Nuestro cabello es parte de nuestra identidad, de nuestra personalidad y uno de los principales rasgos, que los demás perciben de nosotros. Es por eso, que debemos cuidarlo y mimarlo en todas y cada una de las estaciones del año. Como recompensa, tendremos un cabello sano, brillante y fuerte.
En primavera, como ya habréis notado se nos cae más el pelo. Este es un problema que nos afecta tanto a mujeres como a hombres. Hoy vamos a ver porque se cae el pelo y que consejos vamos a seguir para cuidar nuestro cabello y lucir una melena sana y perfecta.
La caída del cabello es algo natural, que en ciertas épocas del año, como ahora en primavera, se acentúa y puede durar varias semanas, donde el cuero cabelludo se renueva, para dar lugar al crecimiento de un nuevo cabello, pero no podemos considerarlo como una simple caída de cabello.
El estrés cotidiano, una mala alimentación, el uso excesivo de champús con sulfatos, algunos fármacos o la herencia genética son algunas de las principales causas de caída del cabello. Algo que en muchas ocasiones es preocupante y puede afectar a nuestra salud mental.
La caída de cabello depende de cada persona y de la cantidad de cabello que tengas. Pero nuestro cabello también responde a lo que sucede a nuestro alrededor: si pasamos por situaciones de estrés, de cansancio, una alimentación inadecuada o la falta de hidratación, son factores que debilitan el folículo y provoca la caída del cabello.
Es importante utilizar productos que respeten el cuero cabelludo, así como tratamientos capilares específicos que ayuden a fortalecer el cabello. Por supuesto, mantener una dieta sana y equilibrada es fundamental para la salud en general y la de nuestro cabello.
Si cuidas el cuero cabelludo, proteges la fibra capilar y mantienes tu pelo alejado de esas malas costumbres que lo perjudican, podrás presumir de melena.
Comparto con vosotros algunos consejos que a mi me van de maravilla:
Llevar una dieta equilibrada favorece al crecimiento sano del cabello. Los alimentos ricos en hierro, biotina o zinc contribuyen al crecimiento saludable del pelo, evitan su caída y lo fortalecen.
Debemos prestar especial atención a las proteínas y vitaminas en general, así como a las frutas y verduras, ricas en vitaminas A, B, C y E. En nuestra dieta no deben faltar los minerales como el calcio o el hierro, que se encuentra en vegetales como espinacas, remolacha, lentejas y carnes rojas. El pescado azul y los frutos secos son ricos en Omega3, que nutren los folículos pilosos. El magnesio y ácido fólico, que podemos encontrar en frutos rojos, cítricos y aguacates refuerzan la raíz del pelo y estimula su crecimiento. También es importante el magnesio que se encuentra en semillas, frutos secos, cereales integrales, legumbres y hortaliza de hoja verde. No nos podemos olvidar del agua y su gran importancia, debemos beber dos litros de agua al día, este líquido es la base del cuero cabelludo.
La piel de la cabeza, como la del resto del cuerpo, también es delicada y se ensucia con la polución. A medida que vamos cumpliendo años, esa piel se vuelve más frágil por la pérdida de colágeno. Podemos ayudar a repararla, y una vez a la semana utiliza un exfoliante capilar para retirar todas las impurezas sin dañar el cuero cabelludo.
El cuero cabelludo tenemos que mantenerlo limpio, porque es la base del cabello, sobre la que crecerá sano y fuerte. Un cuero cabelludo sucio favorece la caída, pérdida de densidad y de volumen. Por eso, hay que lavarlo las veces que haga falta. Si es un cuero cabelludo graso será necesario a diario o cada dos días.
Masajear el cuero cabelludo de manera regular activa su circulación y estimula los folículos capilares. El masaje se debe realizar en seco, esto ayuda a que el cabello crezca más sano, fuerte y con volumen.
Depende del tipo de cabello que tengamos: seco, coloreado, decolorado, canoso, fino y sin volumen, ondulado, rizado... debemos utilizar el tipo de champú más adecuado. La suciedad suele acumularse en el cuero cabelludo, pero no en el cabello por lo que tenemos que utilizar mucha agua y poco champú. Algo que debemos tener en cuenta, es que el cabello no se puede frotar al lavar, solo se masajea suavemente con los dedos.
La mascarilla nutre, es un tratamiento más concentrado que el acondicionador, actúa desde el interior de la fibra, y deberíamos usarla al menos una vez a la semana. Hay que elegir una mascarilla adaptada a cada cabello, aplicarla sobre la melena escurrida, de medios a puntas, trabajándola mechón a mechón y dejarla actuar de 3 a 5 minutos.
El acondicionador se puede usar a diario, no necesita tanto tiempo de exposición, ayuda a desenredar y facilitar el peinado.
Lo más aconsejable es utilizar agua tibia, que no supere los 36ºC y acabar el lavado con agua fría, para cerrar y sellar las cutículas y conseguir así más brillo. Es importante aclarar muy bien, para que no queden restos de champú ni de acondicionador o mascarilla.
No se debe frotar el pelo nunca cuando está mojado, ya que es mucho más sensible y se puede romper, además la cutícula se abre y se encrespará. Lo ideal es utilizar una toalla de microfibra, y envolver el pelo para que vaya absorbiendo la humedad.
Si utilizamos secador, siempre a temperatura media, antes conviene aplicar un protector térmico para protegerlo del calor.
Lucir una melena densa, fuerte y con volumen requiere tiempo y unos cuidados específicos. Estamos en el momento ideal para sanear el cabello y prepararlo de cara al verano. ¡Os animo a que empecéis ya!