Últimamente pienso mucho en esa película de Judy Garland, 'El mago de Oz' y en cómo la utilización del color nos transporta directamente a un mundo de fantasía. El contraste entre la realidad de Dorothy en color sepia y su mundo de fantasía en tecnicolor me fascina. ¿Por qué no aplicar esa ilusión a nuestra dieta del día a día?
Ya os hablé en el anterior blog de las propiedades cosméticas de la fruta. Pues hoy me gustaría contaros los beneficios de los pigmentos que aportan color a las frutas y verduras.
Comerse el 'arcoíris' no solo nos aporta sensación de positivismo sino que cada color nos aporta una gran variedad de nutrientes y vitaminas diferentes. Para este comienzo de la operación bikini me propongo darle color a mi alimentación y de esta forma no solo me beneficiaré de tener un cuerpo más sano, sino de tener una mente más sana también.
Quién no recuerda el chasquido de los zapatos rojo rubí de Dorothy, símbolo de fantasía, belleza y aventura. En el caso de la fruta y la verdura de color rojo, éste se presenta en ellas gracias al licopeno, una sustancia química (natural por supuesto) que le da ese pigmento vivo y llamativo. Uno de los beneficios de esta sustancia, que se encuentra en alimentos como el tomate, sandía, fresas o rábanos, es que es uno de los antioxidantes más efectivos.
¿Sabíais que el número de casos de obesidad en niños ha incrementado alarmantemente en los últimos años? Esto puede derivar en que se sufra de una presión arterial alta y como consecuencia problemas cardiovasculares. Los alimentos rojos no solo luchan contra el envejecimiento prematuro, en muchos casos ayudan a regular la presión arterial alta y a prevenir las enfermedades del corazón. Y como decía el Hombre de Hojalata, 'los corazones jamás serán prácticos hasta que los hagan de manera que no puedan destrozarse'.
Con la llegada del verano no solo me preocupo por el fitness ya que el cuidado de la piel para mí es igual de importante. Preparar a la piel para la exposición solar previene de enfermedades cancerígenas y además nos aporta ese color bronceado y luminoso que todos queremos en verano. Para ello podéis introducir alimentos naranjas como por ejemplo la zanahoria, la calabaza o el mango.
Las frutas y verduras que presumen de este color son ricas en vitamina A que protege la piel de los rayos UV. Son sus propiedades antioxidantes y rejuvenecedoras las que ayudan al cutis a estar brillante y a tener un bronceado más sano. Las que son de color amarillo comparten casi los mismos beneficios así que no dudes en acoplar piña, maíz o maracuyá a tus ensaladas o zumos y embárcate en un camino de baldosas amarillas como hizo Dorothy en Oz.
Como decía Federico García Lorca, 'Verde que te quiero verde'.
El color verde en nuestra alimentación se puede asociar con las dietas restrictivas y nos puede causar rechazo pasando por alto los beneficios que nos aportan. Gracias a la clorofila, estos alimentos se distinguen por ayudar a nuestro sistema inmunológico. Además, aparte de ser saciantes ayudan a controlar el peso debido a su bajo nivel calórico y a su alto contenido de fibra. Animaros a hacer zumos verdes con espinacas, kale o manzana ya que al estar en estado líquido sus beneficios pasan directamente a la sangre. ¡Y encima refrescan!
Y ya que estamos, ¿por qué no ponernos 'morados'? Ya sabes lo que dicen, mens sana in corpore sano. No hay un cuerpo sano sin una mente sana y son los alimentos morados y azules los que ayudan a nuestro cerebro. Su alto contenido de antocianinas aporta grandes beneficios para la memoria. Entre mis frutas y verduras favoritas de este color se encuentran la lombarda, arándanos y las berenjenas pero también podéis encontrarlo en patatas moradas o ciruelas entre otras. Con las patatas moradas hay que tener especial cuidado en su cocción ya que las vitaminas que contienen son termolábiles. Esto significa que al cocinarlas a temperaturas altas sus beneficios pueden desaparecer por eso se recomienda que el tiempo de cocción de éstas sea lo más corto posible.
Hay una leyenda irlandesa que dice que si alcanzas el arcoíris encontraras un gran tesoro, y para mí no hay mayor tesoro que la salud. Así que cómete el arcoíris y te beneficiarás de belleza y bienestar. Yo me lo he propuesto para verme mejor y sentirme mejor. Al fin y al cabo somos lo que comemos y qué mejor que ser un arcoíris.