Alzar la voz por las altas capacidades

telecinco.es 28/01/2022 17:29

Los niños con altas capacidades son aquellos que presentan una inteligencia general superior a la media, altos niveles de creatividad, buen potencial de aprendizaje, buen o mal rendimiento académico y un claro interés y motivación por aprender y experimentar.

Desde el año 2006 se ha dejado de usar el término “superdotado” para emplear el de “Altas Capacidades” ya que este concepto habla no solo de un coeficiente intelectual superior a 130, sino también de otras capacidades como potencial de aprendizaje, curiosidad, creatividad, etc.

Por lo tanto, para saber si un niño tiene altas capacidades o no, no basta con hacer un test de inteligencia para medir su coeficiente intelectual, sino que se tienen que observar en él un conjunto de características:

  • Aprendizaje rápido y buena memoria retentiva
  • Gran energía vital desde bebés
  • Vocabulario muy amplio y complejo para la edad
  • Pensamiento complejo, lógico e intuitivo, con preocupaciones propias de personas mayores
  • Idealismo y sentido de la justicia
  • Les gustan los problemas de números y acertijos
  • Muy sensibles e intensos en el plano sentimental
  • Curiosos, van más allá de lo que se les enseña
  • Amplia gama de intereses
  • Muy críticos consigo mismos

En España hay un alto porcentaje del alumnado de alta capacidad que aún no se ha identificado y por tanto no están recibiendo una atención a sus necesidades en el ámbito educativo. Cada vez son más los padres que alzan su voz para reclamar la atención necesaria en las aulas y para que se normalice en la sociedad y dejemos atrás todos los mitos sobre las altas capacidades.

Hoy quiero alzar la voz de la mano de estás dos mamás a las que agradezco haberme dedicado su tiempo para contarme su experiencia y espero que sirva de ayuda a otras muchas familias que tengan hijos con Altas Capacidades. Estas son sus historias:

Silvia Fernández

“Soy mamá de 3 niñas con altas capacidades. El primer impacto fuerte viene con el primer informe en el que no entiendes nada, no sabes qué te están diciendo ni a dónde te va a llevar y te surgen miles de preguntas. Con el tiempo te vas dando cuenta que lo único que necesitas como padre es aprender, cambiar tu forma de crianza y todo lo que creías acerca de la maternidad. Es una transformación radical de la maternidad. En mi caso decidí leer mucho sobre ello y empecé a hablar de las altas capacidades en mi Instagram y la respuesta fue brutal. Al final intento ayudar a padres y hacerlo fácil porque es un mundo muy complicado de entender. Y dar sobre todo una visibilidad y una normalización como puedan tener otro tipo de neurodiversidades, porque hasta ahora todo lo que se conoce de las altas capacidades son mitos. Es casi mi propósito de vida el hacer entender a la gente que lo que entendíamos por superdotación o alta capacidad no tiene nada que ver con la realidad que vivimos.”

“Con mis hijas, tengo un extremo que es súper fácil pero también tengo el extremo más complicado en la más pequeña y ahí viene el nivel de frustración como padre, porque no lo sabes gestionar, ni manejar y necesitas ayuda profesional porque se te escapa de las manos. Qué la sociedad no entienda cómo es tu hijo también influye, que desconozcan su sensibilidad, esa desincronía de edades, el entender que su mente va años por delante, su edad cronológica es la que tiene y su edad emocional va años por detrás. Hay momentos que te enfrentas a una niña de su edad, otras veces tienes delante a una niña 4 años mayor, otras tiene pataletas de 2 años… El ponerle foco a todo eso es muy complicado. Muchas veces no toleran las normas y eso hace que tengas que cambiar tu forma de educar. Venimos de una época muy autoritaria del “porque yo lo digo” o “porque soy tu padre y punto” y eso hay que cambiarlo. Y luego el Colegio es un muro, la educación no está preparada para ellos, miran para otro lado, no se les adapta curricularmente, no se les favorece, siempre hay otras necesidades que se ponen por delante y hay una gran falta de información y desconocimiento por parte de los docentes.”

“Todo esto va ligado al mito de que son niños exitosos que no necesitan nada y, cuidado, porque cerca del 70% de los niños con altas capacidades son fracaso escolar. Efectivamente son niños que cognitivamente pueden ser excelentes, pero si emocionalmente están mal pueden llegar a desarrollar en la adolescencia problemas como depresión, ansiedad, intentos de suicidio y es ahí donde intento poner el foco. Si no se gestiona correctamente desde pequeños, si no les damos las herramientas necesarias y no les acompañamos adecuadamente, su adolescencia puede ser muy problemática y con muchas carencias.”

“En mi caso empecé muy mal en orientación, pero un día me senté y dije yo voy a luchar por esto y hasta que no vea que mi hija está bien no voy a parar y voy a ser muy insistente. Me pusieron en duda el informe un montón de veces, pero una vez que ya vieron que mi hija tenía altas capacidades y me dieron la razón, ahora me siento afortunada porque se han volcado, es cierto que acude a un CRA, que es un colegio rural agrupado, que son 30 niños en todo el cole, solo 3 clases y a mis hijas siempre les daban lo que demandaban, si terminaban antes les ponían retos, juegos… mucha motivación. Mi problema ahora con la mayor es su gestión emocional y es lo que me preocupa. Con la mediana están estudiando en este momento la aceleración educativa para subirla de curso. Muchos de estos niños deberían estar en el curso que les corresponde mentalmente, en otros países se ha visto que esto funciona muy bien y en España hay muy poca aceleración y no les adaptan curricularmente. Aunque ha sido un camino muy duro me siento afortunada.”

“Mi libro se llama “Yo siempre os daré voz”.

Beatriz Belinchón

“Soy mamá de una niña con altas capacidades, creo que yo también soy altas capacidades y soy experta universitaria en altas capacidades. Es un mundo que hasta que no te toca personalmente lo percibes con una serie de mitos y de prejuicios que luego cuando a ti te toca vivirlo te das cuenta de qué alejado está de la realidad. Mi hija era un bebé muy inquieto, le costaba mucho dormir, era una niña que con menos de un año ya hablaba… Con 3 años, en el colegio nos dice la profesora en una tutoría que está preocupara con la niña porque está profundamente desmotivada, no le apetece hacer nada, está desmotivada, no se implica, en los juegos no participa, entonces- nos dice- es porque creo que tiene altas capacidades y os lo digo ahora que tiene 3 años, porque en el caso de que no nos pongamos a trabajar con ella está abocada al fracaso escolar. Ahí es cuando se te cae el velo y no te queda otra que aprender cuál es la realidad y cómo puedes ayudar a tu hija. Lo primero que hice fue entender bien y estudiar qué es la alta capacidad para poder saber desde el foco cómo trabajar con ella.”

“El cerebro de una niña con alta capacidad tiene una facilidad para procesar la información diferente y una forma de sentir mucho más intensa que otras personas. Ellos tienen un cerebro en llamas

“Hay dos partes importantes, una es el Colegio donde tienen que adaptarle y trabajar con él y atender sus necesidades, que además están reguladas por ley, pero nunca dejando atrás la parte de la el Colegiogestión emocional,

“La Ley establece que para determinadas necesidades tiene que haber una respuesta educativa. ¿Cuál es el problema? que lo tenemos regulado en la cima pero en la base falta mucha formación en los profesores. Hay muchos docentes maravillosos e implicados, pero también hay muchos que desconocen esta problemática. Por ejemplo, con otras neurodiversidades como el TDH, el trastorno de déficit de atención e hiperactividad, o una dificultad en el aprendizaje o un TEA, ahí hay mucha más formación porque entienden que hay que poner el esfuerzo en los que van más por debajo que en los que van por arriba, pero es un error. Deberían adaptarles curricularmente a esas necesidades, a esa forma y velocidad de aprendizaje y sobre todo a no repetir conceptos. Pero para eso hay que hacer un gran esfuerzo de formación en los docentes. Existen también los equipos de orientación en los colegios que ayudan a las estrategias pedagógicas de los centros y ellos son los que deberían proponer que se realicen los informes para determinar las altas capacidades, pero ellos están muy saturados y a lo mejor abren el protocolo hoy y empiezan a evaluar al niño el año que viene. Y mientras el niño está totalmente desmotivado. Aunque parezca mentira que un niño con alta capacidad pueda tener problemas de fracaso escolar está muy ligado porque el niño en algún momento ha intentado hacer ese esfuerzo por adaptarse y no ha merecido la pena, entonces deciden hacer lo justo y no destacar.”

“Como madre yo aconsejo observar mucho desde bebe, estimularles. Si se piensa que el niño puede tener altas capacidades, entre los 3 y los 6 años ya se puede acudir a un Gabinete psicológico para hacer la evaluación o bien empezar el protocolo en el cole que al final es lo mejor, porque al final la intervención siempre va a ser mucho más directa. Algunas de las actitudes que nos pueden llevar a pensar en altas capacidades son: empiezan a llevar mal la frustración, no saben jugar, no quieren perder en el juego, un perfeccionismo extremo que les paraliza y no les deja hacer cosas nuevas por no llegar a esa perfección… Una vez que tengamos una evaluación positiva en altas capacidades hay que presentarlo en el cole para que adapte las necesidades educativas del niño. Y hay muchas maneras, no hace falta siempre subirles de curso, a veces será necesario y otras no. Hay que tener muy en cuenta su estado cognitivo y emocional. Y sobre todo hablarlo todo con el niño para que lo entienda, con naturalidad, mucha empatía, explicarles que es un don que les ha dado la naturaleza pero que lo tienen que desarrollar a través del esfuerzo. Ese es el mejor consejo que les podemos dar. Los padres tenemos que ser su pilar y el punto de encuentro donde decir cómo se sienten.”

Hoy son estas madres las que alzan la voz, pero sois muchos los padres que tenéis hijos con altas capacidades y quiero que sepáis que no estáis solos y que hay que alzar la voz por ellos.