Seguro que a estas alturas del año piensas que aún falta mucho para el verano. Lo ves lejisimos y no tienes ninguna prisa por empezar la operación biquini porque crees que vas más que sobrado de tiempo. Pero pasará la Semana Santa y seguirás poniendote excusas. Y te convencerás de que puedes hacer un esfuerzo de última hora y acompañar tu dieta con deporte diario y así conseguirás quitarte los kilos que te sobran antes del verano.
Pero llegará el buen tiempo y tú sabes tan bien como yo lo que va a ucurrir: ya será demasiado tarde y recurrirás a lo de siempre: una dieta milagro y tan drástica que acabará afectando a tu salud a la larga…
Con el post de hoy quiero que empecemos a ponernos las pilas para evitar las prisas del último momento. No es necesario cortar a rajatabla en junio, si puedes ir quitándote poco a poco cosas de tu dieta que te hagan engordar. Te va a resultar más fácil, más agradable y vas a estar de mucho mejor humor que si haces una dieta milagro.
Como te digo, hay algunas cosas que puedes empezar a cambiar, algunos hábitos que te pueden ayudar mucho.
Lo primero que te recomiendo hacer es fijarte muy bien en lo que comes, en qué momentos del día te excedes y qué es lo que más te engorda. Seguro que tomas demasiada leche en el desayuno, unas tostadas de tamaño considerable, algunas galletas, demasiada pasta y algún que otro postre cuando sales a comer a un restaurante.
Para empezar, trata de sustituir la leche que tomas por la mañana por otras vegetales como la de soja, pero que no contenga azúcar. Y, hablando de azúcar, vete olvidando de esas dos cucharadas que te ponías todos los días en el café.
¿Tomas bollería por la mañana? Pues se acabó. Unas rebanadas de pan integral con un poquito de queso de Burgos te van a llenar igual y son mucho más ligeras.
Olvídate del picoteo de media mañana y media tarde y verás cómo bajas de peso sin apenas darte cuenta. Sí, sé que no es lo mismo, pero sustituyelo por una fruta o un yogur edulcorado. Este cambio de hábito es una de los más importantes que debes ir introduciendo en tu dieta.
Mira con lupa los ingredientes de todos los productos que compres envasados y ten mucho cuidado de que no contengan azúcares. Lo mismo con los fiambres. Casi todos lo llevan.
Contente también con la fruta. Por supuesto, ni se te ocurra eliminarla de tu dieta, pero no sustituyas una comida entera por una ensalada de fruta, que contiene muchísimo azúcar.
Di adiós a las patatas fritas, al pan en las comidas (menos en el desayuno), y hasta me atrevería a decirte que te olvides del cerdo durante unas semanas. Come mucho pescado, aves y ternera. Y mucha verdura.
En cuanto a los arroces y las pastas, empieza a reducir las raciones ya porque van a aportarte muchas calorías si los consumes como guarnición. Otra cosa es que comas un plato de pasta aliñada con aceite y especias… Puedes también sustituir estos alimentos por el Shirataki de Best Diet, pastas y arroz sin calorías que vienen acompañadas de unas salsas riquísimas y hasta de salchichas. Las salsas son boloñesa, carbonara, funghi, cuatro quesos, pollo al curri… Hay packs ya preparados que vienen con varias salsas. Me encantan y de verdad que quitan muchísimo el hambre.
Y, por supuesto, olvídate del alcochol ya. Solo si lo haces ahora podrás disfrutar este verano de una copita de vino o alguna cerveza (sí, digo “alguna” porque no podemos pedir a una dieta que funcione para siempre si cuando terminamos de hacerla volvemos a beber alcohol cada vez que nos apetece).
Si lo piensas bien, el esfuerzo no es excesivo. Sí, debes quitar algunas cosas de tu dieta habitual, pero eso siempre será mucho mejor que quitarlas todas juntas.
Y si a todo esto le añades algo de ejercicio cardiovascular, unos “chupitos” Green Coffee líquido de Biocol, que es un diurético y adelgazante, llegará el verano y, sin darte cuenta, habrás perdido peso sin necesidad siquiera de haber hecho una dieta. Ya verás cómo perder peso es mucho más fácil de lo que parece.
¡Hasta el próximo post!