10 cosas que no debes hacer si quieres triunfar con tu maquillaje
Sé que no todas las mujeres nacen sabiendo maquillarse. También soy consciente de que necesitamos maquillarnos y que es mejor hacer nuestros pinitos que salir a la calle sin maquillar, sobre todo en momentos especiales. Sin embargo, también sé que no hay nada más feo que un maquillaje mal hecho, mal aplicado. Antes de llegar a eso os recomiendo definitivamente salir a la calle con la cara lavada.
Si te gusta un poco todo lo que se refiere a ponernos más guapas a base de coloretes, carmín y sombras de ojos, estoy segura de que estás al tanto de lo que se lleva y lo que no se lleva. Por eso hoy no estoy aquí precisamente para contarte cuáles son las tendencias. No, hoy voy a dedicar este post a contarte lo que nunca debes hacer a la hora de maquillarte.
Tal vez tienes una amiga que nunca se ha atrevido a decirte que el rimmel que te aplicas te deja muchos pegotes en las pestañas o que te pasas con el colorete todos los días para ir a trabajar. Bueno, abre bien los ojos y lee todos estos consejos sobre lo que nunca debes hacer. Y, sobre todo, ponlos en práctica:
1. El maquillaje y las bases son uno de nuestros puntos débiles. ¿Y sabéis por qué? Pues porque la mayoría de las veces no acertamos en la elección del color. Déjate aconsejar y no elijas tonos mucho más oscuros que tu piel, pero tampoco mucho más claros. Al fin y al cabo, lo que queremos es matificar y unificar con él, no cambiarnos el color de la piel como Michael Jackson.
2. Cuidado con los polvos de sol porque nos pueden jugar una mala pasada. Son complicados de extender sobre la piel cuando no lo hace un profesional y corremos el riesgo de parecer bicolores.
3. Después de aplicarte el maquillaje, por favor, mira con lupa el corte que queda entre el rostro y el cuello. No hay nada más horrible que un cuello con un color diferente al del resto de la cara. Insisto: mucho cuidado con los colores.
4. Si no sabes cómo aplicar correctamente una sombra de ojos efecto humo, no la apliques. Seguro que encuentas maneras más sencillas de maquillar tus párpados y mucho más favorecedoras que un pegote de sombra oscura en el ojo que más que efecto humo es efecto contusión.
5. ¿Tienes buen pulso para el ayeliner? Si la respuesta es no, confórmate con un lápiz negro y deja los pinceles para los pintores. Un ayeliner tiene que tener un trazo perfecto e idéntico en los dos ojos. Si no es así, mejor olvídate de este producto traicionero.
6. Imagino que no te gusta salir a la calle en plan semáforo, llamando la atención con los colores de tu cara, ¿verdad? Entonces, potencia los labios o los ojos, pero no las dos cosas. Maquillarnos como puertas no nos conduce a nada. No está de moda, no sienta bien y es horrible. Potencia lo mejor de ti, lo que más te guste.
7. Se muy cauta a la hora de rellenar tus cejas con lápices. No las marques mucho y, sobre todo, elige un lápiz del mismo color que tu pelo. Ni se te ocurra salirte del perfil de la ceja y, sobre todo, de rellenarla con un color ni más claro ni más oscuro. Aquí, discreción cien por cien.
8. Cuidado con los iluminadores, antiojeras y correctores porque casi nunca damos en el clavo con el color. El iluminador que nos colocamos debajo de los ojos, más que iluminar nos deslumbra porque suele ser mucho más claro que el resto de la piel. A veces tanto, que parece que venimos de esquiar y se nos ha quedado marcada la señal de las gafas: terrible. En cuanto a los correctores para tapar granitos y heriditas de la cara, son tan pastosos que al final lo que hacen es marcarlos aún más.
9. ¿Te gusta perfilarte los labios? Entonces hazlo siempre con el mismo color del carmín que te has aplicado y justo en el borde de tu propio labio, no por fuera del borde. Si tienes los labios finos, te aseguro que un perfilador no te los va a hacer más gruesos por mucho que te empeñes.
10. Discreción siempre con el colorete. Solo queremos marcar un poquito el rubor, darle un toque de alegría a nuestra cara, pero nada más que eso…
Espero que te hayan servido estos consejos y, sobre todo, que cuando los apliques en tu rostro te veas de verdad mucho más guapa. Recuerda: en maquillaje, menos siempre es más y si hay que pecar de algo, es de no llegar, jamás de pasarnos.
¡Hasta el próximo post!