El escote es una de las zonas más llamativas del cuerpo de una mujer. Independientemente del tamaño o la forma de los pechos, muchas veces olvidamos lo que unos buenos cuidados pueden hacer por nuestro escote. Y es que cuando somos jóvenes, a veces, cometemos muchas locuras, sobre todo en lo que se refiere a la exposición al sol. Y claro, pasan los años y te das cuenta de que todo eso que has dicho de “a mí eso no me pasa”, resulta que sí. Y la piel empieza a resentirse, empiezan a salir manchitas en la zona que menos te esperabas e incluso arrugas, y todo por no haber tenido cuidado con el sol y no haber hidratado correctamente la zona.
El doctor Jesús Sierra, de la clínica DEAM, en Madrid, explica que “esas arrugas verticales se producen porque la zona es muy sensible a la radiación solar y está muy expuesta, mucha exposición puede provocar un eritema solar que, si se repite, puede producir una elastosis en la zona, por lo que la piel pierde colágeno y elastina y aparecen las arrugas y las manchas, sobre todo cuando la piel es muy clara.
Pero también hay otras causas, como el no dormir con sujetadores especiales cuando se tiene el pecho grande, por ejemplo”. Como sabemos, las arrugas se acaban convirtiendo en cicatrices con el paso del tiempo, por lo que el doctor recomienda que se traten lo antes posible. “Se debe actuar rápido ya que la piel se atrofia”, dice el doctor.
Por ello, hay tratamientos específicos para aquellas que quieren actuar a modo preventivo y para las que ya se tienen este problema y lo que quieren es solucionarlo. “Si lo que se desea es prevenir la aparición de estas lesiones, un tratamiento con vitaminas y ácido hialurónico es suficiente”, explica el doctor, “Cuando las lesiones ya han aparecido pero son pequeñitas, con inyecciones de ácido hialurónico también debe ser suficiente, mientras que si son arrugas más abundantes y profundas, hay que combinar el ácido con tensores como los hilos tensores PDO (Polidioxanona)”.
En cuanto a la forma de aplicar el tratamiento, depende siempre de la paciente, la calidad de su piel, y el tipo de lesiones que tenga. Según indica el doctor, “se puede hacer con una aguja pequeña, arruga por arruga, o con un tensor o cánula cuando son mayores. La cánula es muy fina, del mismo grosor que la aguja, pero no se hacen tantos pinchazos ya que se barre la zona. Con aguja suelen hacerse entre 40 y 50 pinchazos, mientras que con la cánula a lo mejor con dos está solucionado. Eso sí, la aguja es más precisa”. De lo que no hay duda, es que son tratamientos con muy buenos resultados si se hacen de forma correcta y la paciente se compromete a cuidar la zona. Después del tratamiento es recomendable no tomar el sol para asegurar la efectividad del resultado, su duración y, sobre todo, que se evite que la lesión aparezca de nuevo. Suele durar entre 10 meses y un año cuando son tratamientos para tratar una lesión ya existente, y en el caso de tratamientos preventivos es aconsejable realizarlos cada dos o tres meses, sobre todo un trimestre antes de la exposición solar, en verano, y después de él volver a repetir el tratamiento.
Además, el doctor nos da las claves para prevenir estas arrugas tan antiestéticas: “A modo de prevención, es necesario usar un factor correcto de protección solar, hidratar la zona mucho después de la exposición al sol y, en el caso de que sea necesario, acudir a realizarse tratamientos de mesoterapia y vitaminas”.
Para más información, podéis llamar a la clínica DEAM al 917 816 663. Se encuentran en Madrid, en la calle Padilla, 20.