Ayuno intermitente, la nueva estrategia nutricional
Cada vez hay más estudios que demuestran los beneficios del ayuno intermitente, entre los que destacan: mejorar la composición corporal, facilitar la quema de grasa sin contar calorías y favorecer la autofagia, el organismo activa los mecanismos de reciclaje interno.
En nuestra sociedad el mensaje de alimentación de que hay que comer 5 veces al día es muy repetido por los profesionales de la salud, es decir, comer constantemente como estrategia para mantener una alimentación y peso saludable. Pero esta estrategia puede no ser siempre la más útil de cara a conseguir esos resultados.
En el contexto actual, estamos incorporando nutrientes de manera constante y esto puede tener dos implicaciones: 1; podemos incrementar el nivel de inflamación ya que estamos oxidando nutrientes para obtener energía de forma continuada y 2; el cuerpo se acostumbra a disponer de energía de manera constante sin tener que recurrir a las reservas. Esto puede afectar a la flexibilidad metabólica, es decir, el cuerpo se acostumbra a guardar energía y se reduce su capacidad de recurrir a las reservas con la misma eficacia.
Al cuerpo le viene mejor intercalar esas dos situaciones metabólicas: incorporar nutrientes y periodos de ayuno para lograr esa flexibilidad metabólica.
Por eso se plantea como estrategia nutricional la introducción de ayunos controlados dentro de un marco de alimentación saludable.
Para quien no conozca este patrón alimenticio, el ayuno intermitente es un modelo nutricional, una forma de alimentarse, que se basa principalmente en periodos de ayuno y periodos de ingestión de alimentos, lo que tiene múltiples beneficios para nuestro organismo y nuestra salud.
Posiblemente ya experimentaréis el ayuno de forma inconsciente, sobre todo, en los momentos de sueño. Así, realizar un ayuno de 12 horas no es complicado si terminas de cenar a las 21 h y no comes nada hasta las 9:00 h. A parte de este, puedes realizar otros tipos de ayuno, siempre bajo supervisión de un especialista.
Otros tipos de ayuno intermitente, son el ayuno 16/8, ayuno 24 y ayuno 48.
El más recomendable es el ayuno de 18 h, que no resulta muy complicado, pero requiere adaptación.
El ayuno 16/8 consiste en realizar periodos de ayuno de 16 h, seguidos de periodos de ingesta durante 8 horas. Es decir, si por ejemplo realizamos la primera comida a las 14:00, realizaríamos la ingesta de todas nuestras kilocalorías entre las 14:00h y las 22:00h, durante 8 horas. Durante las horas de ayuno podemos tomar infusiones, kéfir de agua o kombucha.
Entre los beneficios de realizar el ayuno intermitente podemos encontrar:
- Refuerza el sistema inmune, aumenta el metabolismo y mejora el estado de ánimo en general.
- Promueve la autolimpieza del sistema digestivo, previniendo la aparición de gases, el sobrecrecimiento bacteriano y ayuda a mejorar posibles indigestiones.
- Ayuda a mejorar nuestro perfil lipídico, es decir, nuestro colesterol, además de reducir los triglicéridos.
- Ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina, reduciendo la ansiedad y reteniendo la masa muscular en las posibles pérdidas de peso.
- Mejora la capacidad de autocontrol: en muchas ocasiones pensamos que tenemos hambre, pero no es un hambre real, sino que se puede confundir con ansiedad o aburrimiento, así que si somos capaces de identificar el hambre real, mejoraremos nuestra capacidad de autocontrol.
Lo más relevante del ayuno intermitente es que su beneficio no se debe solo a la propia pérdida de peso, que ya de por sí es la clave de la prevención de muchas enfermedades, cardiovasculares, neurológicas y oncológicas fundamentalmente. Parece que, parte de ese beneficio, tiene que ver con el efecto antiinflamatorio y el aumento de la resistencia al estrés y a la oxidación, que son mecanismos transversales a muchas enfermedades, especialmente crónicas, y al proceso de envejecimiento.
Como os decía al principio, se trata de una estrategia nutricional, no una dieta en sí y sus beneficios van a depender mucho de la calidad de los alimentos que vayamos a tomar en los periodos de ingesta. Con un asesoramiento profesional, nuestro nutricionista nos ayudará a que las ingestas que realicemos sean buenas elecciones, ya que, si realizamos el ayuno intermitente, pero no elegimos los alimentos adecuados y saludables, no veremos ningún tipo de beneficio.
Por último, es importante saber que este tipo de estrategia no es adecuada para todas las personas; si padecemos algún tipo de patología como diabetes, debemos consultar con un profesional, al igual que en situaciones fisiológicas como el embarazo o la lactancia, ya que no es el momento más adecuado para realizar esta práctica.