La cara B de los masajes
Que las culturas orientales, con su tradicional sabiduría, hayan utilizado el masaje desde tiempos milenarios, habla de las ventajas que nos ofrecen. Eso sí, siempre y cuando sean realizados por manos expertas, de lo contrario los resultados pueden ser tan adversos que nos pueden traer complicaciones y consecuencias como estas:
- Dañar el sistema de eliminación de los elementos residuales.
- Provocar dolor: Cuando se rompen estructuras.
- Provocar accidentes vasculares: Como trombosis cerebrales, porque debajo de la piel hay una red capilar, compuesta por vasos muy pequeños conectados con otros más profundos. Si la persona padece de arteriosclerosis o trastornos circulatorios y el masaje es realizado por una persona que desconoce esto, podría remover un trombo o un émbolo. Esto puede ocasionar desde infartos hasta enfermedades cerebrovasculares.
- Causar lesiones: En ligamentos (producto de masajes realizados mediante maniobras bruscas que pueden provocar esguinces, rupturas y microdesgarros musculares).
Por eso hoy quiero hacer un llamamiento para que seamos conscientes de que los masajes terapéuticos o relajantes deben ser realizados por personal cualificado y con titulación.
Últimamente me estoy encontrando muchos casos de personas que se dejan llevar por la publicidad y los precios a la baja de masajistas que se ofrecen para ir a tu casa, y que por desgracia, suelen ser masajistas sin titulación, que no emiten facturas, que ganan dinero B y que por supuesto no ofrecen ninguna seguridad para nuestra salud.
No nos damos cuenta de que en estos casos lo barato puede salirnos muy caro, por muchas razones. En primer lugar, porque fomentamos y financiamos toda una economía sumergida de profesionales no cualificados que han surgido de debajo de las piedras tras el confinamiento. En segundo lugar, si no tienen una titulación pueden provocarnos una lesión. Y en tercer lugar, peligra nuestra salud ya que deberían venir a casa con un análisis de PCR realizado con 24h.
Y lo que más me admira de esta situación es que no nos de miedo. Y que seamos capaces de ponernos en manos de alguien que viene a casa y nos dice que está cualificado, por ejemplo para pincharnos botox, sin ninguna referencia.
Por eso es tan importante que nos pongamos en manos de profesionales titulados.
Y sobre todo tenemos que apoyar a nuestros especialistas, a nuestras Clínicas estéticas y médicas, que se están dejando la piel para que podamos realizarnos nuestros tratamientos en cabina con la mayor seguridad y protección frente al Covid-19.
Las consecuencias de un mal masaje pueden ser desde una contractura mayor hasta lesiones agudas. “El área cervical es muy crítica. Un masaje mal hecho puede provocar hormigueo, trombosis o lesiones medulares en los casos más graves”, aseguran los expertos.
Es el “lado B de la relajación”.
Están de moda y se dan hasta en shoppings. Hoy se puede tomar un masaje casi en cualquier parte. Las ofertas hablan de masajes relax exprés, drenajes, aromaterapia o digitopuntura. Pero los profesionales advierten que detrás de la súper oferta de masajes puede no haber un responsable médico o titulado. Un “detalle” que puede marcar la diferencia cuando hay una patología previa. Sin asesoramiento profesional, determinados masajes pueden ser dañinos. La relajación que produce el masaje puede tapar alguna patología que, si no se trata, puede empeorar. Y es que la mayoría de las veces reclamamos un masajista porque tenemos algún dolor.
Hoy cualquiera puede comprar una camilla masajeadora, un set de electrodos o un pen de ácido hialurónico, pero ¿sabemos a ciencia cierta que esa aparatología que nos ofrecen ha pasado una supervisión médica previa a su utilización?
Un buen masajista debe utilizar buenos cosméticos (de calidad profesional). No basta un emulsionado para lograr un efecto óptimo. Y la verdad, a mí solo me ofrecen garantías de que están utilizando buenos productos las Clínicas estéticas y Centros de Belleza de confianza como Carmen Navarro, Felicidad Carrera o Gema Cabañero entre otras, que llevan años dedicándose al cuidado de la piel, que nos aconsejan sobre qué masaje es el más indicado para nuestro caso concreto y que ponen toda su sabiduría a nuestro servicio.
Mi propósito es solo alertaros de los posibles riesgos que puede entrañar darnos un masaje si no lo hacen manos expertas.
Buscad vuestro Centro de Estética de confianza y poneos en buenas manos. Así sí que vais a salir como nuevos tras un buen masaje.