Tras la sequía del fin de semana el día de ayer vino plagado de asuntos para comentar. La pelea de Toni por una piña, una prueba de líder muy polémica, el último reto planteado a Kiko y Tamara o las nuevas alianzas en la isla a consecuencia del enfado entre Rosa y Montalvo tras una conversación privada. Además, algunos ecos del pasado y ciertos antecedentes que ayudan a explicar parte de lo sucedido, como un cierto acercamiento entre Sonia y Carolina que más de uno vio con malos ojos.
Antes de todo esto quiero referirme a un asunto que colea desde el primer día del concurso. Esto es así para nosotros, como audiencia que somos, aunque en realidad viene de unos días antes. Se trata del asunto Aída y lo sucedido en el hotel donde se concentraban los concursantes, algo de lo que no hubiera tenido que volver a hablar. Pero Toni ha vuelto a poner los hechos sobre la mesa, revelando que Aída fue más fiel a la realidad que todos los demás concursantes, por lo que comienza a ser complicado creer aquella parte cuya versión no han cambiado desde entonces. Intentaré ser breve.
El teniente 'Colombo' Genil, como él mismo se ha rebautizado, nos revela que Aída tenía razón cuando se quejaba de lo que pasó aquella noche. "Me da pena Aída, porque nueve personas se confabularon contra ella, y ahora me arrepiento de haber contribuido a ello. Si no hubiera sido así igual no la habrían expulsado a la pobre", dice Toni dejándonos a todos de pasta de boniato. Según su nueva versión, es cierto que golpearon su puerta para molestarla. Concretamente Jacobo golpeaba la puerta mientras Kiko rompía el famoso cristal.
Luego Aída salía a protestar y mientras tanto aquellos dos entraban en su cuarto y le robaban unos papeles (documentos, cartas, diario personal o lo que fuera). Primero curiosearon y leyeron el contenido de esos papeles, para después destruirlos atendiendo al consejo de Montalvo. Los papeles fueron quemados y los hicieron desaparecer tirándolos por un inodoro que atascaron de ese modo.
No olvidemos que hasta ahora la versión del grupo era que Sonia había roto el cristal accidentalmente al estar jugando con una barrita de madera para rememorar su pasado de majorette (invento ridículo donde los haya), nadie había golpeado esa puerta y no había existido robo ninguno de pertenencias personales. ¿Por qué doy crédito a esta versión de Toni? Pues muy simple, porque anoche en plató fue confirmada por Jacobo y Reyes. Dado que este último no participó en los hechos me parece bastante increíble que haya sido partícipe de un engaño como este, pactado por todos menos la víctima de tal confabulación.
¿Quién se cree ahora la parte de versión que todavía mantienen? Los dos exconcursantes en plató seguían acusando a Aída de haber escupido a Kiko e insultado al propio Jacobo, quienes fueron artífices de todo y han estado mintiendo sobre lo sucedido durante casi mes y medio. Es probable que hiciera eso y más, lo cual me importa un higo. Lo que sí está claro es que al menos dos personas quisieron molestar a Aída para sacarla de quicio y, sobre todo, que nueve personas se pusieron después de acuerdo para dejarla de mentirosa pactando una versión falsa para ser ofrecida a toda la audiencia de este programa.
Cierro aquí este episodio por hoy, aunque mucho me temo que volveremos a tener a la cansina de Aída como protagonista cualquier otro día. Esta historia se sigue escribiendo con verdades a medias, o directamente con mentiras, aunque desde ayer sabemos un poco más lo que pasó gracias a las revelaciones de Toni. Las cosas no son casuales y la actitud reprobable de Jacobo y Kiko no se habría producido si Aída se hubiera comportado de otro modo los días previos, de igual forma que su posible reacción posterior está relacionada con el daño causado por esos concursantes. Una acción es reflejo de la otra.
Lo mismo sucede con el episodio de la piña, en el que Toni parece un niño de ocho años pataleando empeñado en que se abra ese fruto aunque a la mayoría de compañeros no les apetezca en aquel momento. Si las imágenes solo nos mostraran esto pensaríamos que Toni está perdiendo el juicio, como dicen algunos de sus compañeros. Tatiana llegó a decir que tenía miedo de que perdiera la cabeza y pudiera hacer daño a alguien, aunque de momento es a ella a quien hemos visto levantarle la mano a Toni, a punto de pegarle por una maldita piña.
Desperdiciar comida en la situación que viven nuestros náufragos es un auténtico sacrilegio, casi un delito de lesa humanidad. Además, el trozo de piña que se termina llevando para él es casi de un cuarto de la pieza, lo cual puede parecer excesivo. Pero faltan ciertos detalles en esta narración que al ser introducidos nos harán ver las cosas en su justa medida. Por ejemplo, si tenemos en cuenta que son diez y tienen tres piñas (ganadas en la última prueba de recompensa), si las dividen en partes iguales aproximadamente cada uno se llevaría un poco menos de un tercio de piña. O sea, Toni se queda con la porción que le corresponde, o incluso un poco menos.
Pero lo fundamental no es eso sino el precedente por el cual Toni exige que se abra la piña porque a él le apetece. Primero lo pide de buenas formas y Rosa (ya ha pasado de "espía rusa" a "arpía rusa") le dice que solo la abrirán si están todos de acuerdo en hacerlo. Y como a ella no le apetece quiere decir que no se iba a abrir. Un consenso necesario solo cuando Toni quiere comer piña y no en ocasiones anteriores. Suerte que las imágenes nos hubieran mostrado antes como Rosa cogía una sandía sin reclamar consenso alguno.
Si a Rosa le apetece sandía no es necesario que el resto del grupo esté de acuerdo. Es más, ella abre la sandía y avisa a quienes no están cerca, salvo a Toni Genil. Cuando este quiere piña, sin embargo, es necesario el consenso y hasta le niegan la navaja multiuso para que no pueda cortar su parte. Es Montalvo quien le arrebata a Sonia la navaja para evitar que se la de a Toni, y cuando este la reclama le dice sus inspiradas palabras: "Respeta a tus compañeros, Toni". ¿Qué diablos es el respeto? ¿Quién es Montalvo para meterse la navaja en el bolsillo y negarle a Toni su uso?
Por esto las historias no son iguales si se cuentan parcialmente o en su totalidad, y por la naturaleza de este programa me pregunto cuantas veces estaremos contando las cosas a medias. No hay duda que está feo el gesto de ese Toni desquiciado rompiendo en una roca la piña, pero hay que conocer el precedente y entender que desquicia a cualquiera ver como Rosa puede empezar la fruta cuando le place pero él no puede hacer lo mismo.
Pocas lecturas tiene la prueba de recompensa planteada a Kiko y Tamara. Si la hubieran completado no solamente hubiera vuelto el fuego a Playa Uva sino que ellos dos podrían haberse despedido de sus compañeros. Pero son dos flojos con poca gana de trabajar, lo cual se volvió a confirmar anoche.
Debían ir remando en un cayuco desde Cayo Menor hasta Playa Uva, una distancia que según Christian Gálvez habían hecho miembros del programa el día anterior en diez minutos. Les dieron quince, más otros diez y alguna propina por en medio. Facilidades de todo tipo que no tuvieron la respuesta esperada por parte de los dos exconcursantes que podían hacer así su última buena labor por el grupo, aunque quizá fuera también la primera.
Hubo conatos de plante y rendición, de hecho, se quedaron a pocos metros de la meta negándose a seguir intentándolo y protestando porque les habían puesto palas de madera y no de plástico. Hay unas de fibra de carbono muy poco pesadas ideales para vagos e hijos de papá, ¡no te fastidia!
Lo de menos fue que a los pocos minutos de subirse ya se fuera al agua Kiko, o que el cayuco naufragara y se llenara de agua sin que hubieran logrado avanzar ni un metro. Luego de eso lograron mantener el equilibrio y avanzaron unos metros, a pesar de lo revuelta que estaba la marea. Lo mejor de todo fue cuando Tamara proponía que volvieran a subir a un cayuco absolutamente lleno de agua. Si todo el esfuerzo que puso la polemista en pedir árnica y dramatizar sobre el esfuerzo realizado lo hubiera puesto en remar seguramente sus compañeros tendrían ahora fuego. Pero habrán de esperar a la próxima prueba de recompensa.
Antes de este episodio cómico del cayuco había tenido lugar la prueba de líder más dura y violenta de cuantas hemos visto. Incluso me atrevería a decir que una de las más polémicas sino la que más, incluso con consecuencias dispares. De hecho, el juego de alianzas parece haber cambiado radicalmente tras la prueba y, en parte, a consecuencia de la misma, o al menos de algo sucedido a su fin. Vayamos por partes, que diría Jack 'el destripador'.
La prueba de líder consistía en rescatar del mar unos cocos que emergían en el momento de dar la salida en cada una de las tandas. Siempre aparecían menos cocos que concursantes, por lo cual quien no hubiera logrado coger coco quedaba eliminado. Las reglas eran que no había reglas, aparte de las mencionadas. Es decir, era legal cualquier cosa para intentar arrebatar el coco a los demás. Como suele pasar en estos casos, hay quien escasea en principios y no tiene problema en llevar al extremo el todo vale.
En la primera tanda caerían Rosa y Emma, aunque lo más destacado fue que Jeyko parecía interesado en evitar el triunfo de algunos compañeros puesto que se dedicó a lanzar cocos repartiéndolos como quiso. En la segunda tanda se confirma este extremo y vemos claramente como le lanza un coco a Tatiana y otro a Jessica. Por tanto, Jeyko está intentando decidir quien debe ser eliminado. El propio Jeyko se disputa uno de los últimos cocos con Carolina y Sonia. Esta les deja a los dos en la lucha, observando desde la orilla.
Cuando Sonia ve la lucha encarnizada entre Jeyko y Carolina vuelve a entrar al agua para intentar ayudarle a ella. Jeyko dice que le está ahogando, pero las imágenes muestran claramente que en ningún momento la cabeza de este concursante está bajo el agua. Desde la orilla se escuchan gritos estremecedores: "Ahógala, Jeyko, ahógala". Finalmente, Sonia se hace con el coco y lo lleva a su cesta mientras Carolina sujeta a Jeyko. Estos dos son los eliminados de la tanda.
Antes de comenzar la tercera tanda Jeyko les dice a sus compañeros refiriéndose a Sonia: "¡Matadla!". Bueno, no usa bien el imperativo pero no es ni siquiera achacable a la ESO porque pocos son quienes lo dicen como es. En la tercera tanda Sonia toma la delantera en la carrera y es trabada por Jessica. Las dos cogen un coco, pero a Sonia le esperan en la orilla Tatiana y Rosi. Ambas dejan que Jessica deje su coco en la cesta y van a por Sonia. Rosi le quita el coco y Tatiana sigue forcejeando con Sonia, prefiriendo no luchar por el coco. Es decir, Tatiana juega no para evitar su propia descalificación sino para lograr la de Sonia.
Sonia queda en la orilla y es atendida por el médico. Es posible que exagere al quejarse de haber recibido un codazo en el cuello y por el agua que ha tragado. El placaje de Rosi y Tatiana fue bastante duro pero no mucho menos que el forcejeo anterior entre Sonia, Carolina y Jeyko. Finalmente, en la cuarta tanda Jessica deja ganar claramente a Rosi, que se cuelga el collar de líder. Extraña prueba.
En primer lugar, ya vemos que han atendido a la observación sobre lo inconveniente de enfrentar a chicos contra chicas, especialmente ahora que ellos son clara minoría. Por tanto, no habrá final de la prueba durante la gala puesto que Rosi fue proclamada líder de inmediato. Pero lo que hace especialmente singular esta prueba es como algunos concursantes parecían interesados en evitar que la ganase Sonia, incluso por encima de conseguir el triunfo propio. Esto es realmente insólito.
No hay mucha diferencia entre el forcejeo de Sonia y Carolina contra Jeyko y la propia Sonia con Tatiana y Rosi. Incluso diría que se equivoca Sonia en protestar el triunfo de esta última, por más que la diferencia entre unos episodios y otros fuera que la mayoría pusieron todo su empeño en evitar que ganase ella. Pero protestando demuestra ser tan mala perdedora como Montalvo. No hacía falta que dijera nada, las imágenes hablan por si solas y está claro que casi todos fueron a una contra Sonia.
Digo casi todos porque Carolina es la excepción, y también esto explica la inquina de Jeyko en contra de Sonia. Estas dos concursantes han tenido una buena relación durante el fin de semana, lo cual fue visto con muy malos ojos por el bailarín. Esto es el más que probable motivo de la maniobra de este concursante, repartiendo alegremente cocos a todos menos a ellas dos. Más tarde Jeyko y Carolina se reconciliarían pidiéndose perdón y haciendo tábula rasa, lo cual forma parte del vuelco de alianzas habido tras la prueba de líder.
Tiempo habrá de seguir analizando este vuelco, que se inicia con la reconciliación comentada y una importante discusión entre Rosa y Montalvo. Resulta que la "venenito" se enfrenta a Sonia cuando esta protesta tras el triunfo de Rosi aludiendo a la prueba final de líder del pasado viernes y el candado de Montalvo. Inmensa Raquel cerrando la boca a Rosa al aclararle que no consentirá que se ponga en duda a la organización del programa. Ella había probado el candado y este abría a la perfección, otra cosa es que el modelo de la sonrisa permanente se pusiera nervioso y no atinara a abrirlo.
Tanto debió doler a Rosa el merecido rapapolvo que le ha terminado retirando la palabra a Montalvo, asegurando que a partir de ahora va a ir a por él cambiando sus objetivos nominatorios, porque este le recriminó en privado que volviera a sacar el tema. Él ya había reconocido en un 'confe' que no le asistía la razón cuando protestó en directo por lo del candado, lo cual desconocía Rosa. La enemistad entre estos dos pone el programa en un momento álgido de interés. Tanto que ya le ha dicho Rosa a Sonia que esta semana no irá a por ella sino contra Montalvo. Dice Rosa que va a comenzar a jugar (como si no lo estuviera haciendo desde el principio) pero en realidad está avisando de que comienza la guerra.
Nada más por hoy, solo la genial viñeta de Javier B.V.