El yoga facial es una práctica que consiste en una serie de estiramientos, ejercicios de tonificación y masajes que ayudan a todos los músculos del rostro para que mantengan su fortaleza y elasticidad.
Trabajar con constancia los músculos faciales con ejercicios de resistencia los vuelve más fuertes y tonificados.
Los músculos faciales no son distintos a los del resto del cuerpo, simplemente son más pequeños. Nos ocupamos siempre de cuidar la piel del rostro, pero nos olvidamos de todos esos músculos que están en él, 57 en total, que utilizamos y movemos a diario pero que, con el paso de los años y la falta de ejercicio, pierden elasticidad y firmeza. Cuando gesticulamos, la piel se mueve y se empiezan a marcar las arrugas, los pómulos se van descolgando y se agudizan los surcos nasolabiales.
La solución para evitar y retrasar la pérdida de firmeza en el rostro está en hacer trabajar los músculos faciales con ejercicios de resistencia para que se vuelvan más fuertes y estén más tonificados, mitigando así las arrugas.
Hoy os quiero mostrar algunos de estos ejercicios que son muy fáciles y se pueden practicar en cualquier momento y lugar. Además, ayudan a liberar el estrés, dejando sensación de relajación. ¡Yo los hago siempre que me acuerdo en casa!
Para el cuello: Lo primero es mirar hacia adelante. Girar la cabeza a la derecha hasta que queda alineada con el hombro de ese eje. En esa posición, inclinarla hacia atrás y mantener la postura entre seis y ocho segundos. Después volvemos a la posición inicial, y hacemos el mismo movimiento hacia el lado izquierdo. Se repite 3 veces.
Para la papada: Hay que colocar la mano debajo de la barbilla como si sujetara la cabeza, empujamos la barbilla hacia abajo sobre los dedos que la sostienen y apoyamos el codo sobre la otra mano. Mantenemos la postura durante tres respiraciones profundas. Después, con los dedos de ambas manos, tocamos delicadamente la parte inferior de barbilla como si la acariciáramos hacia fuera y alternamos con cada mano.
Todos estos ejercicios hay que hacerlos con paciencia y preferiblemente frente a un espejo y corrigiendo, que esto de hacer muecas no es tan fácil como parece. Hay que hacerlos bien para evitar que mientras se trabaja un músculo concreto se arrugue otra zona.
Para los ojos: Poner el dedo índice sobre la ceja y el pulgar sobre el orbital inferior formando un semicírculo. Levantar las cejas mientras los dedos oponen resistencia. Hacer 10 repeticiones. Y otro ejercicio consiste en hacer una V con dos dedos y colocarlos uno a cada extremo de la ceja. Intentar levantarla mientras estos hacen fuerza en sentido opuesto. Son 10 repeticiones. Estos dos ejercicios tonifican y previenen la caída del párpado superior.
Para fortalecer los ojos, los cerramos apretándolos con intensidad y luego los abrimos todo lo que podamos con expresión de sorpresa. Así repetidas veces hasta que parezca que vamos a llorar. Entonces los cerramos y relajamos. Hay que repetir el ejercicio 10 veces.
Para labios y mejillas: Hay que llenar las mejillas de aire y pasarlo de una a otra durante 30 segundos. Un consejo para que no se arruguen los labios es poner los dedos sobre el labio superior.
Para la boca: Para este ejercicio hay que sonreír ampliamente y estirar esos músculos lo más posible. Después apretamos los labios como si fuésemos a dar un beso. Relajamos la cara y respiramos, y volvemos a estirar como si sopláramos. Este ejercicio en particular relaja los músculos alrededor de los labios y mejillas, y le da brillo a la cara. Hay que repetirlo unas 20 veces.
Para el surco nasogeniano: Con los dedos índices sobre los surcos para evitar arrugas, hacer una O con la boca, ocultando los dientes con los labios, e intentar sonreír sin descubrirlos. Después recorrer con la lengua la parte interior de los labios tres veces y repetirlo en dirección opuesta.
Para la mandíbula: Pellizcamos suavemente la línea de la mandíbula debajo de la barbilla con el dedo índice, medio y pulgar de ambas manos. Presionamos y soltamos a lo largo de la línea de la mandíbula tres veces hacia las orejas. Con este ejercicio se trabaja el músculo masetero de la mandíbula. El masaje también reduce el bloqueo mandibular por estrés.
Para el cuello: Echamos la cabeza hacia tras mientras ponemos la boca en forma de O y empujamos el paladar con la lengua 30 veces.
Para la frente: Ponemos los dedos en el centro de ella y los deslizamos hacia los laterales. Esta técnica de masaje suave sirve para mejorar la circulación, aumentar el colágeno y la elastina, que tonifican y reafirman la piel, y para liberar la tensión, causante de las arrugas profundas.
Y para una piel más brillante: Apretamos suavemente las mejillas y toda el área de la cara con el pulgar y el dedo índice, durante 30 segundos. Este ejercicio ayudará a aumentar la circulación y estimular la producción de agentes para dar volumen. Es una técnica perfecta para que la piel brille.
Con dedicarle unos minutos al día y desde cualquier lugar, casa u oficina, es posible rejuvenecer la piel de la zona facial y combatir el estrés gracias al Yoga Facial.