Hacía tiempo que no escuchaba hablar de la comba y sin quererlo me vienen dos momentos a la mente. El primero de mi infancia, cuando nos tirábamos horas y horas saltando a la comba en el recreo o con las amigas los fines de semana. Y el segundo en las pelis de boxeo, con los púgiles dale que te pego haciendo saltos y florituras imposibles con ella.
Hoy en día, la comba ya ha dejado de ser un elemento asociado al recreo del cole, pero se ha hecho muy popular para el calentamiento, tanto para los que practican artes marciales, como en el gimnasio, en entrenamientos al aire libre (por ej. los boot camps), incluso en casa.
Saltar a la comba es un entrenamiento de resistencia de fuerza que involucra todos los músculos y, ahora que llega el buen tiempo, podemos aprovechar para perfeccionarlo.
La comba es un excelente ejercicio cardiovascular, perfecto para quemar calorías, fortalecer el corazón o recuperar masa ósea. Brazos, piernas, abdomen... Además de la condición física, nos ayuda a trabajar la velocidad, la fuerza de salto, el sentido del ritmo y la coordinación. También nos permite ejercitar las competencias cognitivas, porque tenemos que estar alerta para hacer las secuencias saltando sin tropezarnos. Nos enseña a controlar nuestra respiración y pone todo el cuerpo en movimiento.
Lo bueno de este deporte es que no necesitamos ser expertos para practicarlo. Se puede realizar un entrenamiento muy diverso. Al contrario que con el running, cuando saltamos a la comba, existe una gran variedad de secuencias con saltos, aunque nos quedemos en el sitio.
Podemos hacerlo como calentamiento o como ejercicio de cardio rápido: diez minutos de comba equivalen a treinta corriendo.
Además estimula la quema de grasa y el consumo de calorías, emplea todos los músculos e incentiva a la vez los reflejos y la capacidad de concentración.
Cómo veis tiene muchos beneficios:
Ayuda a perder peso y es un poderoso ejercicio cardiovascular
Involucra cada músculo del cuerpo y mejora la resistencia
Ayuda a eliminar líquidos
Favorece la coordinación y aumenta la agilidad y la velocidad
Elimina el estrés y mejora el control de nuestra respiración
Tonificas piernas y brazos
Ayuda a proteger y a desarrollar la masa ósea
El tiempo que podemos pasar saltando a la comba depende de nuestros objetivos y del nivel que tengamos. Por lo general, hacerlo 10 minutos al día es un buen punto de partida para definir la figura.
Los principiantes normalmente siguen la fórmula de 10 x 1 minuto, con un minuto de descanso cada dos para una recuperación corta. Los más avanzados pueden ocupar la pausa con abdominales, flexiones o sentadillas.
Antes de empezar a saltar, como en todo entrenamiento, hay que calentar, comenzar con una movilización en las articulaciones, en especial en tobillos, muñecas y rodillas.
Hay que elegir bien el material, así como la longitud de la cuerda.
Muy importante practicarlo con la espalda recta, los hombros relajados, la zona core activa y la mirada al frente. Mover solamente las muñecas, los brazos pegados al cuerpo y las rodillas ligeramente flexionadas para amortiguar la caída y no sufrir lesiones. Hay que intentar caer siempre sobre la punta de los pies y no sobre el pie entero para cuidar las articulaciones.
Con este ejercicio, además de perder peso y quemar calorías (el gasto energético aumenta en muy poco tiempo, se habla de una media de 150 calorías por cada 10 minutos), podemos definir músculo. Se puede añadir algo de peso como lastres de tobillo. También podemos completar el entrenamiento con ejercicios de fuerza, como flexiones, abdominales, sentadillas, zancadas, burpees o ejercicios de tracción.
Sería bueno que utilizáramos un pulsómetro durante el entrenamiento para mantener controlado el pulso.
Ahora que empieza el buen tiempo y vuelven a tomar protagonismo los deportes al aire libre, creo que me voy a comprar una comba y a convertir este ejercicio en el complemento ideal de mi entrenamiento. No puede ser más barato, rápido y efectivo. Sólo necesitamos la comba, un poco de espacio y un poco de coordinación.