Arquitectura en un collar
Muchas veces le damos mil vueltas a qué ponernos para un evento especial, una cena, una fiesta… e incluso más vueltas para vestirnos día a día. Normalmente queremos destacar, ir bien vestidas, pero muchas veces, el secreto de todo eso no está en qué ropa nos ponemos, sino en qué joyas. Podemos vestirnos de la manera más sencilla que podamos, sin destacar con nada, pero si acertamos con el collar o los pendientes, triunfamos.
El otro día salí con un collar que me encanta y pese a que mi ropa no decía casi nada, muchos me comentaron lo arreglada y guapa iba ese día. Decidí entonces que quería hacer este post, hablaros de lo importante que puede llegar a ser elegir bien un complemento como es una joya.
Ahora que empieza el buen tiempo y nos vamos quitando los abrigos, no hay mejor momento para lucir joyas, collares largos, pendientes grandes… Estos accesorios aportan la fuerza que nuestro look necesita. Muchas veces con ponerse un vestido simple y unos buenos accesorios, vamos incluso mejor que si nos preparamos demasiado, en cuanto a ropa se refiere.
El collar que causó tanto éxito es una de las maravillosas creaciones de Camelia Ríos y, como todas sus piezas, es exclusiva. Ella misma habla de sus creaciones como “piezas irrepetibles y artesanales, piezas únicas”. Camelia, de origen venezolano, se formó en arquitectura, y ahora, todos esos conocimientos los plasma en la orfebrería, donde cada pieza tiene su boceto y su elaboración, Camelia dice que “son piezas de arquitectura a pequeña escala”.
Las joyas de Camelia Ríos, tienen el equilibrio perfecto en cuanto a elegancia y cotidianidad, ya que al igual que se pueden llevar de noche en una fiesta elegante, podemos llevarlas en nuestro día a día. Esto lo ha conseguido gracias a que como ella misma dice, “no es una joyería al uso, de masas, no son colecciones que se puedan masificar”. Y efectivamente, ya que su público es selecto y busca la originalidad en cada pieza, por eso, son obras realizadas una a una de manera artesanal.
Muchos de sus diseños se hacen a medida y por encargo. Cuando esto ocurre, para ella es importante cómo es la persona físicamente, ya que adapta el diseño y orienta a la clienta según cómo es el collar adecuado para ella. Como os contaba, cada diseño tiene su boceto y este siempre es aprobado por la clienta antes de llevarse a cabo. “Es muy personal, la clienta lo hace suyo, es como un traje de novia hecho a medida” añade Camelia. Cada pieza adquiere su identidad propia y en ella se juntan diseño, arquitectura y moda. Son esculturas en pequeñito.
En cada colección, encontramos un elemento que forma parte de las piezas dándole una característica común, identificándola frente a las demás. Este elemento es lo que distingue a las colecciones entre sí, pero dentro de cada una, no hay dos piezas iguales, cada una es una innovación respecto a la anterior. Todas las colecciones están hechas con materiales nobles, metales y productos naturales, utilizados de forma meticulosa y planificada para convertirse en el complemento perfecto en cualquier momento del día o la noche.
Algunos de los materiales que encontramos en estas joyas también los encontramos en diseños arquitectónicos, siendo un elemento más que tiene en común con esta disciplina. Maderas, corales, ágatas, acero inoxidable, plata, perlas… Todos de origen natural, forman estos accesorios únicos.
Camelia me contaba que otro elemento en común que tienen sus joyas con la arquitectura es que estas pasan por prácticamente los mismos procesos que un proyecto arquitectónico. Primero una idea básica que luego se plasma, se desarrolla, más adelante se definen los materiales que se utilizarán y por último, se realiza. Todas las piezas son estudiadas cuidadosamente, nada se deja al azar, todo está previamente establecido.
Un elemento que Camelia destaca sobre sus obras es el color, ya que para ella es muy importante, independientemente de para qué época del año sea la pieza, consiguiendo así que las joyas destaquen sobre la ropa y los demás complementos que lleve la persona. Esto lo vincula a sus orígenes, ya que recuerda con cariño todos los colores de la naturaleza venezolana, corales, plantas… Todo son recuerdos llenos de color para ella.
Lo que empezó para ella “como una necesidad personal de llevar algo diferente, no como lo que lleva todo el mundo” se ha convertido en una línea de joyas que gente de todo el mundo quiere. Camelia se mueve por países de todo el mundo en ferias, exposiciones o lo que se le presente. Pero donde tiene lugar la magia es en España. Su taller está en Oviedo, Asturias, donde también cuenta con una showroom donde expone sus colecciones.
Realmente una maravilla que escapa de lo convencional y que cumple las expectativas de las clientas más difíciles, que buscan la originalidad y exclusividad en lo que llevan puesto. Camelia Ríos añade que sus joyas “no dejarán de sorprender”.