Una de las cosas que más he echado de menos durante este confinamiento es poder reunirme con amigos o con la familia para disfrutar de una buena comida al aire libre. Esas barbacoas en el jardín con la llegada del buen tiempo o esa paella que te sabe a gloria en la Malvarrosa.
Ya queda menos para que podamos volver a disfrutar de esas reuniones, para juntarnos y disfrutar de lo que más nos gusta, comer en buena compañía. Y pensar en ello, me da buenas energías así que voy a recordar con vosotros las 5 comidas que más he echado de menos.
Una buena paella de mi tierra, Valencia, ya sea al estilo campero con conejo y verduras o alguno más sofisticado con mariscos, el arroz cobra especial importancia para mí con la llegada de las buenas temperaturas.
Aunque popularmente se piensa que es un plato energético, lo cierto es que tiene múltiples virtudes y su valor culinario es innegable. Tenerlo en cuenta puede hacer que la paella todavía nos siente mucho mejor. Una buena paella:
Las barbacoas es otra de las comidas que más he extrañado porque las asocio a reuniones con amigos y además son más beneficiosas de lo que podemos pensar ya que mejora el sistema inmunológico y favorecen la circulación sanguínea. Una buena barbacoa nos aporta:
A pesar de todos estos beneficios, hay que comerlas con moderación por su aporte de grasas, sobre todo aquellas personas propensas a tener colesterol alto.
El gazpacho ¡cómo lo echo de menos! Mi comida favorita del verano. Es mi opción más refrescante, bajas en calorías y llena de nutrientes, para los días de calor.
Elaborado a base de hortalizas crudas (tomate, pepino, pimiento, cebolla, ajo), agua, sal y ácidos grasos esenciales (aceite de oliva), el gazpacho es una sopa fría que aporta pocas calorías y que además puede ayudar a mantener, gracias a su contenido en agua y sales minerales, un adecuado nivel de hidratación.
Yo soy de mar, no puedo vivir sin el mar. Y otro de los alimentos que más añoro compartir con mi gente es una buena mariscada.
El pescado y el marisco son valiosos alimentos que contienen altos niveles de proteínas y bajos niveles de lípidos. Destacan las grasas insaturadas saludables, vitaminas como la D y la B1 y micronutrientes esenciales como el selenio y el yodo. Asimismo, destacan sus ácidos grasos poliinsaturados omega tres, de efecto cardio protector.
Por este motivo son alimentos muy relevantes para las poblaciones más longevas y saludables, como la japonesa y la mediterránea.
Y para terminar, os diría que echo de menos una parrillada de pescado.
Hay muchas variedades de pescado que quedan estupendas cocinadas a la parrilla. Me encantan las variedades de pescados azules como las sardinas (esos espetos a la brasa), el salmón, los salmonetes, la caballa o los chicharros, que están deliciosos tras pasar por la parrilla. Su contenido en grasa saludable ayuda a que queden jugosos y con la piel crujiente.
La verdad es que todos los pescados me vienen bien a la brasa: el rodaballo, el besugo, la lubina, la dorada…
Todo sabe mejor a la brasa y al aire libre. Vamos, que ya queda menos para poder juntarnos y no pienso decir que no a todo lo que tenga que ver con comer rodeada de amigos y familia.