule y no se quede en la zona afectada. Esto mismo, sirve a la hora de ayudar a quienes padecen de una mala circulación, ya que la reactiva y favorece que molestias causadas por piernas hinchadas, cansadas… vayan disminuyendo e incluso desaparezcan. Esto se debe a que ayuda a desinflamar y con ello, disminuyen de manera notable las molestias.
Uno de los efectos más visibles del frío se produce en nuestra piel ya que los vasos sanguíneos se contraen y llega menos sangre, disminuyendo así la cantidad de nutrientes y oxígeno haciendo que la piel esté más tersa, creando un falso efecto lifting dejándola con un aspecto más suave y tirante. Aunque esto como siempre, en su justa medida, ya que al ser la piel la encargada de la termorregulación de nuestra cuerpo, no podemos exponerla al frío durante demasiado tiempo, ya que esto la perjudicaría. Cosas como un paseo nocturno para sacar al perro es una buena actividad para dejarnos una piel bonita.
A la hora de hacer un deporte continuado, nuestro cuerpo quema las grasas acumuladas y no sólo las que hemos ingerido con la comida. Pues bien, el frío causa el mismo efecto, quemando las grasas que nos queremos quitar de encima y ayudándonos a adelgazar. Una combinación adecuada de deporte y frío puede ayudarnos a la hora de perder peso. Como dice el catedrático de Fisiología del Ejercicio de la Universidad Europea de Madrid, Alejandro Lucía, “realizar ejercicio con frío adelgaza porque se activa más el metabolismo y se quema una mayor cantidad de calorías”. Al activar la circulación, el frío permite que nuestros músculos estén más tonificados.
Os quiero destacar que cuando vayáis a hacer ejercicio con frío es importante ir protegidos con la ropa adecuada, ya que al igual que la temperatura sí es beneficiosa, el viento y otros factores pueden secarnos mucho la piel. Ponernos un gorro, guantes y calcetines y calzado adecuado nos puede ahorrar muchos males.
También es muy importante que realicemos un calentamiento adecuado, tanto antes de salir de casa como al llegar, ya que esto hará que disminuya el riesgo de lesiones y de que cojamos un constipado.
Como os comenté, el frío se utiliza para tratar lesiones, pero también lo podemos encontrar en diversos tratamientos, uno de ellos, muy utilizado tanto a nivel estético como en el deporte es la crioterapia, que favorece la circulación y con ello la alimentación celular. Algunos de los beneficios de la crioterapia son favorecer la acción de la insulina y la correcta secreción de enzima pancreáticos.
La crioterapia favorece la digestión estomacal y mejora la absorción de nutrientes e incrementa la musculatura intestinal. Tanto la mejora en la circulación como a la hora de recibir nutrientes en las digestiones, provoca que nuestro organismo elimine de una manera correcta las toxinas, en especial las sustancias tóxicas acumuladas en tendones y articulaciones.
Otro tratamiento muy conocido y que se puede aplicar de diversas formas, son los contrastes, que consisten en baños, que como su propio nombre indica, contrastan el frío y el calor de manera continuada. Los podemos encontrar en spa, en centros de belleza e incluso realizarlos en casa. El paso del frío al calor y viceversa, consigue una continua vasodilatación y vasoconstricción, reactivando la circulación y haciendo que a la zona que esté sometida a los contrastes le llegue un mayor número de nutrientes y deseche toxinas.
Como consejo final, os quiero recordar que aunque haga frío, es importante hidratar nuestra piel y protegerla del sol con una crema adecuada a las necesidades de cada una, ya que aunque no lo notemos, en invierno la piel pierde mucha agua y el sol sigue presente.