¿Quién puede olvidar su primer beso?, ¿quién puede olvidar la tensión y ansiedad que tuvo que experimentar hasta llegar a ese primer beso? Los besos están asociados con el cariño y la pasión, con el placer físico y el bienestar emocional, pero también proporcionan múltiples beneficios para la salud y para la calidad de vida.
Hoy 13 de abril, se celebra el Día Internacional del Beso. Esta celebración es una de las más bonitas y originales. Surge en Tailandia y conmemora el beso de mayor duración del mundo. Este día también sirve para recordar los numerosos beneficios y la importancia que tiene un beso en las distintas relaciones sociales.
Los últimos estudios revelan que un buen beso equilibra nuestras hormonas, disminuye el estrés, quema entre 2 y 3 calorías por minuto, descargando epinefrina y norepinefrina haciendo que nuestro corazón lata más rápido, está relacionado con la disminución del llamado “colesterol malo”. Además, intervienen cantidad de neuronas sensoriales que se encuentran en la lengua y los labios, por eso son extremadamente sensibles a los estímulos potencialmente placenteros. Además, ayuda a detectar si estamos o no ante la pareja ideal.
Mientras disfrutamos de un buen beso, ocurren cosas: se activan las endorfinas, también conocidas como hormonas de la felicidad, que ayudan a sentirse más eufórico, alegre y vital. Un beso te ayuda a vivir más años, más sano y más feliz. Y ¡lo mejor! para besarse no hace falta prescripción médica.
Pero los grandes protagonistas de un buen beso son los labios, los que tienen el papel principal de una unión íntima y en buena sintonía entre dos personas, ya sea por sentimientos como el afecto, el amor, el cariño o la pura atracción sexual.
Los labios son una parte delicada de nuestro cuerpo que debemos cuidar para mantenerlos suaves, lisos e hidratados. Además, si lo hacemos con productos naturales y masajeándolos habitualmente también podemos conseguir cierto volumen natural.
Yo utilizo algunos trucos para exfoliarlos, hidratarlos, masajearlos y protegerlos adecuadamente y cómo darles un poquito más de volumen para que tengan un aspecto más jugoso. Me hago mi propio exfoliante labial con aceite de oliva y un poco de azúcar o bicarbonato. Masajeo muy suavemente los labios, los aclaro con agua tibia o fresca y los hidrato después muy bien. De esta forma, a la vez que exfoliamos suavemente los labios con el azúcar, los estamos hidratando mediante el aceite. ¡Probarlo, os va a encantar!
Algunos consejos más para que tengáis unos labios para besarlos…
Si sois constantes con los hábitos y el cuidado de los labios, conseguiréis tener siempre unos labios perfectos, con los que podréis dar muchos besos.