Tenemos a San Valentín ya con las flechas del amor apuntando y nosotra@s con estos pelos…
No falta nada ya y hay que preparar nuestras mejores armas de seducción con nuestra pareja o con quien estamos intentando que lo sea. Una de las más poderosas es el perfume, el olor, el aroma que desprendamos y que le llega a nuestra pareja. Y de eso quiero hablaros hoy.
Para empezar, os contaré mis secretos, lo que yo uso a diario. Me encanta perfumarme todo el cuerpo, es decir, que no soy de las que se aplica un poquito de perfume detrás de las orejas y sale a la calle. Me gusta impregnarme el cuerpo de una colonia fresquita, que era la que le ponía a mi hijo Marco cuando era bebé. Se llama Petit Cheri y tiene un olor a niño pequeño maravilloso, que me recuerda a hace años, cuando aún tenía meses. Me encanta rociarme esta colonia por toda la ropa para que el olor suba. Pero, de cuello para arriba, la cosa cambia. Ahí dejo sitio a mi perfume favorito, que es Daisy, de Marc Jacobs, tanto en perfume como en agua de colonia. Tienen un aroma que me fascina y llevo ya varios años siendo fiel a él.
Para acentuar más su efecto en San Valentín, que es una fecha muy especial, te recomiendo aplicarte un poquito de canela en polvo (no demasiada, no vaya a ser que al final parezca que acabas de salir del horno pastelero) en el cabello y las zonas donde te pones colonia, y luego aplicarte tu perfume habitual. El resultado es muy seductor, ya verás…
Otro de mis perfumes estrella es el Hypnotic Poison Eaur de Parfum, de Christian Dior. El olor es muy sofisticado y muy atrayente y lo suelo utilizar para ocasiones muy especiales. Tan especiales como puede ser la noche de San Valentín.
En cuestión de olores, solo puedo dar mi opinión, mis gustos. Lo de los perfumes es algo muy personal y cada uno tiene debilidad por uno. De hecho, somos muchos los que preferimos comprarnos nuestros propios perfumes y no nos gusta en exceso que nos regalen. Tampoco me negaréis que a veces el perfume de una persona os provoca algo de rechazo, sobre todo si se lo acaba de aplicar. Por eso a la hora de seducir es mejor ir a lo seguro, a fragancias que nunca fallan.
Sea cual sea, una fragancia es imprescindible para seducir a una pareja. ¿Por qué? Pues porque puede generar deseo, atracción y seducción. ¿Cuántas veces os ha ocurrido eso de que un olor te transporte a un lugar de tu imaginación que te trae unos recuerdos maravillosos? Con el olor puedes marcar a tu pareja.
Pero hay olores y olores. Es evidente que a las mujeres no les atrae la misma fragancia que a los hombres. ¿Pero, qué es lo que preferís vosotros? Chicas, atentas: a ellos les gusta la combinación de pimientas, de especias y aceites esenciales y también los olores dulces con toques orientales. Una vez que tienes estos datos, busca un perfume que reúna estos ingredientes y, por supuesto, que te guste a ti también.
A las mujeres nos gusta que el perfume de los hombres resalte su masculinidad, y eso lo consigue perfectamente el cedro, las hierbas, los olores a madera y hasta la vainilla y el ámbar. Esos aromas nos dejan locas. Eso sí, no hay nada como esos olores frescos que desprenden cuando te los cruzas recién salidos de la ducha del gimnasio. Un cítrico en el momento adecuado puede ser una poderosa arma de seducción si te pilla con la guardia baja.
Para una cita romántica el olor no solamente debe estar en el cuerpo, también en el ambiente. No puedes preparar una cena romántica en casa y que cuando llegue tu invitad@ huela a comida, por ejemplo. El buen olor debe inundar todo el ambiente, que para algo es San Valentín. Usa velas de olor, algún spray muy suave, incluso pon en el ambiente tu propio perfume. Nada, eso sí, que sea pesado como es el caso de los palitos de incienso que se queman, demasiado densos para mi gusto.
Para algo romántico yo recomiendo fragancias muy florales, con toques de fruta y también orientales: jazmín y sándalo.
Imprégnate siempre de buen olor, pero hazlo especialmente en San Valentín como arma de seducción. Eso sí, ten cuidado y no te excedas porque un olor demasiado fuerte te acabará pasando factura. Eso sí, si notas que a tu pareja le gusta cómo hueles, si te hace alusión a ese perfume que le está dejando sin armas, aprovecha un despiste para rociar unas gotas también sobre las sábanas. Te seguro que no podrá resistirse a tus encantos…
¡Feliz San Valentín!