Ashwagandha, el maravilloso ginseng indio
Mi madre no para de hablarme de lo maravillosa que es la Ashwagandha, que si hace esto, que si hace lo otro, que le encanta, que no sabe por qué no la tomaba antes… Sinceramente, me tiene harta con el mismo tema una y otra vez. Pero lo cierto es que no tenía ni idea de lo que era la Ashwagandha, por lo que decidí investigar qué es lo que tiene a mis padres de 80 años que parece que tienen 20…
Se conoce también como el Ginseng Indio ya que tiene su origen en esta zona y propiedades similares al Ginseng. Es una planta medicinal utilizada desde hace miles de años para combatir de todo, se utiliza para aportar energía y vitalidad, para aumentar la libido e incluso para combatir el insomnio. Os preguntaréis si es posible que una misma sustancia aporte energía y además nos ayude a dormir, pero como os digo, la Ashwagandha vale para todo y depende de las dosis que tomemos.
Las partes que se utilizan de esta planta, como en muchas otras plantas medicinales son las raíces y las bayas y los primeros usos que se le daban eran para tratar el estrés, como antiinflamatorio, para ayudar con el bienestar general y para aumentar el deseo sexual. Pero con el tiempo y diversos estudios, se han ido demostrando y encontrando un sinfín de aplicaciones en las que también es realmente útil. Os cuento algunas.
En diversos ensayos se ha demostrado que la Ashwagandha es una hierba adaptógena, lo que quiere decir que actúa en el sistema nervioso de nuestro cuerpo, optimizando y equilibrando su correcto funcionamiento y ayudando a que manejemos mejor el estrés y diversos efectos causados por el mismo, como la depresión o la ansiedad. Esta cualidad también promueve que se fortalezcan los órganos y ayuda a prevenir enfermedades del sistema inmune.
Todo esto ha llevado a que se demuestre en diferentes estudios que la Ashwagandha sirve para tratar diversos problemas de salud, o para al menos, ayudar en la recuperación y tratamiento de los mismos. Entre estos problemas encontramos algunos hormonales, cardíacos… e incluso la prevención y tratamiento de algunos tipos de cáncer.
Como os decía, todo esto lo empecé a averiguar a partir de los comentarios de mi madre, que lo toma por la recomendación de una doctora valenciana. Ella me explicaba que aunque es un componente completamente natural, eso no significa que no tenga efectos secundarios. Según quién lo tome y en qué cantidades, servirá para tratar una cosa o no.
Me comentaba también, que se recomienda a gente que ya no quiere tomar medicamentos, que huye de ellos, huye de los somníferos y todos los efectos que acarrean. Y que por lo general, salvo casos más graves como alguna infección o cosas de ese tipo, ella trata a sus pacientes con cosas naturales, pero al contrario que médicos naturalistas o más extremistas con lo natural, ella si prescribe medicamentos en caso de necesidad.
Sobre la Ashwagandha me dijo que se siguen estudiando y descubriendo cada vez nuevas propiedades, pero que se usaba para tratar artritis y dolores de espalda, tumores, asma y bronquitis, problemas relacionados con la menstruación, ansiedad, trastornos mentales, Parkinson, insomnio e incluso el hipo. Como con todo, es recomendable que hablemos con nuestro médico antes de empezar a tomarlo, especialmente para definir las cantidades adecuadas para cada uno.
Otra de las cosas que me llamó la atención es que además de aumentar el deseo sexual en hombres y mujeres, ayuda a combatir la impotencia y a evitar la eyaculación precoz, pero también ayuda frente a la infertilidad. Esto se debe a que aumenta la potencia y reproducción de espermatozoides. También fortalece el útero en quienes han sufrido un aborto involuntario, pero aquí os quiero indicar que si estáis embarazadas, no toméis Ashwagandha, ya que también tiene propiedades abortivas.
Durante varios estudios sobre las propiedades de esta planta, se dieron cuenta que como efecto complementario, los niveles de grasa y azúcar en la sangre de los participantes disminuía. Y en un estudio sobre este efecto, se suministró Ashwagandha a un porcentaje y un placebo al resto y se observó que quienes la tomaban perdían el doble de grasa corporal frente a quienes consumían el placebo. Yo esto desde luego que lo tengo en cuenta, además de que un compuesto activo que encontramos en la Ashwagandha es el glutatión, un gran antioxidante que ayuda a prevenir el envejecimiento.
Como veis, la Ashwagandha vale para un montón de cosas y, según parece, cada vez más. Os recomiendo que sigáis leyendo sobre ella ya que existen muchos estudios muy interesantes que desde luego han llamado mi atención y espero que la vuestra.