Ten un Fisioterapeuta siempre cerca
Últimamente todas las tensiones y el estrés se me van a la espalda causándome bastante dolor. Y es que tanto tiempo de Pandemia me está empezando a pasar factura. Y como no estoy acostumbrada a que me duela la espalda, es un dolor que paraliza mi ritmo de vida y me hace frenar y tener que acudir a un especialista Fisioterapeuta.
En estas últimas semanas el dolor de espalda me ha atacado fuerte y empecé a notar una molestia en la zona lumbar que no se me iba, por eso acudí rápidamente al equipo de Fisioterapeutas de las Clínicas Javier Cuenca, que está ubicada en el Club Deportivo David Lloyd. Ellos son unos de mis Fisioterapeutas de cabecera y no sabéis lo que me ayuda y soluciona tenerles cerca. Son especialistas en fisioterapia deportiva y traumatológica, así como en patologías de espalda. Tienen más de veinte años de experiencia que les avalan.
Seguramente todos conocemos la labor de los fisioterapeutas una vez que nos hemos lesionado o que, por malas posturas, accidentes o cualquier otra situación, tenemos algún tipo de dolor muscular en nuestro cuerpo. Sin embargo, muchos de nosotros nos olvidamos o no conocemos todo lo que puede hacer un fisioterapeuta por nosotros, antes de que lleguemos a una lesión.
Lo primero que debemos saber es a qué tipo de dolencia nos enfrentamos y por qué. En mi caso era una lumbociática, que hay que saber diferenciar de la ciática o el lumbago.
Mientras trataban mi dolencia me contaban la diferencia entre estas tres dolencias tan habituales de espalda:
“A veces empiezas a notar un dolor en la zona lumbar que irradia hacia la extremidad inferior pudiendo llegar hasta el pie… Este dolor puede empeorar después de pararse o sentarse, por las noches, al estornudar, toser, reír, al doblarse, al caminar… Comúnmente lo conocemos como ciática.
En muchas ocasiones se presenta como un dolor lumbar muy intenso. Cuando está delimitado en la zona lumbar posiblemente se identifica como un lumbago.
Sin embargo, si sufres lumbociática notarás que el dolor recorre el glúteo, como un calambre o sensación de corriente, bajando por la zona posterior del muslo, pudiendo llegar hasta la pantorrilla o incluso al pie.”
Muchos de vosotros os sentiréis identificados con estas molestias ya que el dolor de espalda, en general, es una de las razones más comunes de absentismo laboral. De hecho, el dolor de espalda es la segunda razón más común para visitar al médico.
“El dolor en muchas ocasiones viene causado por una hernia o patología que esté presionando el canal lumbar y comprimiendo así las raíces del nervio ciático. También lo generan los trabajos sedentarios o que requieran grandes esfuerzos. Algunos deportes pueden ocasionar tensiones musculares, ya sea por un exceso de cargas, una mala gestión de los descansos o una técnica inadecuada, lo que puede llegar a originar esta patología. Otros causantes frecuentes del dolor pueden ser tan rutinarios como el uso de tacones, dormir en un colchón deficiente, un aumento de peso o el proceso de un embarazo”, me contaba uno de los fisioterapeutas del equipo.
Además, factores importantes y poco tenidos en cuenta como una mala alimentación y un mal manejo del estrés también pueden provocar dolor lumbar. Y creo que en mi caso el estrés ha tenido mucha culpa.
Los consejos sobre cómo tratar una dolencia y cómo prevenirla son fundamentales y por eso todos deberíamos tener cerca un buen Fisioterapeuta que nos informe y nos de las herramientas para poder prevenir.
“En la mayoría de los pacientes que tienen una lumbociática la primera respuesta suele ser empezar a tomar medicamentos (analgésicos, antinflamatorios, etc.). En muchas ocasiones sólo se consigue un pequeño alivio que vuelve a agudizarse cuando pasan los efectos. Aproximadamente el 80% de los pacientes acusan una reducción del dolor, llegando a eliminarlo, gracias a un adecuado tratamiento de fisioterapia. Por medio de varias técnicas (como el masaje manual, electroestimulación, punción seca, estiramientos, ejercicios de fortalecimiento), el fisioterapeuta en pocas sesiones conseguirá reducir ese dolor que nos impide llevar a cabo nuestro día a día, disminuyendo la ingesta de medicamentos y mejorando nuestra calidad vida.”
Y estos son algunos de los consejos para prevenir:
- Mantener una dieta equilibrada y un peso saludable.
- Permanecer activo. Buscar una actividad física que nos guste.
- Evitar el sedentarismo.
- Antes de hacer ejercicio o actividad física no olvidarnos de realizar un buen calentamiento.
- Realizar un estiramiento adecuado al terminar la actividad física y todas las noches antes de acostarnos.
- Mantener una postura correcta en nuestro puesto de trabajo.
- Usar zapatos cómodos, de tacón bajo.
- Dormir en un colchón acorde a nuestra fisionomía.
- Cuidar mucho la postura si tenemos que levantar cualquier tipo de peso.
- Tener en cuenta que fumar deteriora el flujo sanguíneo privando de oxígeno y nutrientes a los tejidos espinales.
Lo que más me gusta es que un gimnasio tenga integrado un servicio de Fisioterapia porque me parece súper necesario ya que en los gimnasios se pueden producir lesiones, y tener un equipo de Fisioterapeutas en las mismas instalaciones nos va a ayudar a tratar de manera preventiva la parte de nuestra musculatura que más sufra, de manera que esté bien preparada para los entrenamientos.
No todos los deportes comprenden el mismo riesgo de lesiones ni del mismo tipo. Por ello, cuando acudimos a entrenarnos a un gimnasio, es importante que estemos informados sobre qué lesiones son las más habituales con nuestro tipo de entrenamiento. Y por supuesto, si tenemos cualquier patología o molestia, acudir a ellos lo antes posible.
A mí me da mucha confianza tenerles tan cerca y son muchos los gimnasios que ya incorporan una Clínica de Fisioterapia en sus instalaciones, como por ejemplo, y os hablo de los que más conozco, el Centro Deportivo Be One en Boadilla del Monte, El Reebook Sports Club La Finca en Pozuelo de Alarcón, Metropolitan Abascal en la Calle José Abascal de Madrid o el Cool Health Club en Pº de la Castellana.
Muchas de las patologías y molestias que sufrimos se acentúan por no acudir a un profesional tan pronto como el dolor aparece. Más aún si este persiste.
Escuchad a vuestro cuerpo y tened siempre bien cerquita a un buen equipo de Fisioterapeutas.